Los bonos perpetuos revisitados

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George Soros propuso que el gobierno británico emitiese bonos perpetuos para ayudar al nuevo primer ministro a dar un mensaje a los mercados financieros internacionales de su capacidad para sacar a su país de una gran crisis económica y de credibilidad.


Un bono a perpetuidad es un instrumento de renta fija que paga intereses (cupones) anualmente y no tiene fecha de vencimiento establecida. En teoría es una deuda que podría cancelarse en algún punto remoto en el infinito. Los gobiernos emisores se reservan el derecho a rescatarlos en cualquier momento.

La primera referencia histórica de importancia sobre este tipo de instrumentos se ubica en el Reino Unido en 1752, cuando se emitieron por orden del primer ministro de entonces, Sir Henry Pelham, quien también era ministro de Finanzas (chancellor of the Exchequer). Medio siglo después volvieron a utilizarse para consolidar las deudas adquiridas para financiar las guerras napoleónicas.

En el mundo financiero se ha mantenido la percepción de que tales bonos deben emitirse en situaciones de gran complejidad político-económica. No es de extrañar que Sir Winston Churchill haya echado mano de ellos, en 1927, para refinanciar los bonos de guerra emitidos en 1917, en el escenario de la Primera Guerra Mundial.

George Soros, el conocido inversionista y filántropo húngaro-estadounidense, propuso recientemente al gobierno británico considerar la emisión de bonos perpetuos. El objetivo es ayudar al nuevo primer ministro, Rishi Sunak, a dar el mensaje a los mercados financieros internacionales de que él es un profesional competente y tiene todo lo que hace falta para sacar adelante a su país, sumergido en una gran crisis económica y de credibilidad.

Si se habla del Reino Unido en la tercera década del siglo XXI, y no de una república bananera de texto de macroeconomía, ¿por qué un primer ministro debe mostrar que tiene las competencias para ejercer su cargo? ¿Cuál es el verdadero mensaje que Soros envía con su sugerencia? Principalmente, que la situación de ese país es tan compleja como las vividas en el pasado, cuando hubo que atender importantes conflictos bélicos. Pero, ¿cuál situación requiere una gran cantidad de dinero pagadera en el infinito?

La respuesta es que en el Reino Unido no se cree en la capacidad de su dirigencia política para atender una crisis financiera que está a punto de estallar. Sunak necesita distanciarse del programa de reformas financieras promovido por su antecesora, Liz Truss, que carecía de toda racionalidad económica. Unas medidas de austeridad podrían ayudarle en esta labor. Pero ¿puede el primer ministro jugar a la austeridad cuando enfrenta un gran déficit de viviendas para menores de cuarenta años y un sistema de pensiones descapitalizado?

Es en un escenario tan retador como el actual cuando los bonos perpetuos entran en acción. Soros reconoce que tales títulos deberán emitirse a tasas altas. Pero esa es una desventaja que puede corregirse con el tiempo si en un futuro se redimen las emisiones de alto costo financiero, cuando las tasas de interés sean menores, y si se emiten nuevas series de bonos perpetuos, tal como hicieron Pelham y Churchill.

Al no tener que pagar el valor al vencimiento de la deuda, las finanzas públicas se ven aliviadas. El dinero recaudado por la venta de los bonos perpetuos podría destinarse a la construcción de vivienda pública y a impulsar la industria de la construcción.

Las tasas de interés están subiendo en el Reino Unido para tratar de frenar la reciente escalada inflacionaria. Simultáneamente, el Banco de Inglaterra está reduciendo su balance general con la venta de los papeles del Tesoro (gilts) que compró en la década anterior como mecanismo de inyección de liquidez a la economía para paliar la crisis financiera del momento.

Los movimientos del Banco de Inglaterra causan un impacto negativo en el valor de las carteras de gilts, de las que los grandes fondos de pensiones ingleses son propietarios, debido al aumento simultáneo de las tasas de interés y la reducción de su programa de compra de títulos valores. Al aumentar las tasas de interés, los precios de los bonos caen; y al reducirse la liquidez del mercado inglés de renta fija por la ausencia de un gran comprador, los fondos de pensiones reciben precios menores por los títulos que eventualmente deben vender.

La incertidumbre creada por las acciones que podría emprender el Banco de Inglaterra en el futuro deteriora el valor de la cartera de inversión de los fondos de pensiones ingleses, que acumularon importantes pérdidas durante el breve gobierno de Truss. En la medida en que el Banco de Inglaterra aumenta las tasas de interés también incrementa las pérdidas no realizadas en su propia cartera de gilts, que espera liquidar en los próximos años para cumplir su meta de reducir su balance general y revertir las medidas tomadas para atender la crisis financiera de 2007-2009 y los auxilios de la pandemia.

Soros propone que el Departamento del Tesoro inglés emita unos papeles de renta fija a corto vencimiento, y los cambie por los bonos gilts que posee el Banco de Inglaterra. Tales instrumentos, al ser de menor duración, ocasionan menos pérdidas al banco central inglés. El Departamento del Tesoro retiraría los gilts que recibiría a cambio de los títulos de corto plazo, y los sustituiría por bonos perpetuos que en un futuro se refinanciarían.

Al reducir las pérdidas de su cartera gracias a este trueque, el Banco de Inglaterra podría relajar algunas de sus políticas y bajar los temores de los administradores de los fondos de pensiones. Con la emisión de los bonos perpetuos, el Departamento del Tesoro obtendría un beneficio adicional: crear un mercado secundario de títulos de deuda basados en un instrumento único, que tendría mayor liquidez de la que hoy gozan los gilts de vencimiento a largo plazo. Tal medida beneficiaría a las carteras de inversión de los fondos de pensiones, que sustituirían los gilts por estos nuevos instrumentos más líquidos.

Soros se ha dedicado desde hace un par de años a promocionar la resurrección de los bonos perpetuos. Considera que la oportunidad es única para fortalecer al nuevo primer ministro Rishi Sunak y atender los problemas de liquidez del mercado secundario de bonos gubernamentales. Sin embargo, su propuesta hasta ahora no ha tenido acogida. ¿Volverán los bonos perpetuos a escena?


Carlos Jaramillo, director académico del IESA.

Este artículo se publica en alianza con Arca Análisis Económico.

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