En Nueva York, Zohran Mamdani ha recibido un apoyo abrumador entre los jóvenes como candidato a alcalde de la ciudad. Mamdani se mantiene firmemente alineado con el ala izquierda del Partido Demócrata, lo que ha causado pánico en Wall Street. Su principal promesa es «reducir el costo de la vida de la clase trabajadora neoyorquina». Su triunfo podría apuntalar el discurso de su partido.
La serie de HBO Sex and the City retrataba la vida de cuatro amigas treintañeras en busca del amor y el éxito en la Nueva York de principios del siglo XXI. Lo llamativo es que problemas como el déficit habitacional y el alto costo del cuidado de los niños, que las amigas de la inefable Carrie Bradshow sorteaban con cierta dificultad, siguen vigentes 25 años después. No es entonces de extrañar que en este contexto surja un candidato que tome esos problemas como bandera: Zohran Mamdani.
Mamdani, candidato del Partido Demócrata, es un clásico representante del crisol de razas que impera en Estados Unidos. Nacido en Uganda, es hijo de un profesor universitario y una directora de cine. De ganar la alcaldía de Nueva York sería el primer musulmán en lograrlo.
Mamdani, de 33 años y asambleísta estadal de Queens, derrotó al exgobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, de 68 años, quien renunció al cargo en 2021 tras acusaciones de acoso sexual. Mamdani se enfrentará a un contrincante republicano y posiblemente a algunos independientes, entre ellos el actual alcalde Eric Adams.
Mamdani ha recibido un apoyo abrumador entre los jóvenes y quienes votan por primera vez. Sus alianzas con Alexandria Ocasio-Cortez y Bernie Sanders han ocasionado pánico en Wall Street.
Mamdani ha recibido un apoyo abrumador entre los jóvenes y quienes votan por primera vez. Se mantiene firmemente alineado con el ala izquierda de su partido, junto con sus aliados Alexandria Ocasio-Cortez y Bernie Sanders, lo que ha ocasionado pánico en Wall Street.
Su principal promesa electoral es «reducir el costo de la vida de la clase trabajadora neoyorquina». Su plan de gobierno incluye congelar el alquiler para todos los inquilinos con contratos estables, construir 200.000 nuevas viviendas a precios asequibles, crear una red de supermercados municipales, asegurar la gratuidad de los autobuses urbanos, implementar guarderías infantiles gratuitas para todos los neoyorquinos y aumentar el salario mínimo a treinta dólares la hora.
Mamdani planea financiar este plan aumentando impuestos a las grandes empresas y a los individuos adinerados para recaudar 9.000 millones de dólares, un esquema muy similar al del vecino estado de Nueva Jersey, que podría ser un candidato natural a recibir a quienes quisieran evitar ese pago. Pero no se espera que estos tributos adicionales produzcan un éxodo importante, porque los costos de abandonar un punto de tan alta densidad de actividad de negocios como Nueva York pueden ser muy altos. Además, cualquier aumento de impuestos promovido por un nuevo alcalde de la ciudad requiere la aprobación de la gobernadora del estado de Nueva York, Kathy Hochul, quien ha prometido no hacerlo.
Merece la pena seguir el fenómeno Mamdani, porque refleja las preocupaciones típicas de los grupos de derecha al tildarlo de comunista y tratar de descalificar su programa de gobierno. Las preocupaciones de estos grupos terminan definiendo las estrategias de cabildeo que darán forma a las políticas del gobierno estadounidense, tanto dentro como fuera del país.
Nadie puede negar que grandes urbes como Nueva York y Londres se han vuelto extravagantemente costosas para los menores de 30 años, que están en proceso de consolidar sus vidas personales y laborales. Las ciudades necesitan la heterogeneidad que brindan los diferentes grupos etarios para desarrollarse a su máxima expresión.
Un triunfo de Mamdani, muy probable según encuestas publicadas el 26 de junio pasado, brindará la oportunidad de ver en qué medida su gestión pudiese ayudar a apuntalar el discurso del Partido Demócrata.
Mamdani, además de militar en el Partido Demócrata, pertenece a Socialistas Demócratas de América (DSA, por sus siglas en inglés), organización que abarca todo el espectro de la izquierda estadounidense: socialistas democráticos, ecosocialistas, socialistas revolucionarios y socialistas libertarios. Tampoco sería el primer alcalde neoyorquino con una «agenda socialista».
Muchos recuerdan que Fiorello La Guardia, miembro del Partido Republicano, que presidió la jefatura de la ciudad entre 1934 y 1946, concretó un plan de acción muy similar al que Mamdani propone. Durante su gobierno se construyeron parques, zonas de juegos infantiles, trenes subterráneos y un aeropuerto. Además, desempeñó un papel clave en la expansión de la vivienda pública mediante la creación de la Autoridad de Vivienda de la ciudad de Nueva York. También apoyó los impuestos sobre los bienes de lujo y un impuesto progresivo sobre la renta para quienes ganaran más de 100.000 dólares (alrededor de 1,7 millones de dólares actuales).
Un triunfo de Mamdani, muy probable según encuestas publicadas el 26 de junio pasado, que le asignaban un ochenta por ciento de probabilidades de ser electo el próximo mes de noviembre, brindará la oportunidad de ver en qué medida su gestión pudiese ayudar a apuntalar el discurso del Partido Demócrata. Luego del triunfo de Trump, este partido no logra reconectarse con su audiencia natural, que es muy urbana (como Carrie Bradshaw) y progresista (como el recordado Fiorello La Guardia).
Carlos Jaramillo, vicepresidente ejecutivo del IESA.
Este artículo se publica en alianza con Arca Análisis Económico.
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