Notas estructuradas: una opción adicional

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Fotografía: Pixabay.

Las notas estructuradas fueron diseñadas para incrementar los rendimientos de las carteras de inversión. Combinan activos subyacentes (acciones, bonos o índices) con componentes derivados y ofrecen mayores rentas que los activos convencionales. Pero es importante conocer sus ventajas y sus riesgos.

Claudia Martínez y Gioconda Bolinches / 18 de marzo de 2019


Un inversionista permanece atento a la aparición de oportunidades para mejorar la tasa de retorno de sus inversiones. De allí que siempre pase revista a los rendimientos de los activos convencionales de inversión (bonos y acciones). Pero la mayoría de las veces no consigue en ese mercado la ganancia que desea.

En la última década el mercado bursátil estadounidense rentó anualmente un promedio de 14,29 por ciento; sin embargo, el año pasado arrojó una pérdida de 5,23 por ciento, medido por el S&P 500. En ese año se experimentó una volatilidad (variación de precios) no vista desde 2008; una circunstancia que recordó a propios y extraños la esencia y el rasgo característico de las acciones. Durante ese mismo lapso, los retornos de la renta fija (bonos) disminuyeron en promedio, como consecuencia del dinero inyectado en la economía tras la crisis de 2008. Fijar como objetivo el mantenimiento de tasas cercanas —o iguales— a cero incentivó la emisión de deuda corporativa, dado que brindaba a las empresas la posibilidad de levantar capital a bajo costo. En 2017, el monto emitido en deuda corporativa alcanzó 1,65 billones de dólares (el mayor valor en dos lustros), y en 2018 fue 1,33 billones.

Hoy el bono del Tesoro con vencimiento a diez años ―activo sin riesgo― renta 2,65 por ciento. El promedio de los bonos de grado de inversión medido por el índice ICE BofAML US Corporate BBB Effective yield es 4,37 por ciento. Los bonos de alto rendimiento, medido por el índice ICE BofAML US High Yield Master II Effective yield, paga 6,05 por ciento. En conjunto, los rendimientos ofrecidos no son llamativos para muchos inversionistas. Los inconformes acuden a sus asesores de inversión para informarse acerca del mundo de los instrumentos financieros no convencionales. Una opción que siempre resalta es la de los llamados productos estructurados.

Los productos estructurados son inversiones que combinan activos subyacentes ―acciones, bonos, materias primas e índices― con un componente derivado ―futuros, opciones, swaps― y ofrecen una renta atractiva al inversionista. Tienen un carácter híbrido, porque presentan características de un bono ―ofrecen flujo de caja― y en determinadas condiciones pueden obligar al inversionista a cambiar el capital invertido por el activo subyacente: una combinación de certificado de depósito a plazo con la venta de un put. Por ser compuestos en su configuración, limitan el potencial de pérdidas y ganancias según parámetros preestablecidos. Algunos preservan el capital y otros brindan la participación preestablecida de un activo de renta variable. Hay también los que garantizan un porcentaje de capital, aunado a la revalorización de una cesta de activos. Están, además, los que protegen el capital frente a un porcentaje de pérdidas en una canasta de activos y garantizan el pago de un cupón.

Las notas estructuradas tienen un carácter híbrido: ofrecen flujo de caja y pueden obligar al inversionista a cambiar el capital invertido por el activo subyacente (una combinación de certificado de depósito a plazo con la venta de un put).

Los productos estructurados son protagonistas en las carteras de los inversionistas que, para obtener mayores rentas, están dispuestos a comprar instrumentos pensados para limitar la volatilidad de los instrumentos de alto riesgo: ofrecen mayor rentabilidad que la renta fija o incluso que el mercado de renta variable. Tal sería el caso de una nota estructurada multi barrier reverse convertible de tres acciones con barrera europea de 30 por ciento y vencimiento de 12 meses, cupón de 9 por ciento anual (frecuencia mensual) y observación autocall al ciento por ciento a partir del cuarto mes. ¿Cómo puede entender un inversionista sin erudición financiera un instrumento con una denominación tan larga y precisa? Es necesario aclarar algunos conceptos.

  • Activos subyacentes: activos que componen la nota estructurada; por ejemplo, acciones de Facebook (FB), Citigroup (C) y CVS Health (CVS).
  • Plazo de la inversión: tiempo de vigencia de la nota; por ejemplo, doce meses.
  • Ingreso: flujo de caja ofrecido, acumulativo o distributivo; por ejemplo, ingresos distributivos pagados mensualmente.
  • Cupón: tasa de interés ofrecida a los inversionistas; por ejemplo, 9 por ciento anual y pagada mensualmente.
  • Observación: revisión de precios de los activos subyacentes a una fecha predeterminada; por ejemplo, a partir del cuarto mes para garantizar la recepción de los beneficios (cupón o interés) a los inversionistas.
  • Autocall al ciento por ciento (autocall barrier): límite superior de la nota (si al momento de la observación de la nota todos los activos subyacentes se cotizan por encima del valor comprado se procederá a «levantar» la nota y se redimirá al ciento por ciento). El inversionista recibirá su capital invertido más los cupones que haya acumulado por el tiempo de vigencia de la nota.
  • Límite inferior (protection barrier): porcentaje máximo de caída de los activos; por ejemplo, 30 por ciento.
  • Capital invertido. Existen dos tipos de notas estructuradas en cuanto a la preservación del dinero invertido: protección total y protección condicionada (de barrera europea o de barrera americana). Cuando la barrera es americana, la nota caduca cuando algún activo subyacente cae al porcentaje establecido. Cuando la barrera es europea (como en el ejemplo), la nota estructurada no puede ser redimida antes de la fecha de vencimiento, aunque se haya registrado en el precio del activo una caída superior al límite inferior establecido. Esto implica que luego del vencimiento de la nota sería cuando se podría verificar si algún activo perdió efectivamente el porcentaje establecido (protection barrier) o incluso más. El inversionista recibe la totalidad del capital invertido en la acción que perdió determinado monto o la que registró el peor desempeño por encima del porcentaje establecido.

Los productos estructurados son protagonistas en las carteras de los inversionistas que, para obtener mayores rentas, están dispuestos a comprar instrumentos pensados para limitar la volatilidad de los instrumentos de alto riesgo.

En el ejemplo, la barrera es europea al 30 por ciento. Esto quiere decir que si algún activo subyacente (Facebook, Citigroup, CVS Health) cae 30 por ciento o más durante los próximos doce meses la nota no podrá ser redimida. Pero, si en el momento de la observación del último mes de vigencia de la nota (el mes doce) una de las tres acciones experimenta una caída del 30 por ciento o superior, el inversionista recibirá la acción que haya tenido peor desempeño al precio inicial de cuando se emitió la nota.

Cuando no se registran eventos de barrera (alza o caída de activos subyacentes) el inversionista termina disfrutando un ingreso en cada observación efectuada (un cupón mensual en el ejemplo) y obtiene a la fecha de vencimiento la devolución de su capital. Si en el ejemplo propuesto ocurre un evento de barrera, los inversionistas reciben una redención temprana (autocall barrier): el cupón por el número de meses establecidos más la devolución del capital. Si aplica la protección de barrera europea, los inversionistas reciben los cupones por doce meses y, luego del vencimiento, las acciones que hayan tenido el peor desempeño del porcentaje establecido (30 por ciento) o superior.

La nota estructurada es un activo ideal para catalizar los rendimientos de las carteras de inversión. Pero hay que prestar atención a los siguientes factores de riesgo:

  • Reputación del emisor: al comprar este tipo de activos se asume el riesgo del emisor; por ende, la credibilidad del emisor es muy importante.
  • Liquidez: únicamente se puede salir del activo si existe un comprador interesado; de no existir, puede que el activo no se venda a un precio razonable en el mercado.
  • Riesgo de mercado: no conviene subestimar la posibilidad de que el precio del activo no se comporte según las expectativas más optimistas.
  • Riesgo de moneda: si el activo subyacente está denominado en una moneda foránea los inversionistas aceptan de manera indirecta una eventual pérdida de valor, así el precio del producto varíe de manera positiva.

Indudablemente, las notas estructuradas son activos que complementan las carteras de inversión diversificadas, junto con acciones y bonos. Incluso pueden ofrecer retornos positivos, cuando los resultados de algunos referentes del mercado, como los índices, sean negativos. También ofrecen flexibilidad, porque se ajustan a cualquier estrategia personal de inversión. Pero algunos consideran que entrañan un alto costo en comparación con sus beneficios. Lo interesante es que en el mercado se encuentra de todo y para todos.


Claudia Martínez, ejecutiva de cuenta de inversiones de Kapital Consultores. Gioconda Bolinches, representante registrada en Portfolio Resources Group y consultora externa de Lifeinvest Asset Management