¿Quién financiará la inteligencia artificial?

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Igor Omilaev en Unsplash

Se prevé que las empresas del S&P 500 gasten 1,2 billones de dólares en inversiones de capital, una cantidad récord impulsada en parte por el auge de la inteligencia artificial. Alrededor del 30 por ciento provendrá de las «siete grandes»: Microsoft, Meta, Amazon, Apple, Nvidia, Alphabet y Tesla. La innovación se focaliza en la inteligencia artificial y el dinero, que siempre busca nuevas oportunidades, parece que también.


 

La innovación es costosa, realmente costosa, y Mark Zuckerberg, director ejecutivo de Meta Platforms, lo sabe. Para mantenerse en la cresta de la ola, su conglomerado debe invertir 70.000 millones de dólares en centros de procesamiento de datos requeridos por las aplicaciones de inteligencia artificial (IA) que su grupo comercializa.

A diferencia de otros grupos tecnológicos, Meta hace esta inversión para consumo propio. De momento no planea vender a terceros esa capacidad de procesamiento de datos.

A pesar de que en los últimos doce meses produjo 102.000 millones de dólares en flujos de caja operativos, la compañía incrementó su endeudamiento en más de 10.000 millones de dólares el año pasado. En el segundo trimestre de 2025, sus pasivos por deudas y arrendamientos financieros superaron por primera vez sus posiciones en efectivo y sus inversiones a corto plazo.

El dinero disponible comienza a hacerse insuficiente cuando se habla de las inversiones de capital requeridas por la IA. Por ello, Meta decidió buscar un «socio» a este fin llamado Blue Owl Capital, una compañía de inversiones alternativas; es decir, una empresa que agrupa fondos de inversionistas para gestionar carteras de activos no tradicionales, como capital privado, bienes raíces, fondos de cobertura y materias primas.

Meta y Blue Owl Capital crearon una empresa conjunta para financiar el Centro de Datos Hyperion, en el estado de Luisiana, que se encuentra en construcción. En esta aventura empresarial, de unos 27.000 millones de dólares, la empresa tecnológica posee solamente el veinte por ciento del patrimonio, por lo que no se ve obligada a consolidar esta inversión en su balance corporativo. Meta también aportará terrenos y edificios valorados en 3.300 millones de dólares en junio, y recibirá un pago de 3.000 millones de la empresa conjunta.

Blue Owl Capital aportará 7.000 millones de capital propio y venderá bonos a Pimco, la mayor administradora de instrumentos de renta fija del mundo, y a otros inversionistas institucionales. Meta será el único cliente del Centro de Datos Hyperion durante sus primeros cuatro años de funcionamiento.

El objetivo de Zuckerberg con la inversión en Hyperion es atender 3.500 millones de personas que usan diariamente algunas de sus aplicaciones. Espera que los modelos de lenguaje que su plataforma ofrezca mejoren las experiencias de los usuarios y permitan segmentar con más precisión la publicidad de sus productos.


En este momento histórico de la innovación tecnológica, el mercado privado de crédito tendrá un papel estelar.


Los cambios que Zuckerberg promueve para mejorar su posición competitiva en el contexto de la IA también ha requerido la compra de empresas en marcha, lo que ha sido parte de su estrategia desde la época de Facebook. Recientemente, Meta adquirió el 49 por ciento de Scale AI, empresa valorada en 29.000 millones de dólares, cuyo director ejecutivo, Alexandr Wang, se convirtió en director de IA de los recién formados Meta Superintelligence Labs.

La carrera por el liderazgo de la IA se ganará con una mezcla de talento e inversión. En este momento histórico de la innovación tecnológica, el mercado privado de crédito tendrá un papel estelar. Reflejo de ello es que ha crecido de dos billones de dólares en 2020 a tres billones a comienzos de 2025. Parte de este crecimiento ha ocurrido a expensas de los grandes bancos, que se han visto limitados por las regulaciones promulgadas tras la crisis financiera de 2008-2009.

Meta no es la única empresa del grupo de las grandes tecnológicas que está en busca de financiamiento para incursionar en el auge de la IA. Cuando se suman las inversiones planificadas por ella, Amazon, Microsoft y Google, se espera que la inversión alcance unos 350.000 millones de dólares en este año fiscal. Buena parte de ella se destinará a centros de datos, por lo que también habrá alianzas con empresas productoras de electricidad para satisfacer la demanda energética de estas estructuras. Las inversiones en activos fijos relacionados con la IA, realizadas durante el primer semestre de 2025, aportaron el 1,1 por ciento al crecimiento del PIB de Estados Unidos, y sustituyeron al gasto de los consumidores como sector líder del crecimiento económico.

En años recientes, era usual dedicar los excedentes de caja de las empresas de oferta pública a la recompra de acciones, un comportamiento que ayuda al alza del mercado accionario. Pero este año parte de ese dinero se destinará a inversiones en IA.

Se prevé que las empresas del S&P 500 gasten 1,2 billones de dólares en inversiones de capital este año, una cantidad récord impulsada en parte por el auge de la IA. De este monto, alrededor del 30 por ciento provendrá de las llamadas «siete grandes»: Microsoft, Meta Platforms, Amazon.com, Apple, Nvidia, Alphabet y Tesla. De momento, la innovación se focaliza en la IA y el dinero, que siempre busca nuevas oportunidades, parece que también.


Carlos Jaramillo, vicepresidente ejecutivo del IESA.

Este artículo se publica en alianza con Arca Análisis Económico.

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