Cuanto más crédula y frustrada sea una persona, y cuanto más crisis haya en su entorno, más factible que caiga en mentiras virales.
«Una mentira repetida mil veces se convierte en verdad» fue uno de los once principios del ministro de propaganda de Hitler (Joseph Goebbels). Hoy se crean corrientes de opinión mediante la manipulación de las redes sociales, que multiplican en segundos las «noticias» como virus. Un futbolista mediático fue acusado de recortar el escudo nacional de su camiseta: esta mentira le dio la vuelta al mundo antes de acabar el partido. Las redes se han vuelto una poderosa herramienta demagógica. En 2016, tres votaciones importantes implicaron flagrantes mentiras virales: la salida de la Gran Bretaña de la Unión Europea (Brexit), el acuerdo de paz en Colombia y la elección de Trump. ¿Es algo nuevo, que amenaza la democracia y viene de una cultura superficial y de apariencias?
Vivimos en burbujas más o menos cerradas: escogemos periódicos, canales, parejas, amigos, con semejantes intereses e ideas. Adicionalmente, los medios electrónicos introducen cookies que, tras observar lo que hace cada uno, envían publicidad y noticias congruentes: un proceso puramente automático que refuerza la burbuja.
Hay diferentes tipos de burbujas. Quienes caen en las mentiras virales suelen ser ingenuos, poco informados, necesitados de verdades absolutas y simples… y de caudillos autoritarios megalómanos que van a mejorar el mundo culpando a otros (judíos, musulmanes, mexicanos, gays…). Otra burbuja y grupo diferente forman quienes escuchan opiniones diversas y desarrollan su criterio: un ideal de ciudadano democrático que también está en su burbuja, pero es crítico y no cae en mentiras. Cuanto más crédula y frustrada sea una persona, y cuanto más crisis haya en su entorno, más factible que caiga en mentiras virales.
«Cuando el río suena, piedras lleva» era el dicho que detestaba mi abuelo: «Eso refuerza las calumnias», decía indignado. En esa época también había maledicencia, soterrada, sin redes sociales. Antes y ahora han existido esos grupos que, como Goebbels, tienen mentalidades autoritarias, simplistas, que en situaciones de crisis quieren imponer su rabia, odio y frustración con quienes son diferentes. Estos han sido y serán los sujetos y las víctimas de la mentira viral.
Enrique Ogliastri, profesor de IE University (Madrid).