La lupa en la excepción

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El comercio electrónico es uno de los pocos sectores que se ha visto beneficiado por la pandemia del covid-19.

Fabiana Culshaw / 31 de agosto de 2020


 

En medio de la crisis sanitaria, Mercado Libre, la mayor plataforma de venta en línea de América Latina, pasó a tener un valor récord de mercado de más de 40.000 millones de dólares. La compañía reportó ingresos netos de 652,1 millones de dólares en el primer trimestre de 2020: un aumento de 38 por ciento con respecto al mismo período del año anterior. En plena pandemia, sus actividades se dispararon aún más, en forma sorprendente.

El fundador de Mercado Libre, el argentino Marcos Galperín, publicó en Twitter que entre el 24 de febrero y el 3 de mayo se agregaron cinco millones de nuevos compradores en línea a su plataforma regional, lo que representa 45 por ciento de crecimiento comparado con el mismo lapso en 2019. Mercado Pago también creció, en más de 45 por ciento.

Lo cierto es que las economías están hundidas, pero hay empresas de comercio electrónico con buenas ganancias. También pueden ser vistas como motores o dinamizadoras de la recuperación general. De ahí la importancia de poner el foco en qué hacen, y en cómo.

¿Cómo viven esta alza histórica? Jacobo Cohen Imach, vicepresidente senior de Asuntos Legales y Públicos de Mercado Libre, comentó desde Buenos Aires a la revista Marcasur que, sin duda, la marca se ha visto beneficiada, sobre todo en países como Argentina, Perú o Colombia, donde la cuarentena ha sido —o es— bastante más estricta, y en donde internet es prácticamente la única opción de compraventa.

«Esto marcó un punto de inflexión que no tiene marcha atrás», dijo Cohen Imach. Los consumidores descubrieron con mayor claridad que es fácil hacer compras en línea, que son confiables y generalmente más económicas que las presenciales. A su entender, a esta altura del confinamiento, la gente ya ha cambiado sus hábitos de consumo. Después de la pandemia, los consumidores seguirán comprando en línea, o en forma combinada con compras presenciales. «También nos encontraremos con un consumidor más responsable, que sabe qué comprar y qué no», agregó el abogado.

Las ventas de Mercado Libre subieron entre 60 y 120 por ciento durante la pandemia, según las categorías. Las de mayor salida fueron, al principio, alimentos y productos de salud e higiene, como alcohol, tapabocas, guantes sanitarios. Cuando la cuarentena avanzó, y la gente se dio cuenta de que estaría en su casa por más tiempo del pensado inicialmente, comenzó a necesitar más electrodomésticos, aparatos de fitness y artículos de oficina, e hicieron esas compras por internet.

Mercado Libre tiene presencia en 18 países de América Latina y está integrada por 8.000 personas. Desde que irrumpió el coronavirus, ha contratado a 500 personas en la región y lo seguirá haciendo hasta fin de año, según anunció. Sus centros de almacenamiento se ubican en Argentina, Brasil, México y está abriendo algunos nuevos en otros países.

La compañía ha crecido en la región desde su creación en Argentina. Sus mayores innovaciones ocurrieron en logística y almacenamiento. En los últimos años pasó a ofrecer créditos a los consumidores, créditos a las pymes y, con la masificación de los medios de pago digitales, Mercado Pago se convirtió en un valor estratégico del negocio.

La empresa cuenta con una fuerte plataforma tecnológica y eso permitió que, durante la pandemia, todo el personal pudiera trabajar desde sus casas, en los distintos países, de un día para otro. Pero la preparación no fue de un día para otro. Son años y años con una meta clara y muchísima inversión en infraestructura tecnológica puertas adentro y de cara al consumidor para que esto pudiera suceder.

 

Programa de protección

Mercado Libre ha trabajado en el Programa de Protección de Propiedad Intelectual (PPPI). Es una plataforma que consiste, básicamente, en otorgar a los titulares de marcas la posibilidad de buscar y chequear si los productos que se venden en línea infringen derechos de marca y, si es así, notificarlo cuanto antes.

«La tecnología es fundamental, hay inteligencia artificial, hay disrupciones. Nosotros queremos seguir ofreciendo servicios de compraventa cada vez más seguros. Combatimos las falsificaciones de productos y estamos del lado de los derechos de las marcas», dijo Cohen Imach. Las empresas en general suelen desembolsar grandes sumas para detectar falsificaciones de sus marcas y denunciarlas. Mercado Libre entiende que este tema es vital en su negocio y ofrece protección en forma gratuita.

¿Dónde queda Venezuela en el contexto de una América Latina en línea, dado que es un país donde se ha elevado el índice de contagios de covid-19 en las últimas semanas y en el que el internet es discontinuo? Hoy la mayoría de los países de la región definieron el comercio electrónico como una actividad esencial. Veremos cómo sigue la historia; siempre con cierta distancia, como indican los protocolos sanitarios, claro.


Fabiana Culshaw, periodista y psicóloga empresarial.