Los superinversionistas

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Fotografía: Mohamed Hassan / Pixabay,

El pasado mayo se cumplieron 36 años del famoso artículo de Warren Buffett para conmemorar los cincuenta años del libro de Graham y Dodd, para muchos la Biblia del análisis financiero. El artículo tiene un valor inconmensurable para los seguidores de la inversión en valor, sobre todo en estos tiempos cuando se dice que está en sus últimos días.


Los superinversionistas de Graham y Doddsville es un artículo basado en el discurso que pronunció Warren Buffett (1984) en la conmemoración de los cincuenta años de la publicación de Security analysis, el libro de Benjamin Graham y David Dodd (1934). Buffett cuestiona la idea de que los mercados de valores son eficientes, con base en un estudio de siete fondos de inversión exitosos que generaron rendimientos por encima del mercado. Todos estos fondos fueron administrados por exalumnos de Graham, siguiendo la estrategia de inversión en valor plasmada tanto en Security analysis como en The intelligent investor (Graham, 1949).

Buffett comienza preguntando si realmente estaba desactualizado el enfoque de Graham y Dodd: “buscar valores con un margen de seguridad significativo en relación con los precios”. Argumenta que muchos profesores —autores de libros sobre los mercados financieros— decían que sí y que el mercado de valores era eficiente; es decir, los precios de las acciones reflejan todo lo que se sabe sobre las perspectivas de una empresa y sobre el estado de la economía. Además, no hay acciones infravaloradas, pues hay analistas inteligentes que utilizan toda la información disponible para garantizar precios indefectiblemente apropiados. Los inversionistas que parecen ganarle al mercado año tras año son, simplemente, afortunados.

“Bueno, tal vez” dijo Buffett, pero instó al público a conocer un grupo de inversionistas que, año tras año, habían superado al índice de acciones Standard & Poor’s 500. La hipótesis de pura casualidad es, al menos, digna de ser examinada, afirmó.

 

El factor común de los superinversionistas

Estos inversionistas exitosos tuvieron un patriarca intelectual común: Benjamin Graham. No era que simplemente hacían lo mismo de la misma manera. Todos tenían fórmulas muy diferentes, pero poseían un registro combinado que simplemente no podía ser explicado por la casualidad. El tema intelectual común de los superinversionistas es el siguiente: buscar discrepancias entre el valor de un negocio y el precio de las participaciones de ese negocio en el mercado.

Explotaban esas discrepancias, sin preocuparse por la teoría del mercado eficiente. Además, según Buffett, cuando los empresarios compran empresas, lo que hacen los inversionistas mediante las acciones, no toman su decisión pensando en qué día de la semana iba a ocurrir la transacción o cuanto valdría la empresa una semana después.

Nuestros inversionistas, no hace falta decirlo, no discuten la beta, el modelo CAPM o la covarianza de los rendimientos de los valores. Estos no son temas que les interesen. De hecho, la mayoría de ellos tendría dificultades para definir esos términos. Estos inversionistas simplemente se centran en dos variables: precio y valor (Buffett, p. 7).

Buffett había seleccionado a estos inversionistas de acuerdo con su marco para la toma de decisiones. Sabía lo que les habían enseñado y, además, tenía algún conocimiento personal de su intelecto y temperamento. Aunque difieren enormemente en estilo, estos inversionistas están siempre comprando el negocio, no comprando las acciones. Su actitud, sea que compren todo o parte del negocio, es la misma. Algunos tienen carteras con docenas de acciones; otros se concentran en un puñado. Pero todos explotan la diferencia entre el precio de mercado de un negocio y su valor intrínseco.

 

La vigencia intemporal de la inversión en valor

Buffett concluye afirmando que algunos teóricos “más comerciales” se preguntarán por qué escribía este artículo: “Sólo puedo decirles que el secreto ha sido revelado desde hace 50 años, desde que Graham y Dodd escribieron Security analysis, pero no he visto ninguna tendencia hacia la inversión de valor en los 35 años que la he practicado” (Buffett, p.p. 14-15).

Buffett hizo tres notas secundarias sobre la teoría de la inversión en valor. Primero, subrayó el postulado de Graham-Dodd: cuanto mayor sea el margen entre el precio de las acciones subvaloradas y su valor, menor es el riesgo de los inversionistas. Por el contrario, a medida que el margen se hace menor los riesgos aumentan. En segundo lugar, los rendimientos potenciales disminuyen con el aumento del tamaño del fondo, a medida que disminuye el número de acciones infravaloradas. Por último, un individuo acepta la estrategia de inversión en valor a primera vista o nunca la acepta, independientemente de la formación y los ejemplos de otras personas:

Parece haber una característica humana perversa a la que le gusta hacer difíciles las cosas fáciles… es probable que continúe de esta manera. Los barcos navegarán alrededor del mundo, pero la Sociedad de la Tierra Plana florecerá… y aquellos que lean a Graham y Dodd continuarán prosperando (Buffett, p. 15).

 

Referencias

  • Buffett, W. (1984). The Superinvestors of Graham-and-Doddsville. Hermes, the Columbia Business School Magazine. https://www8.gsb.columbia.edu/sites/valueinvesting/files/files/Buffett1984.pdf
  • Graham, B. (1949). The intelligent investor.
  • Graham, B. y Dodd, D. (1934). Security analysis. McGraw-Hill.

José Miguel Farías, gestor de fondos de Arca Asset Management y gerente de Mercado de MasValor Casa de Bolsa, S.A. Twitter: @Jmfariasu