Covid 19: nuevas oportunidades para la industria de la salud

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Fotografía: Leo2014 / Pixabay

El impacto de la pandemia en los mercados financieros internacionales depende de cómo se financien los planes de asistencia de los gobiernos y cuáles oportunidades de negocios surjan. En el sector salud se han hecho evidentes algunas oportunidades de negocios a raíz de la pandemia.

Carlos Jaramillo / 22 de octubre de 2020


 

La covid-19 ha dejado en evidencia, una vez más, que el sistema de salud de Estados Unidos está lejos de ofrecer a la población la cobertura que ofrecen otros países desarrollados de Europa y Asia y que, para que esa cobertura sea posible, es necesario abaratar los costos de atención. Adicionalmente, en el interés de acelerar la obtención de tratamientos y vacunas para el virus, se han hecho importantes reflexiones sobre el funcionamiento de los protocolos que permiten lograr la aprobación de las innovaciones médicas sin poner en riesgo la salud de los pacientes.

Atender a los pacientes con covid-19 creó la disyuntiva de tener que poner de lado el cuidado de otros enfermos, en particular los que sufren enfermedades crónicas. De allí que algunas empresas comenzaron a proponer soluciones virtuales que abarcan desde las visitas de los representantes de ventas a los médicos y otros actores encargados de la selección y compra de medicamentos, hasta la sustitución de las consultas médicas presenciales por consultas por internet.

La disminución de las interacciones presenciales entre galenos, pacientes y asesores ayuda a aumentar el número de pacientes atendidos por los profesionales de la medicina, por lo que se abre el compás para que las empresas de seguros obtengan un mayor volumen de servicios por el mismo precio. Asimismo, se abre la posibilidad de que otras empresas entren en el juego con ofertas de servicios de laboratorio a domicilio, sesiones de terapias y cuidados básicos, que hoy ofrecen los hospitales a mayores precios debido a la falta de competencia.

Las compañías farmacéuticas están encontrando que medicamentos desarrollados para otras afecciones pueden adaptarse para atender a los enfermos de covid-19, lo que indudablemente mejora la proposición de valor de estas compañías. Es de esperarse un efecto cruzado en el que procedimientos y medicamentos desarrollados para la atención de virus se extiendan al tratamiento de afecciones cardiacas, renales y pulmonares. Las manipulaciones genéticas que se realizan sobre las proteínas del coronavirus revelarán mecanismos de múltiples usos en la industria farmacéutica.

Una vez que se encuentren las vacunas contra la covid-19, la masificación de su producción abrirá oportunidades a empresas farmacéuticas, pues los grandes laboratorios tercerizarán parte de su producción. Lo mismo sucederá con los productores de jeringas, pruebas para diagnosticar la presencia de la enfermedad y otros implementos usados en los planes de vacunación masiva.

Se están produciendo transformaciones en el modo como los inversionistas profesionales conceptualizan su participación en el financiamiento de actividades de investigación y desarrollo. Por un lado, estos fondos empiezan a identificar el tamaño del mercado de medicinas y aplicaciones que se desarrollará gracias a los avances que se producirán con la pandemia. Por otro lado, la presencia de nuevas fuentes de financiamiento y la formación de alianzas entre inversionistas, farmacéuticas y empresas productoras de tecnologías médicas crearán sinergias que permitirán ejecutar en menor tiempo muchos ensayos requeridos para desarrollar nuevos medicamentos, tratamientos y equipos especializados usados en este sector de actividad.

Una mayor presencia de inversionistas institucionales en las fases iniciales de estos desarrollos permite transmitir información y prácticas gerenciales a las que las pequeñas empresas productoras de tecnología no tienen acceso directo por su limitada escala. Las alianzas también ponen presión sobre los organismos reguladores para revisar los protocolos de aprobación de medicamentos y así reducir algunos tiempos de espera o liberar el uso de tratamientos experimentales en casos de extrema urgencia.

Los pequeños inversionistas tienen limitadas sus posibilidades de participación a empresas que ya cotizan en bolsa, bien sea con inversiones en títulos individuales o en ETF y fondos mutuales especializados, en una amplia gama que abarca desde la producción de medicamentos hasta la prestación de atención cotidiana a pacientes crónicos. Los fondos de capital privado tomarán buena parte del negocio, simplemente porque tienen capacidad para acercarse antes que nadie a quienes en este momento desarrollan el conocimiento que dará forma al sector salud de la próxima década.


Carlos Jaramillo, director académico del IESA.

Este artículo ha sido publicado en alianza con Arca Análisis Económico.

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