El beisbol es un deporte ajeno para los chilenos. Pero la migración venezolana, que intenta integrarse sin olvidar sus costumbres, impulsa el apoyo a la disciplina mediante clubes infantiles, especialmente.
Un diamante improvisado se erige entre dos arcos de fútbol. La pelota que recorre el campo no va impulsada por las patadas de los niños, sino por los batazos de los noveles peloteros que aprenden a barrerse sobre las bases. Así va abriéndose paso el beisbol en Chile.
«Mis amigos del colegio siempre hablan de fútbol y de Messi o Alexis Sánchez, pero a mí lo que me gusta es el béisbol», sentencia Johan, un niño venezolano que llegó a Chile con dos años de edad en 2018. El béisbol es un deporte ajeno para ese país, donde el fútbol abarca casi todas las preferencias.
Pero la creciente migración venezolana, que trata de adaptarse a su nueva realidad, también busca espacios para continuar su práctica deportiva. Así nació, por ejemplo, la Liga Chilena de Beisbol Menor, que concentra la mayor cantidad de clubes de beisbol infantil en la nación sudamericana.
Números de clubes de béisbol infantil y sus integrantes en Chile, 2024
Organización | Clubes |
Integrantes |
Ubicación |
Liga Chilena de Beisbol Menor | 46 | 700 | Santiago, Concepción, Coronel, Quilpué, Viña del Mar y otras |
Corporación de Pequeñas Ligas Chile | 11 | 800 | Santiago |
Federación Chilena de Beisbol y Softbol (adultos) | 150 | 5.000 | Norte y centro de Chile |
Los comienzos
Frannihel Pineda, presidente de la Liga Chilena de Beisbol Menor y exjugador de beisbol amateur en Venezuela, explica que su objetivo es ofrecer a los niños un ambiente para educarse, pero también en el que puedan crecer en el ámbito deportivo, independientemente de su nacionalidad. «Para nosotros lo más importante es la ilusión, puesto que los niños se ilusionan y sueñan con ir escalando año a año, algunos con aspiraciones profesionales», confiesa.
Pineda explica que antes de la pandemia existían campos de beisbol en el Estadio Nacional de Santiago. El complejo deportivo está reservado para grandes partidos de fútbol, especialmente de «La Roja», la selección nacional chilena. Datos de la Federación Chilena de Beisbol y Softbol precisan que, previo al año 2020, más de sesenta clubes con unos 2.000 jugadores utilizaban las instalaciones. Con la pandemia y el proyecto de reconstrucción del Estadio Nacional para los Panamericanos, los cuatro diamantes de beisbol del recinto desaparecieron.
En la selección chilena de beisbol de niños de diez y once años todos son venezolanos o hijos de venezolanos.
«Eso nos dio la oportunidad de expandirnos. Salimos del Estadio Nacional, fuimos a las comunas [municipios] y ahora se juega beisbol infantil en varias zonas de Santiago, normalmente donde hay mayor cantidad de migrantes venezolanos. Se han integrado jugadores de otras nacionalidades, como cubanos y dominicanos, pero los chilenos aún no se incorporan. Luchamos constantemente por integrarlos», concreta Pineda.
Ante la ausencia de campos de béisbol, los equipos buscaron alianzas con clubes de fútbol, con quienes comparten los espacios. También se adaptaron terrenos baldíos.
En Santiago el campo de la comuna Lo Prado, por ejemplo, es un resultado de estas alianzas. Allí tiene su sede la Corporación Pequeñas Ligas Chile, que cuenta con unos 800 peloteros. La iniciativa es parte de la internacional Little League, que desarrolla campeonatos a escala mundial.
La selección chilena de niños de diez y once años viajó a Maracaibo en 2023 para participar en el Campeonato Latinoamericano Infantil de Pequeñas Ligas. Lo curioso de la incursión es que todos los adolescentes son venezolanos o hijos de venezolanos que, por residir en Chile, vistieron el tricolor andino.
La Pony League Chile, adscrita a la internacional Pony League, es otra organización especializada en beisbol menor. Una selección de sus jugadores de doce años (U12) fue al premundial 2024 jugado en Guayaquil (Ecuador), donde figuraron en la quinta posición. También participaron en otro torneo internacional en Panamá en julio de este año.
En busca de respaldos
Los registros históricos muestran que el beisbol se juega en el norte de Chile desde 1918. En Tocopilla y Antofagasta, por ejemplo, hay equipos de beisbol y softbol amateur y profesionales. Varios jugadores representaron a Chile en los Panamericanos 2023. Por ello, el gobierno chileno construyó en 2020 el primer diamante profesional en Tocopilla, con una inversión cercana a los seis millones de dólares.
El beisbol menor también ha conquistado algunos adeptos en las esferas del Estado chileno. En 2018, la municipalidad de Buin, al sur de la capital, invirtió 29 millones de pesos (unos 30.000 dólares) en la creación del Programa Beisbol Osos de Buin, con el propósito de incentivar el crecimiento del deporte a escala infantil. Son pocas las iniciativas para dar incentivo económico al deporte.
Los representantes de las ligas, de la federación y los atletas coinciden en que no hay voluntad para que el beisbol crezca de manera sostenida en el país andino. Además, hay un divorcio entre las dos federaciones que respaldan al beisbol adulto y ninguna atiende el desarrollo de las categorías infantiles.
̍«Hay muy poco apoyo», señala Frannhiel Pineda, quien recuerda que para los Juegos Panamericanos se construyeron dos estadios al sur de la ciudad. El proyecto daba esperanza a deportistas de alto rendimiento, y por supuesto, a los niños. Un par de meses después de la clausura de los juegos, se robaron la grama artificial y los estadios quedaron desmantelados por falta de vigilancia y abandono general. Ningún deportista pudo usar las instalaciones.
Lissette Cardona, periodista.
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