Los problemas económicos son fertilizantes para los emprendedores en Venezuela

821
Imagen de Julio César Velásquez Mejía en Pixabay

La falta de asesoramiento y financiamiento limita el surgimiento de empresas en Venezuela. Sin embargo, William Nazaret, destacado empresario venezolano, encuentra creatividad y conexión con la realidad en muchas propuestas de negocio.


 

Los graves problemas de la economía venezolana actúan como fertilizantes de creatividad e innovación para la gente de negocios. Esta es una de las conclusiones de William Nazaret, empresario venezolano graduado en Matemática de la Universidad Simón Bolívar, quien fue presidente ejecutivo de Digitel y otras empresas del área de telecomunicaciones.

Nazaret se sorprende de que el ecosistema de las empresas emergentes del IESA «está muy vivo». Este es un indicio claro de una vocación emprendedora muy extendida en el país, pero que tiene poco acceso a recursos y a la formación necesaria para tratar de hacer viables y formalizar un mayor número de iniciativas.

«De lo que se piensa en el extranjero uno podría esperar, con algún tipo de razón, que el ecosistema de las startups estuviera más dormido; más “afligido” es la palabra. Porque la situación del país es bastante compleja. Pero me llevé una sorpresa agradable», puntualiza Nazaret en una clase abierta del Centro de Innovación y Emprendimiento del IESA, en el marco del programa EmprendeTech.

El veterano ejecutivo y emprendedor destaca «la diversidad de ideas de negocios y propuestas de valor (…) Es increíble la cantidad, en términos de diversidad, de propuestas que vi en el IESA en diez días». El punto de partida de cualquier iniciativa de negocio es aprovechar oportunidades en el mercado venezolano, a pesar de su crítica situación. «Sin duda, hay una multitud de problemas apremiantes que, para el emprendedor retador, de esos que quieren cambiar el mundo, ofrecen mucho material con el cual trabajar, en un mercado donde hay muchas cosas por hacer».

William Nazaret, en una charla en el IESA.

Una clara comprensión

William Nazaret, un innovador con grandes logros a lo largo de su carrera, destaca un rasgo del emprendedor venezolano: la comprensión clara de la realidad y de los retos. «Conseguí un nivel muy importante de entendimiento y de estar al día con el arsenal tecnológico y de ideas de negocios. Eso es muy bueno, porque si empiezas a perder, a no estar al día, al rato las ideas que te van llegando no son muy viables. En este aspecto, el ecosistema que conseguí es muy saludable».

 

Sin mentores ni inversionistas

Nazaret diagnostica una ausencia de mentores especializados para apoyar la definición, la planificación, el apalancamiento y la concreción de nuevos negocios. «Los mentores suelen ser empresarios de mayor edad que ya pasaron por todos los ups and downs, y que acceden a prestar buena parte de su tiempo a facilitar y ayudar a emprendedores más jóvenes».

La fuga de personal calificado ha afectado de manera contundente a las empresas venezolanas. De hecho, un fenómeno del que se habla poco es la imposibilidad de hacer transiciones generacionales ordenadas en las empresas.

Nazaret calificó de «gravísimo» el problema de escasez de financiamiento que enfrentan los emprendedores en Venezuela. «El ecosistema de inversionistas es virtualmente inexistente (…) Si no existe un sistema de inversión sano es muy difícil para los emprendedores seguir creciendo y realizar sus sueños. Esto sí me quedó bastante claro y estoy trabajando algunas ideas para tratar de corregir esto, en la medida que pueda».

 

Foco excesivamente local

Una característica del ecosistema emprendedor venezolano, según William Nazaret, es «… una tendencia a mirar los retos con un foco demasiado local. Esto no es necesariamente malo, porque ¿qué enseñan fundamentalmente en un MBA? Foco, foco y más foco. El problema es que la economía venezolana de este momento es tan pequeña que es totalmente inconveniente no ampliar el foco hacia otros mercados. El problema es que, si el emprendedor comienza a ver los retos con un foco demasiado local, corre el peligro de acostumbrarse a que las economías son pequeñas, y eso no es verdad. Las economías sanas son economías grandes».

Este factor se puede engranar con la ausencia de redes que vinculen las iniciativas de negocio en Venezuela con el talento venezolano diseminado por el mundo. Para Nazaret, tejer estas redes puede ser un antídoto eficaz contra la tendencia a limitar el mercado y hallar un camino hacia otras posibilidades con buenas ideas de negocios.

 

En la nube están las oportunidades

Para Nazaret, una clara ventana de oportunidad para emprender está en productos y servicios comercializados en la nube. «Tengo la impresión de que aquí está el mayor número de oportunidades, porque cuando uno piensa en cloud computing como facilitador de soluciones de mercado ocurre una magia increíble. La mayoría de las dificultades intrínsecas de la economía y del mercado venezolano desaparecen totalmente».

La limitante para los venezolanos es el grave problema de conectividad, aunque hay iniciativas que ofrecen mayor cobertura y velocidad. «Hay como veinte compañías ofreciendo conectividad de banda ancha, y si no fuera por esos emprendedores estaríamos aislados del mundo. No tenemos la mejor conexión del mundo, pero tenemos suficiente como para que soluciones basadas en plataformas de la nube funcionen, y ahí veo oportunidades muy importantes».

 

La dolarización abre oportunidades

La dolarización de facto es clave para explicar por qué el ecosistema de empresas emergentes en Venezuela sigue siendo dinámico. La dolarización oxigena los negocios incipientes y evita la pérdida de valor de los ingresos. «Una startup como Yummy no existiría si tuviera que cobrar en bolívares, porque entre el momento en el que recibe los bolívares y los deposita en el banco esa moneda no vale nada. Eso hubiera matado de entrada cualquier tipo de iniciativa».

Nazaret puso sobre la mesa las remesas que entran a Venezuela y, en su opinión, estimulan la demanda. Más allá de cualquier cifra, cuando se analiza el mercado de consumo hay que considerar la presencia de venezolanos en el exterior que inciden en las decisiones de compra de muchos venezolanos que reciben su apoyo.

Para William Nazaret la iniciativa empresarial en Venezuela tiene elementos positivos y muy amplias oportunidades de mejora. Es lo que justifica su optimismo.


Érika Hidalgo López, periodista.

Suscríbase aquí al boletín de novedades de Debates IESA