El segundo mandato de Donald Trump marca la reapertura de un debate que, en apariencia, habían ganado los defensores de la sostenibilidad. Su contrarreforma climática redefine las prioridades de Estados Unidos. Hoy diversas fuentes periodísticas, institucionales y académicas ofrecen argumentos a favor y en contra de la sostenibilidad.
En el debate sobre la sostenibilidad y la economía pueden identificarse, entre otros, los siguientes seis temas: 1) el cambio climático, 2) la crisis ecológica y el capitalismo, 3) la sostenibilidad y el crecimiento económico, 4) la sostenibilidad y el crecimiento de los países en desarrollo, 5) la causa natural del cambio climático y 6) la sostenibilidad como lujo.
El cambio climático
El cambio climático no existe
Desde los orígenes de la Tierra, el clima ha pasado por períodos naturales de calentamiento o enfriamiento. Se sabe que son varias las eras de hielo y de calentamiento que han ocurrido a lo largo de millones de años, antes de que existieran los humanos. Uno de esos cambios naturales ocurrió entre los siglos XIV y XIX en lo que los científicos llaman la «pequeña era de hielo», una época en la que se expandieron los glaciales montañosos por una caída global de las temperaturas. Este período de calentamiento es parte de esa secuencia. Ahora bien, hay un problema de perspectiva, pues si se toman como referencia las dos últimas décadas, los datos pueden conducir a una conclusión equivocada.[1]
Las altas temperaturas pueden ser beneficiosas, aunque muchos no estén de acuerdo. La llamada «Cálida Medieval» fue un período con temperaturas mayores que las actuales, que permitieron un estilo de vida diferente y el florecimiento de la agricultura en Europa. Durante la Cálida Medieval, la temperatura favoreció la construcción de catedrales y el crecimiento de viñedos en el norte de Inglaterra. Ese período es un ejemplo de prosperidad y riqueza.[2]
El aumento de la cantidad de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera beneficia a las plantas, por lo que el calentamiento global no es tan malo como dicen los científicos. Según Lamar Smith (representante republicano de Texas), «una mayor concentración de dióxido de carbono en nuestra atmósfera ayudaría a la fotosíntesis, que a su vez contribuye a un mayor crecimiento de las plantas (…) Esto se correlaciona con un mayor volumen de producción y una mejor calidad de los alimentos».[3]
El cambio climático es real
Según el servicio climático de la Unión Europea, por primera vez desde 1850, en 2024 el calentamiento global superó 1,5 oC durante todo un año. Esto no significa que el mundo haya incumplido el Acuerdo de París, que compromete a reducir sustancialmente las emisiones globales de gases de efecto invernadero para limitar el aumento de la temperatura superficial promedio mundial a largo plazo (no en un año específico) a 1,5 °C.
António Guterres, secretario general de Naciones Unidas, sostiene que sobrepasar el límite de 1,5 °C en años concretos no significa que no se pueda alcanzar el objetivo a largo plazo. Sin embargo, «las temperaturas abrasadoras de 2024 nos obligan a adoptar en 2025 medidas climáticas pioneras. Todavía podemos evitar las peores consecuencias de la catástrofe climática, pero los líderes deben actuar, y deben hacerlo ya».[4]
Para Celeste Saulo, secretaria general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), «la historia del clima se está escribiendo ante nuestros ojos. No estamos hablando de solo uno o dos años de temperaturas récord, sino de una serie completa de diez años. Y esta ha ido acompañada de condiciones meteorológicas extremas de efectos devastadores, subida del nivel del mar y fusión de los hielos, circunstancias que se han visto exacerbadas por unas concentraciones sin precedentes de gases de efecto invernadero».[5]
Trevor Keenan, ecólogo del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, cuyo estudio indicó que las plantas habían aumentado la fotosíntesis con el incremento del CO2, afirma que «aunque [los escépticos] podrían utilizar los resultados para afirmar que el CO2 es bueno para las plantas, en realidad no están viendo el panorama completo (…) Las temperaturas extremas que esperamos ver debido al CO2 son sin duda perjudiciales para las plantas, debido al aumento de la mortalidad por sequía [y] al aumento de la frecuencia de los incendios en todo el mundo».[6]
La científica Frances Moore, profesora adjunta de Ciencia y Política Medioambiental en la Universidad de California Davis, afirma que, si bien las investigaciones demuestran que las plantas obtienen algunos beneficios al principio con el aumento del dióxido de carbono, ese beneficio empieza a saturarse después de que el gas alcanza un determinado nivel. «Cuanto más CO2 tienes, menos y menos beneficio obtienes».[7]
Crisis ecológica y capitalismo
La crisis ecológica global forma parte de la crisis sistémica del capitalismo
La lógica de maximización del beneficio del sistema capitalista y su orientación productivista conducen a la degradación del ambiente y el cambio climático. En consecuencia, se requiere un cambio de modelo económico: «Creo que, si no derrocamos el capitalismo, no tenemos ninguna posibilidad de salvar el mundo ecológicamente. Creo que es posible tener una sociedad ecológicamente sana bajo el socialismo. No creo que sea posible bajo el capitalismo» (Judi Bari, ecologista, 1949-1997).[8]
El capitalismo prioriza el capital y su protección. Los capitales financiero y manufacturero están protegidos por la doctrina capitalista; no así el capital natural. A menudo, para obtener ganancias inmediatas, el capitalismo moderno sobreexplota y contamina sistemas ecológicos cruciales para garantizar la sostenibilidad del planeta.[9]
Capitalismo y sostenibilidad son compatibles
Es posible integrar los principios del desarrollo sostenible dentro del sistema capitalista, y buscar un equilibrio entre el crecimiento económico, la responsabilidad social y la protección ambiental. Al Gore y David Blood publicaron en 2011 Un manifiesto para el capitalismo sostenible,[10] que definen como un marco para maximizar el valor económico a largo plazo, mediante la reforma de los mercados para satisfacer las necesidades reales, al tiempo que se integran indicadores ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en todo el proceso de decisión.
Cuando se gestiona el capital natural como cualquier otra forma de capital se incentiva su protección. La preservación de la naturaleza se concibe como una responsabilidad fiduciaria, que resulta clave para la gestión de riesgos de las empresas.[11]
Los detractores de la sostenibilidad, entre ellos Donald Trump, argumentan que su implementación es económicamente perjudicial. Plantean que puede ocasionar desempleo, aumentar costos y frenar el crecimiento económico.
Sostenibilidad y crecimiento económico
La sostenibilidad compromete el crecimiento económico
Los detractores de la sostenibilidad, entre ellos Donald Trump, argumentan que su implementación es económicamente perjudicial. Plantean que puede ocasionar desempleo, aumentar costos y frenar el crecimiento económico.
En la celebración del Día de la Tierra la Casa Blanca anunció que las políticas del gobierno de Trump se basan en la creencia de que los estadounidenses son los mejores administradores de sus vastos recursos naturales, sin necesidad de una «nueva estafa verde».[12] Por ello, entre esas políticas se encuentra la eliminación de regulaciones innecesarias que sofocan la innovación y aumentan los costos (como las normas restrictivas sobre emisiones para plantas de carbón y la implementación de la Ley Nacional de Política Ambiental).
Quizás el caso que mejor ilustra el dilema entre sostenibilidad y crecimiento económico es Guyana. El país actuaba como sumidero de carbono y captaba más emisiones de las que producía, gracias a la preservación de sus exuberantes selvas tropicales. De hecho, en 2009 firmó un convenio con Noruega, nación que pagó a Guyana para conservar sus bosques y, por lo tanto, captar carbono para compensar sus emisiones.[13]
Todo ha cambiado como consecuencia de la explotación petrolera. «Tenemos una pequeña ventana para sacar lo máximo posible», dice Bharrat Jagdeo, expresidente y actual vicepresidente de Guyana. Jagdeo no niega el cambio climático. Fue él, como presidente, quien cerró el acuerdo con Noruega. Pero también ha abrazado la industria petrolera. Y no es ningún misterio por qué: por ayudar a salvar el planeta, Guyana logró ganar unos 150 millones de dólares tras más de una década de trabajo. La industria petrolera produce varias veces esa cifra al año.[14]
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI) la economía de Guyana es la que más rápidamente crece en el mundo: un 62 por ciento en 2022 y un 37 por ciento en 2023. Todo gracias a la explotación petrolera. Sin embargo, ya se sabe que las emisiones de carbono en Guyana se han incrementado como consecuencia de la quema de gas, que ha transformado el país en un exportador de emisiones de carbono como consecuencia de la explotación de petróleo en alta mar.[15]
Sin sostenibilidad no habrá crecimiento económico
La crisis climática le cuesta al mundo un doce por ciento del producto interno bruto (PIB) por cada aumento de 1 C en la temperatura, según un estudio sobre los efectos macroeconómicos del cambio climático, de la Oficina Nacional de Investigación Económica de Estados Unidos (NBER).[16] El mismo estudio señala que el «costo social del carbono» podría rondar los 1.056 dólares por tonelada métrica de emisiones de dióxido de carbono. Según el portal Statista, las emisiones globales de carbono en 2024 fueron de aproximadamente 37.410 millones de toneladas métricas.[17]
Con unas pérdidas económicas anuales de tres por ciento del PIB Filipinas es hoy el país más afectado por los riesgos meteorológicos, en un grupo de 36 países analizados por el Swiss Re Institute, al tiempo que está expuesto a una alta probabilidad de intensificación de los peligros. Estados Unidos es el segundo país más expuesto. Con 97.000 millones de dólares (el 0,38 por ciento del PIB), el país experimenta las mayores pérdidas económicas en términos absolutos por fenómenos meteorológicos en todo el mundo y, al mismo tiempo, una probabilidad media de que los peligros se intensifiquen. Según el informe, las economías asiáticas de rápido crecimiento, como Tailandia, China, India y Filipinas, serían las más vulnerables.[18]
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), aunque las emisiones totales de América Latina y el Caribe representan menos del diez por ciento de las emisiones mundiales, la región es particularmente vulnerable al impacto del cambio climático debido a sus características geográficas, climáticas, socioeconómicas y demográficas. Sus activos naturales, como los bosques y la biodiversidad, son muy sensibles a ese cambio. Se calcula que, hacia 2050, el costo económico del cambio climático en la región representará entre el 1,5 y el 5 por ciento del PIB regional de 2015, por la suma de las pérdidas agrícolas y de generación hidroeléctrica, los vectores transmisores de enfermedades y los fenómenos extremos.[19]
Sostenibilidad y crecimiento de países en desarrollo
La sostenibilidad puede impedir el crecimiento de los países en desarrollo
El activismo ambiental ha evolucionado hasta convertirse en una fuerza poderosa que obstaculiza el progreso en los países en desarrollo al afectar su avance industrial. El ambientalismo ignora a menudo las necesidades humanas básicas.
Las políticas para combatir el calentamiento global pueden perjudicar a los más pobres del mundo al impedir su acceso a la energía y perpetuar la pobreza. La promoción de energías costosas es moralmente cuestionable, porque limita el desarrollo y el bienestar de estas comunidades. La falta de electricidad afecta de manera drástica las vidas de millones de personas al obligarlas a usar métodos de calefacción y cocción peligrosos, que causan enfermedades y muertes prematuras. Esto resalta la necesidad de fuentes de energía accesibles.
La dependencia de energías renovables como la solar y la eólica es problemática en regiones en desarrollo, donde estas opciones son costosas y poco confiables. El resultado es limitar la capacidad de desarrollo industrial.
Los países pobres son más vulnerables y tienen mayores dificultades para costear la adaptación al cambio climático
Los principales países productores de gases de efecto invernadero son las economías más industrializadas: Estados Unidos, China, el Reino Unido y los países europeos, entre otros. Pero las consecuencias climáticas afectan también a los países en vías de desarrollo, los que menos han contribuido a crear el problema. Los países ricos consumen seis veces más recursos y ocasionan diez veces más impactos climáticos que los países de ingreso bajo, según el Panorama de los recursos globales 2024, elaborado por el Panel Internacional de Recursos (IRP) de Naciones Unidas.[20]
En 2022 las necesidades anuales para cubrir los costos de adaptación al cambio climático superaban el uno por ciento del PIB en unas cincuenta economías de bajo ingreso y en desarrollo en los siguientes diez años, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). Esta organización advertía que los costos podrían ascender hasta un veinte por ciento del PIB en las pequeñas naciones insulares expuestas a ciclones tropicales y aumentos del nivel del mar.
La comunidad internacional puede ayudar a los países pobres y vulnerables a adaptarse, si le ofrece apoyo financiero y contribuye a su desarrollo institucional. «Al mundo le conviene garantizar que el cambio climático no ponga en peligro el desarrollo y la estabilidad en los países más pobres».[21]

La causa natural del cambio climático
El cambio climático es natural, o al menos su causa no es humana
The great global warming swindle (La gran estafa del calentamiento global) es un documental del británico Martin Durkin que causó controversia en el Reino Unido cuando se estrenó el 8 de marzo de 2007. El documental refuta el consenso prácticamente indiscutible de que la actividad humana es la causa el calentamiento global.
Según un grupo de científicos reunidos por el documentalista, todo lo que se ha dicho sobre el calentamiento global es probablemente falso. Estos científicos afirman que los seres humanos sí influyen en el clima, pero su efecto es infinitesimal en comparación con las enormes fuerzas naturales que constantemente empujan las temperaturas globales en una dirección u otra. El dióxido de carbono es un gas natural producido por varios procesos biológicos y geológicos. La mayor parte del CO2 en la atmósfera proviene de fuentes naturales, no humanas.
Los océanos tienen una memoria de cambios de temperatura que se extiende hasta diez mil años. Esto implica que los eventos climáticos pasados pueden influir en el clima actual. El calentamiento del océano ha sido gradual, con la mayor parte del aumento de temperatura registrado antes de 1940. Esto sugiere que factores naturales han tenido un papel significativo.
El documental sostiene que los científicos que se oponen a la narrativa del calentamiento global enfrentan dificultades para obtener financiamiento. Esto crea un entorno hostil para la investigación objetiva en climatología. Adicionalmente, la nueva generación de periodistas ambientales enfrenta la presión de producir informes alarmantes para mantener la relevancia en un tema tan controvertido. Esto puede comprometer la integridad del periodismo.
El consenso científico sobre el cambio climático contemporáneo de origen humano supera el 99 por ciento en la bibliografía científica revisada por pares.
La causa del cambio climático es humana
«Más del 99% de consenso en la bibliografía científica revisada por pares en que la causa del cambio climático es humana» es el título de un artículo científico publicado en la revista Environmental Research Letters.[22]
A partir de un conjunto de 88.125 artículos relacionados con el clima, publicados entre 2012 y 2021, los autores examinaron una muestra aleatoria de 3.000 publicaciones. De este total identificaron cuatro artículos escépticos de la causa humana del calentamiento global, como señalan implícita o explícitamente sus resúmenes. También utilizaron una segunda muestra, que fue sesgada con palabras clave escépticas preidentificadas para ayudar a identificar cualquier artículo escéptico dentro del conjunto. Allí se encontraron 28 artículos con escepticismo implícito o explícito. Con estos hallazgos, los autores concluyen con alta certeza estadística que el consenso científico sobre el cambio climático contemporáneo de origen humano, expresado como proporción del total de publicaciones, supera el 99 por ciento en la bibliografía científica revisada por pares.
La sostenibilidad como lujo
La sostenibilidad es un lujo que las empresas no pueden permitirse en un contexto de gran competencia
Entre los argumentos que apoyan esta posición se encuentran:
- La producción de artículos ecológicos y sostenibles suele ser más costosa, al requerir materias primas diferentes, procesos de producción más largos (para evitar un gran gasto energético, por ejemplo), además de una relación distinta con los proveedores (implementar prácticas de comercio justo, por ejemplo).
- La sostenibilidad empresarial a menudo requiere adoptar nuevas tecnologías e innovar constantemente. Esto puede ser costoso y arriesgado, especialmente para las pequeñas y medianas empresas.
- La demanda de productos sostenibles todavía es inferior a la de los productos convencionales, en muchos casos debido a que tienen un precio superior que puede resultar prohibitivo para algunos consumidores. Por esa razón, las empresas tienen dificultad para hacer que el respeto a la sociedad y el ambiente se vea reflejado en sus ingresos.
- Desde la covid-19 las empresas, particularmente las pymes, han tenido que desarrollar su actividad en un contexto socioeconómico muy inestable que las lleva a concentrarse en la supervivencia y a no correr riesgos. Una mayor competencia puede ofrecer menos incentivos para que las empresas sean más sostenibles, porque los beneficios económicos son inciertos y se puede perder mercado.
La sostenibilidad es un imperativo estratégico para garantizar la viabilidad de las empresas
El cambio climático ya está afectando negativamente a las empresas:
- Los sectores de la energía, el transporte, la producción de alimentos y la industria textil tienen una gran dependencia de materias primas cuya producción está en riesgo. Las fábricas de ropa, por ejemplo, están expuestas a las consecuencias de las sequías. Se necesitan 7.500 litros de agua para confeccionar un pantalón vaquero, el equivalente a lo que bebe en promedio una persona en siete años —una cantidad que cada vez es menos asumible, según la Organización de las Naciones Unidas—.[23]
- La escasez de recursos, las lluvias torrenciales y las inundaciones ya afectan al sector primario agrícola. «Están reduciendo los rendimientos de las explotaciones, hay menos producción y mayores costes; disminuyendo la calidad de los cultivos y aumentando la presión sobre los recursos naturales», afirma José Antonio Morante, director de Sector Agro del Banco Sabadell.[24]
- El turismo en todas sus modalidades (playa, montaña, urbano y rural) es otro sector afectado por los largos períodos de sequía, la escasez de nieve en las montañas y las inundaciones cada vez más frecuentes en las zonas de costa, todos fenómenos asociados con el cambio climático.[25]
- El cambio climático también afecta el mercado laboral. Las pérdidas económicas ligadas a la disminución de la productividad causada por el cambio climático ascenderán en 2030 a los 2.400 millones de dólares, según la Organización Internacional del Trabajo.[26]
Los defensores de la sostenibilidad argumentan que el cumplimiento de los criterios ESG permite a las empresas gestionar mejor los riesgos ambientales, sociales y de gobernanza. Entre otros beneficios que se le atribuyen al compromiso con la sostenibilidad se encuentran:
- Ahorros relacionados con la reducción de desechos y el aumento de la eficiencia energética en la cadena de suministro.
- Mayor productividad y retención del personal relacionadas con mejores prácticas de capital humano.
- Mayor atractivo para los inversionistas, debido a una menor volatilidad de los resultados.
- Mejor reputación y valor de marca.
Para los críticos y detractores de la sostenibilidad, si las empresas y los países no aprovechan al máximo las oportunidades que tienen a corto plazo, sencillamente no hay futuro posible.
Del debate al diálogo
Existen profundas diferencias con respecto a la sostenibilidad. A pesar de que los datos son abrumadores, algunos se aferran a la idea de que las actividades de los seres humanos, especialmente las económicas, no tienen influencia sobre el cambio climático o, peor aún, no existe. Lo mismo ocurre en la esfera social en relación con la pobreza y la desigualdad.
Otros apuestan al crecimiento económico y la rentabilidad a corto plazo, bien sea por conveniencia o por necesidad, aunque traigan consigo significativos costos ambientales y sociales que amenazan el crecimiento y la rentabilidad a largo plazo.
Cabe recordar la frase célebre de John Maynard Keynes: «En el largo plazo todos estamos muertos». Del debate anterior surgen dos interpretaciones opuestas: para los críticos y detractores de la sostenibilidad, si las empresas y los países no aprovechan al máximo las oportunidades que tienen a corto plazo, sencillamente no hay futuro posible. Para los defensores de la sostenibilidad, en cambio, no habrá progreso económico en el futuro si se explotan irresponsablemente los recursos disponibles a corto plazo.
La gran pregunta que queda en el ambiente es: ¿se puede conducir este debate al diálogo?
Rosa Amelia González, profesora del IESA.
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Notas
[1] Rodríguez, H. (2022, 15 de diciembre). 8 argumentos frente a los negacionistas del cambio climático. National Geographic España. https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/8-argumentos-ante-negacionistas-cambio-climatico_14979.
[2] Wisdom Land (2018, 19 de agosto). The great global warming swindle – full documentary HD [Video]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=oYhCQv5tNsQ&t=86s.
[3] Lubben, A. (2017, 25 de julio). 9 reasons global warming is great, according to a Texas republican. VICE. https://www.vice.com/en/article/9-reasons-global-warming-is-great-according-to-a-texas-republican/.
[4]OMM (2025, 10 de enero). La Organización Meteorológica Mundial confirma que 2024 fue el año más cálido jamás registrado al superar en cerca de 1,5°C los niveles preindustriales. OMM. https://wmo.int/es/news/media-centre/la-organizacion-meteorologica-mundial-confirma-que-2024-fue-el-ano-mas-calido-jamas-registrado-al.
[5] OMM (2025).
[6] Lubben (2017).
[7] Seed, A. (2018, 23 de enero). Los efectos negativos del cambio climático en las plantas probablemente superarán cualquier beneficio de los elevados niveles de dióxido de carbono atmosférico. Clima Terra. https://www.climaterra.org/post/beneficia-el-aumento-del-co2-a-las-plantas.
[8] Bari, J. (1999, 2 de mayo). Revolutionary ecology: biocentrism & deep ecology. Judi Bari Official Website. http://www.judibari.org/revolutionary-ecology.html.
[9] Biro, A. (2024, 5 de febrero). What is sustainable capitalism?. GB&D magazine. https://gbdmagazine.com/what-is-sustainable-capitalism/.
[10] Gore, A. y Blood, D. (2011, 14 de febrero). A manifesto for sustainable capitalism. Al Gore Official Website. https://algore.com/news/a-manifesto-for-sustainable-capitalism.
[11] Gore y Blood (2011).
[12] White House. (2025, 22 de abril). On Earth Day, we finally have a president who follows science. White House Official Website. https://www.whitehouse.gov/articles/2025/04/on-earth-day-we-finally-have-a-president-who-follows-science/.
[13] Butler, R. A. (2009, 9 de noviembre). Norway to give Guyana up to $250M for rainforest conservation. Mongabay. https://news.mongabay.com/2009/11/norway-to-give-guyana-up-to-250m-for-rainforest-conservation/.
[14] Domonoske, C y Kellman, R. (2021, 7 de noviembre). Guyana is a poor country that was a green champion. Then Exxon discovered oil. NPR. https://www.npr.org/2021/11/07/1051892092/guyana-climate-change-exxon-co26.
[15] Beracha, M. (2021, 28 de mayo). Industria petrolera de Guyana en la mira por impacto en el medioambiente. Petroguía. http://www.petroguia.com/pet/blog/opinion/industria-petrolera-de-guyana-en-la-mira-por-impacto-en-el-medioambiente.
[16] Bilal, A. (2024, mayo). The macroeconomic impact of climate change: global vs. local temperature. National Bureau of Economic Research. https://www.nber.org/papers/w32450.
[17] Tiseo, I. (2025, 15 de enero). Annual carbon dioxide (CO₂) emissions worldwide from 1940 to 2024. Statista. https://www.statista.com/statistics/276629/global-co2-emissions/.
[18] Banerjee, C. (2024, 28 de febrero). Changing climates: the heat is (still) on. Swiss Re Institute. https://www.swissre.com/institute/research/topics-and-risk-dialogues/climate-and-natural-catastrophe-risk/changing-climates-heat-is-still-on.html.
[19] Bárcena, A. (2018). La economía del cambio climático en América Latina y el Caribe. CEPAL. https://repositorio.cepal.org/server/api/core/bitstreams/af31802f-c445-4c2d-823c-ea71aeb61874/content.
[20] UNEP. (2024, 1 de marzo). Los países ricos consumen 6 veces más recursos y generan 10 veces más impactos climáticos que los países de ingreso bajo. https://www.unep.org/es/noticias-y-reportajes/comunicado-de-prensa/los-paises-ricos-consumen-6-veces-mas-recursos-y-generan.
[21] Georgieva, K. y otros (2022, 23 de marzo). Los países pobres y vulnerables necesitan apoyo para adaptarse al cambio climático. Fondo Monetario Internacional. https://www.imf.org/es/Blogs/Articles/2022/03/23/blog032322-poor-and-vulnerable-countris-need-support-to-adapt-to-climate-change.
[22] Lynas, M., y otros (2021, 19 de octubre). Greater than 99% consensus on human caused climate change in the peer-reviewed scientific literature. Environmental Research Letters. https://iopscience.iop.org/article/10.1088/1748-9326/ac2966?gad_source=1&gad_campaignid=22579603669&gbraid=0AAAAA_jl0LxBUed-z3Za_wzxYaPVocZPe&gclid=Cj0KCQjwotDBBhCQARIsAG5pinOYvaCg7yTMeTqGyGDb7yD–1mLnlUsCfrzp1_6_fpntjqA_4uOA7AaApw8EALw_wcB.
[23] Vila, C. (2023, 28 de noviembre). El cambio climático obliga a las empresas a transformarse. El País. https://elpais.com/economia/estar-donde-estes/2023-11-28/el-cambio-climatico-obliga-a-las-empresas-a-transformarse.html.
[24] Vila (2023).
[25] Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud. s/f. Efectos sobre el turismo. https://istas.net/istas/guias-interactivas/cambio-climatico-y-sus-efectos/efectos-sobre-los-sectores/efectos-sobre-el#more-in-section
[26] International Labour Organization (2019). Working on a warmer planet: The impact of heat stress on labour productivity and decent work. https://www.ilo.org/sites/default/files/wcmsp5/groups/public/@dgreports/@dcomm/@publ/documents/publication/wcms_711919.pdf.






