Mercados financieros internacionales: lo que deja 2019

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Ilustración: Mohamed Hassan / Pixabay

¿Qué deja 2019? Tres tendencias para las próximas décadas: el entorno de inversión es más relevante que nunca, la guerra comercial chino-estadounidense apenas comienza y los fondos pasivos llegaron para quedarse.

Carlos Jaramillo / 19 de diciembre de 2019


 

Faltan menos de dos semanas para que se acabe el año 2019. Ahora lo que queda es recoger las impresiones finales de un año muy rentable para las principales familias de activos financieros denominados en dólares. Este año deja tres tendencias que actuarán en las próximas décadas.

 

El entorno de inversión es más relevante que nunca o la salida a bolsa de Aramco

Luego de casi cuatro años, finalmente el pasado 5 de diciembre la empresa petrolera saudí anunció la colocación de 1,5 por ciento de su capital accionario, en la que ha sido hasta la fecha la mayor oferta pública inicial de la historia. Sin embargo, lo más relevante no es el tamaño de la transacción bursátil, sino el hecho de que muchos inversionistas institucionales hayan dejado constancia, al evitar comprar la acción, de que el respeto de los derechos civiles, el cumplimiento de las buenas prácticas de gobierno corporativo y la seguridad jurídica son condiciones indispensables para atraer capitales internacionales. Se espera que en los próximos años las presiones para lograr cambios sociales y el respeto al medioambiente se hagan sentir con mayor fuerza en los circuitos de financiamiento internacional.

 

La guerra comercial chino-estadounidense apenas comienza

Este es apenas el comienzo de un ciclo de enfrentamientos por el liderazgo de la economía mundial. Si bien es probable que al calor de la contienda electoral de Estados Unidos en noviembre de 2020 se hagan algunas concesiones menores entre las partes, los grandes puntos de desencuentro —la apertura del mercado financiero chino a los bancos estadounidenses y el respeto a la propiedad intelectual de las empresas occidentales que quieren hacer negocios en China— seguirán formando parte de una agenda de negociación que puede durar años. China puede cambiar el panorama de las relaciones internacionales al ejecutar su plan de largo plazo de desarrollar una zona de influencia donde se comercie en yuanes y se usen sus tecnologías para atender la vasta clientela del sureste asiático, buena parte de África y Latinoamérica. Una respuesta contundente a este plan por parte de Estados Unidos y la Unión Europea se gesta en este momento y debe ver la luz en los próximos dos años.

 

Los fondos pasivos llegaron para quedarse

El pasado mes de junio se publicaron los resultados del desempeño financiero de los últimos diez años de sesenta fondos de inversión que manejan los patrimonios de las principales universidades estadounidenses. Para sorpresa de muchos, estas instituciones que representan la vanguardia de la inversión institucional no lograron retornos superiores a los de un fondo pasivo que replique la composición del S&P 500. Si bien el resultado de una década no es suficiente para concluir sobre la efectividad del uso de fondos de cobertura y fondos de capital privado en el manejo de carteras institucionales, sí quedó claro que muchos inversionistas —sin el largo horizonte de inversión de una gran institución— colocarán sus recursos en fondos que replican carteras clásicas de acciones y bonos. Quizá dejen de percibir los retornos prometidos por los más avanzados gerentes de inversión del mundo, pero lograrán una importante reducción del costo del manejo de sus activos, lo que también incide en la rentabilidad neta de sus inversiones.

Con la inevitable proliferación de fondos pasivos se abrirán dos grandes líneas de discusión: 1) el impacto de esos fondos en la liquidez de las acciones de las empresas en las que invierten, porque compran las acciones con la intención de mantenerlas mientras formen parte del índice de referencia, independientemente del desempeño de las empresas; y 2) ¿estarán estos fondos interesados en formar parte de los gobiernos de las empresas en las que invierten? Ejercer funciones de gobierno obliga a incurrir en costos de supervisión y les quita competitividad como prestadores de servicios.

El estudio del impacto de los fondos pasivos en el funcionamiento de los mercados de oferta pública es muy reciente, pero aparecen contantemente nuevos aportes. Aún no se han producido grandes conclusiones, pero mucha gente trabaja en esa dirección, debido a las grandes cantidades de dinero vinculadas con las estrategias de inversión pasiva.

 

El año que viene

El año 2020 será complejo. Luego de un año de excelente desempeño financiero para los mercados internacionales, como fue 2019, siempre se espera una pausa en el alza de los títulos financieros. ¿Podrá la economía estadounidense continuar creciendo un año más? ¿Repetirá Donald Trump en la Casa Blanca? ¿Cómo reaccionarían los inversionistas internacionales a un presidente del Partido Demócrata? ¿Qué se traerán entre manos los camaradas chinos? Si todo sale bien, compartiremos las respuestas a estas y muchas otras preguntas en las cincuenta columnas semanales que esperamos sean publicadas por Debates IESA en 2020. Felices fiestas.


Carlos Jaramillo, director académico del IESA.

Este artículo ha sido publicado en alianza con Arca Análisis Económico.

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