El «pato cojo» de la Reserva Federal

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Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, en una conferencia de prensa el 18 de junio de 2025 / Flickr

Las recientes caídas del rendimiento de los bonos y el precio del dólar se deben, en parte, a la especulación de que el presidente Trump podría anunciar pronto a un nuevo presidente de la Reserva Federal. Si Trump logra vender su idea de la poca idoneidad del actual presidente, lo convertirá en un «pato cojo» antes de que su ciclo natural así lo dicte.


 

Existe una expresión en Estados Unidos que se aplica a un funcionario al final de su mandato una vez que se conoce quién lo sucederá. Resulta muy gráfica, porque significa literalmente «pato cojo» (lame duck): un animal frágil que puede ser presa fácil para cualquier depredador. En términos políticos, transmite la idea de que el funcionario no tiene influencia alguna en el futuro de la organización que dirige, pues al fin y al cabo sus días están contados.

Este no es todavía el caso de Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal (Fed); primero, porque no tiene sucesor conocido, y segundo, porque todavía le quedan diez meses en el cargo. Su período culmina en mayo de 2026 y, en una organización tan compleja, es mucho lo que podría hacer en tal plazo.

La presidencia de Powell se ha caracterizado por la unidad de su equipo de trabajo frente a terceros y por dejar las discrepancias puertas adentro. Esto da confianza a los mercados financieros. La buena imagen de la Fed es un gran activo intangible: respalda la credibilidad de la política monetaria estadounidense, la estabilidad del dólar y el papel global de los mercados financieros estadounidenses.

Durante meses, el presidente Trump ha atacado duramente a Powell, a quien le exige recortes de las tasas de interés y lo acusa de actuar con excesiva lentitud. Estos ataques atentan contra la imagen del banco central estadounidense y crean la posibilidad de que se empiece a especular, con excesiva anticipación, sobre quien será el nuevo presidente de la Fed y en qué medida esta persona tratará de alinear la visión de la institución a la del Poder Ejecutivo.


La presidencia de Powell se ha caracterizado por la unidad de su equipo de trabajo frente a terceros y por dejar las discrepancias puertas adentro. Esto da confianza a los mercados financieros.


El presidente de la Fed forma parte de un cuerpo colegiado. Aunque su posición personal es relevante, no necesariamente se impone a los integrantes de los distintos comités mediante los cuales esta organización toma sus decisiones económicas. Este cuerpo colegiado sigue su línea de los últimos meses: mantener las actuales tasas de redescuento y realizar dos recortes a partir de septiembre de 2025, si los datos confirman que la inflación sigue a la baja.

Siete de los doce miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por su sigla en inglés), que fija las tasas de redescuento, están de acuerdo con esperar unos meses más y cinco consideran que hay que rebajarlas lo antes posible. Entre los «disidentes» se destacan la vicepresidenta de Supervisión Michelle Bowman y el gobernador Christopher Waller, ambos nombrados para formar parte del directorio de la Fed durante el primer gobierno de Trump.

Waller es el más nombrado en las primeras quinielas para elegir al sucesor de Powell. Forma parte de la Fed desde el año 2020 y su período debería terminar en 2030. Aunque no es obvio que la opinión del presidente Trump incida en las actuaciones de la Fed, algunos sospechan que un potencial sustituto de Powell traería esa intención como parte de su agenda.

La formación de una matriz de opinión contra la visión de Powell sobre las políticas que debe seguir la Fed legitimaría el discurso de Trump, quien insiste en que Powell no es la persona más capaz para manejar la situación económica actual. Además, reforzaría en los mercados la idea de que las tasas de interés deben bajar tan pronto como sea posible.


A los inversionistas institucionales en el mercado de renta fija les preocupa que la Fed pueda eventualmente ceder a la presión política.


A un grupo de encargados de formular políticas públicas les preocupa que la Fed esté esperando demasiado para recortar las tasas de interés y corra el riesgo de quedarse atrás. Powell y sus siete aliados en el FOMC defienden su posición de no bajar las tasas todavía con el argumento de que los nuevos aranceles, las fuertes medidas contra la inmigración, el aumento del déficit y los riesgos geopolíticos podrían desencadenar otro repunte de la inflación. Para ellos lo prudente es esperar un poco más antes de actuar.

A los inversionistas institucionales en el mercado de renta fija, llamados popularmente «vigilantes de bonos», por ser como una especie de superhéroes que defienden a los desvalidos —en este caso, los tenedores de bonos—, les preocupa que la Fed pueda eventualmente ceder a la presión política.

Los mercados están dando señales de alerta. El rendimiento de los bonos y el precio del dólar han caído en los últimos días, en parte por la especulación de que Trump podría anunciar pronto al sucesor de Powell, probablemente en las próximas semanas.


Con un «presidente en la sombra» en la Fed, los mercados podrían anticipar en los precios de los títulos valores el recorte de las tasas de interés.


La idea de un «presidente en la sombra» —un reemplazo aprobado por Trump a la espera de su turno—, ha alimentado la preocupación de que la política monetaria de la Fed pueda obedecer más a la política que a los fundamentos económicos. Con un «presidente en la sombra» en la Fed, los mercados podrían anticipar en los precios de los títulos valores el recorte de las tasas de interés, el dólar podría seguir debilitándose y la reputación de independencia de la Fed podría deteriorarse, incluso si Powell mantiene su línea de pensamiento.

Si Trump logra vender su idea de la poca idoneidad de Powell para liderar la Fed, lo transformaría en un «pato cojo» antes de que el final de su ciclo natural así lo dicte.


Carlos Jaramillo, vicepresidente ejecutivo del IESA.

Este artículo se publica en alianza con Arca Análisis Económico.

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