De vuelta a la oficina: el teletrabajo dejó de ser tendencia en Venezuela

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Unsplash | Jess Morgan

Apenas un cuarto de los puestos de las empresas privadas venezolanas se mantienen en modalidad remota o a distancia. El teletrabajo es relevante en ciertos sectores, como tecnología, y entre quienes trabajan desde Venezuela para empresas internacionales.


 

El teletrabajo es una tendencia declinante en las empresas venezolanas. A cinco años de la pandemia, cuando las organizaciones se vieron forzadas a operar con esquemas remotos, las opciones para que los profesionales encuentren un puesto laboral a distancia en el mercado nacional son cada vez menores.

«Las empresas venezolanas prefieren el trabajo presencial, independientemente del tipo de negocio. El teletrabajo ya no es el método principal de ofrecimiento. Ahora está constituido como una opción, bien sea de forma esporádica o constante», explica Iván Acosta, director general de PGA Group, en entrevista con Debates IESA.

Los profesionales dedicados a tecnología, programación, asistencia virtual, diseño gráfico, mercadeo, contabilidad u otras labores administrativas todavía cuentan con oportunidades para teletrabajar en las empresas que operan en el país, aunque mucho más viable es sumarse como colaborador remoto para empresas internacionales.


Hoy los profesionales están dispuestos a aceptar sueldos menores por un puesto de teletrabajo y eso refleja la cantidad de ofertas en esta modalidad.


El reinado de la presencialidad

A la publicación de los anuncios laborales en las redes sociales le sigue una pregunta: ¿presencial o remoto? La duda también se repite en los primeros contactos entre las agencias de talento humano y los aspirantes venezolanos de cualquier área, en especial si son jóvenes o recién graduados.

«Los profesionales nos preguntan si es para trabajar presencial, híbrido o virtual. Lo que sí te puedo decir es que el teletrabajo es un factor decisivo en la generación de los jóvenes, porque están totalmente conectados con esta modalidad. Ellos están convencidos de dar los resultados esperados por la organización, sin importar desde dónde trabajen», afirma Morella Farías, gerente de búsqueda y retención de talento en ASAP Venezuela, en entrevista con Debates IESA.

Las modalidades de teletrabajo y esquemas híbridos —dos días de asistencia presencial y tres de trabajo a distancia— son vistas por los profesionales como un beneficio de las ofertas laborales. «El teletrabajo está más arraigado entre los candidatos. Cuando se hacen los contactos, hay mucha gente que dice: “Si me estás planteando una oportunidad presencial, no me interesa”. Entre las empresas todavía hay mucho camino por recorrer. Hemos tenido casos en que un profesional se decanta por una oferta laboral remota en vez de una oferta económica más atractiva en presencial», sostiene Farías.

A comienzos de 2021 una encuesta realizada por la Cámara Venezolano-Americana de Comercio e Industria (Venamcham), entre sus miembros señalaba que el 69,2 por ciento de las empresas estaban orientadas a mantener el teletrabajo. Hoy los profesionales están dispuestos a aceptar sueldos menores por un puesto de teletrabajo y eso refleja la cantidad de ofertas en esta modalidad.


Los profesionales en todas las áreas tecnológicas y los más jóvenes son quienes todavía impulsan con fuerza el teletrabajo en Venezuela.


El Ministerio del Trabajo no cuenta con estadísticas públicas sobre la cantidad de puestos laborales en modalidad de teletrabajo o trabajo a distancia, pero las mediciones independientes muestran una caída en las preferencias de las empresas venezolanas.

Hoy, solo uno de cada cuatro trabajadores de las organizaciones privadas venezolanas labora en la modalidad de teletrabajo, de acuerdo con una encuesta de Mercer Venezuela y la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) realizada en el primer trimestre de 2025. Después de la pandemia, esta proporción llegó a estar entre la mitad y la totalidad de los trabajadores de una organización privada.

Los profesionales con puestos de teletrabajo se concentran en las áreas de recursos humanos (45 por ciento), tecnología (42), finanzas (41) y operaciones (31), de acuerdo con el mismo sondeo hecho entre 115 empresas en el país. «Es un grupo muy pequeño de trabajadores que se benefician de esta modalidad. Ya en 2022 empezamos a ver la disminución de la tendencia del teletrabajo. Fue consistente la caída entre 2023 y 2025. Hoy, el 60 por ciento de las organizaciones mantienen un esquema de trabajo flexible o remoto, pero para un grupo menor de sus empleados», puntualizó José Adelino Pinto, líder de Mercer Venezuela, en entrevista con Debates IESA.

La mayoría de las empresas venezolanas decidió volver a la presencialidad después de hacer mediciones de eficiencia de sus empleados, mientras que otras organizaciones tomaron la decisión tras algunos escollos en la operación diaria.

«Cada vez son menos las empresas con esquemas híbridos, porque descubrieron problemas de funcionamiento interno con sus marcas y sus productos en el mercado. Hay que recordar que lo virtual tiene un potencial en la optimización del tiempo y el balance con la vida personal. La presencialidad, en cambio, suma en espacios creativos, sinergia de equipos, coordinación de acciones y entendimiento de problemas, algo que tiene un valor enorme en Venezuela», revela Acosta sobre la visión de las organizaciones en el país.

La vuelta a la presencialidad de las empresas tampoco es una tendencia única en Venezuela. Grandes tecnológicas como Amazon, Google y Meta (dueña de Facebook, Instagram y WhatsApp) también recortaron sus programas de trabajo a distancia a partir de 2022. El banco JP Morgan lo hizo en 2023.


La oportunidad de sumar un ingreso en divisas competitivo es lo que atrae a muchos profesionales venezolanos a sumarse a la tendencia del teletrabajo.


Tecnología a la cabeza

Las ofertas laborales más frecuentes para cargos remotos en el país son en las áreas de mercadeo, contabilidad y asistencia virtual, de acuerdo con ASAP Venezuela.

La gestión de contenidos para redes sociales y los asistentes virtuales vienen de la mano también con la búsqueda de jóvenes. En el área de contabilidad, administración e impuestos se imponen las consultorías o la asesoría a distancia por parte de profesionales con mayor experiencia.

La mayoría de los cargos de teletrabajo disponibles en Venezuela se concentran en programación, desarrollo de software y aplicaciones, analítica de datos e informática. Este sector tecnológico fue el pionero global de esta modalidad de trabajo desde comienzos de la década de los ochenta. Luego, con el crecimiento de internet y las videoconferencias a finales de los noventa, se impulsó más el teletrabajo en todo el mundo.

En Venezuela, desde comienzos de este siglo, Corporación Sybven, por ejemplo, popularizó la contratación de un grupo de profesionales tecnológicos que trabajaban por proyectos. Este tipo de contratación les permitió evitar la medición de horas diarias trabajadas y solo impuso el cumplimiento de un conjunto de objetivos previamente definidos con cada cliente, algo que también facilitaba el modelo legal de contratación de estos profesionales.

«Hay pocas empresas en Venezuela capaces de supervisar quiénes están conectados y qué están haciendo o si solo juegan Solitario en la computadora. Aparte de que, con la calidad de los servicios públicos del país, muchas personas no tienen cómo sostener el trabajo en sus casas. Es angustioso tanto para el empleado como para quien contrata. Por eso, el teletrabajo no tuvo la consecuencia que se ve en otros países tras la pandemia», detalla Maryolga Girán, directora general de Girán, Abogados & Asociados y especialista en materia laboral, en entrevista con Debates IESA.

Girán recuerda, además, que el teletrabajo requiere que las empresas faciliten sillas ergonómicas y entrenen a su personal en cómo evitar las lesiones por permanecer sentados frente a las computadoras durante su jornada laboral. La protección de salud laboral era uno de los aspectos que se tenía previsto incluir en el anteproyecto de la Ley de Teletrabajo o Trabajo a Distancia que se asomó en la Asamblea Nacional en 2021 y 2022, pero nunca llegó a una primera discusión en la plenaria.

Las mayores opciones para los profesionales venezolanos que buscan una oportunidad remota o de teletrabajo están en empresas fuera de las fronteras venezolanas. «Hay un mundo virtual interesantísimo en la economía moderna. Hay mucha gente dando cursos y entrenamientos en materias específicas, hay consultorías a distancias, análisis de riesgo y hasta médicos que tienen consultas internacionales. Les trabajan a empresas latinas, americanas o europeas. Esa apertura fue muy importante, porque amplió las opciones de empleo y por las remuneraciones más adecuadas», detalla el director general de PGA Group.

La oportunidad de sumar un ingreso en divisas competitivo es lo que atrae a muchos profesionales venezolanos a sumarse a la tendencia del teletrabajo. Sin embargo, los expertos recuerdan que todavía hay un diferencial de salarios entre quienes laboran para una empresa en otras latitudes y quienes laboran de forma virtual para esas mismas organizaciones.

«El ingreso del trabajador venezolano sigue siendo menor que en otros países. Por eso, las organizaciones afuera pueden encontrar talento venezolano calificado a un menor precio. Lo que hace atractivo ese mercado es que los profesionales obtienen un ingreso en una moneda diferente del bolívar, pero no son todas las áreas. La mayoría de los buenos puestos siguen siendo para programadores y desarrolladores tecnológicos», advierte Pinto.

Los profesionales en todas las áreas tecnológicas y los más jóvenes son quienes todavía impulsan con fuerza el teletrabajo en Venezuela. Otro aliento viene con el segmento de expertos que encontraron un nicho para expandir sus consultorías y asesorías a organizaciones internacionales. A la mayoría de las empresas venezolanas, en cambio, la presencialidad todavía les rinde mayores frutos.


Margaret López, periodista especializada en finanzas, tecnología y cambio climático.

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