En América Latina, «criptoemprender» está en plena ebullición

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Imagen de WorldSpectrum en Pixabay

Los precios de las monedas virtuales están por el suelo, pero los desarrollos latinoamericanos en ese sector viven un auge inusual.


Las noticias sobre las criptomonedas son a prueba de infarto. En las últimas semanas, sus precios han estado por el piso. Trascendió que la plataforma FTX (una de las mayores del mundo que llegó a estar valorada en 32.000 millones de dólares) fue víctima de transacciones «no autorizadas», tras declararse en quiebra el 11 de septiembre. Al menos cinco personas fueron detenidas en Albania y Georgia durante un operativo europeo, que ha movilizado también a las autoridades de España, Alemania y Finlandia, contra el fraude masivo de inversiones usando criptomonedas que ha afectado a cientos de miles de víctimas. Todo eso en menos de una semana.

Seguramente muchos inversionistas que venían desconfiando de este mercado virtual «tiraron la toalla» ante la avalancha de información negativa. Pero otros todavía confían en el futuro de las criptomonedas y ven esta coyuntura como una buena oportunidad para hacerse con estas divisas a precios bajos.

En países con economías en desequilibrio y alta inflación, las criptomonedas, en especial bitcóin y ethereum —las más reconocidas en ese escenario incierto—, sirven para salvaguardar el dinero. Tales son los casos de Venezuela, Argentina, Ucrania y otros países cuyas poblaciones no la están pasando bien. Asimismo, quienes se sienten o son considerados «visionarios» se animan a apostar en este nuevo mundo aún incipiente.

Diversos gobiernos revisan sus regulaciones para ajustarse a la nueva realidad determinada por las criptomonedas, que irrumpieron casi sin dar tiempo a reaccionar. Las criptomonedas, por definición o naturaleza, no están reguladas por los bancos centrales, pero estos procuran darle un marco a la actividad, por su papel en la prevención del lavado de activos.

 

Auge de desarrolladores

En medio de la brutal caída del precio de las criptomonedas y la gran incertidumbre, los desarrolladores latinoamericanos están en plena ebullición y se preparan para el próximo auge, que se espera hacia finales del año 2023.

En Buenos Aires se realizó la décima edición de Labitconf: el mayor evento sobre criptomonedas de América Latina, con unas 10.000 personas que participaron en forma presencial, entre el 11 y el 13 de noviembre. Esta reunión «cripto» se desplegó en seis escenarios, donde convivieron charlas multitudinarias con talleres y concursos relacionados con bitcóin, ethereum y otras monedas.

Entre las figuras más destacadas estuvieron Vitalik Buterin (cofundador de Ethereum), Michael Saylor (presidente de MicroStrategy), Martín Migoya (director general de Globant) y Daniel Vogel (cofundador de Bitso), quienes compartieron espacio con decenas de compañías y personas vinculadas a las criptomonedas. El ministro argentino de Economía, Sergio Massa, mantuvo un encuentro con varios ejecutivos, precisamente para conversar sobre los usos de estas herramientas.

 

La experiencia de Ripio

En otro contexto, Sebastián Serrano, presidente de la plataforma Ripio, declaró a El País de Uruguay: «En Argentina, ser emprendedor actualmente es sinónimo a criptoemprender». Esta nueva economía va para adelante, a pesar de las malas noticias de los últimos tiempos.

Ripio, por ejemplo, acaba de conseguir una licencia money trasmitter en Miami y lanzó con Visa una tarjeta de crédito en criptomonedas en Brasil, que pronto se presentará en otros países de América Latina. Empresas de diversos sectores están contratando a Ripio para que les desarrolle infraestructuras en estas divisas.

Un caso claro es Mercado Libre, que recurrió a Ripio para el proyecto de tokenizar su sistema de recompensas. Fue una modernización de Mercado Puntos basada en criptos. Actualmente, Ripio se encarga de la custodia de su sistema de tókenes y su sistema de liquidez.

La industria de las criptomonedas considera que está en su máximo desarrollo, abocada especialmente a encontrar nuevos casos de uso y aumentar la escalabilidad. Se proyecta que en los próximos años habrá más adopción de criptomonedas por las empresas a medida que la confianza en este sistema aumente.

Es difícil predecir qué va a pasar. Pero el hecho de que los bancos centrales, los presidentes de diversos países y compañías de la talla de Visa y Mercado Libre, entre otras, miren con mucho interés este mundo virtual y actúen en consecuencia no es poca cosa. Según cálculos de Ripio, los primeros meses de 2023 serán turbulentos, en cuanto a los precios de las criptomonedas. Pero, a finales del año y en 2024 se empezarán a ver los frutos de los desarrollos que ahora se realizan.

Para finales de 2023 se espera una gran recuperación de los precios y un mercado más fuerte que el actual. A estas alturas del partido, todo puede ocurrir.


Fabiana Culshaw, periodista y psicóloga empresarial.