Venezuela adopta a buen ritmo los pagos «sin contacto»

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Foto: Banco Mercantil

Varias entidades bancarias ya ofrecen a sus clientes la nueva tarjeta de pago sin contacto. Se prevé que el 95 por ciento de los puntos de venta del país estén listos para procesar estos pagos a finales de 2025.


 

Los pagos «sin contacto» (contactless) son el estándar actual en América Latina y aunque Venezuela es de los últimos países en el continente en adoptar esta tecnología, el cambio parece avanzar a buen ritmo. Ocho entidades bancarias venezolanas ya ofrecen a sus clientes estas tarjetas, que les evitan dictar la cédula de identidad, el tipo de cuenta o la clave secreta en compras por montos bajos.

«El venezolano se adapta muy rápido a las nuevas tecnologías y la banca hizo un esfuerzo importante. Estamos en un momento de transición, porque estos pagos contactless no están disponibles en todos los comercios, pero cuando vemos los números de migración [de Maestro a Mastercard Debit], vemos que una vez que el banco lanza las tarjetas, los clientes responden y las buscan», apunta Claudia Acosta, country manager de Mastercard para Venezuela, Guyana y Surinam, en entrevista con Debates IESA.

Las nuevas tarjetas contactless procesan la operación con solo acercar el plástico al punto de venta, gracias a la tecnología NFC (por las siglas en inglés de «comunicación de campo cercano») que permite el intercambio de datos entre dispositivos por proximidad. Entre sus ventajas está la rapidez en las transacciones en lugares de gran tráfico como panaderías, franquicias de comida rápida o kioscos en los estadios.

La adopción de esta tecnología sin contacto también brinda varias capas de seguridad adicionales para las compras en el comercio electrónico en Venezuela y abre la posibilidad de compras en línea en tiendas en el exterior. Adicionalmente, permite hacer pagos con celulares o relojes inteligentes.

Los ocho bancos pioneros

El proyecto de migración a la tecnología contactless en Venezuela empezó a gestarse en 2021, gracias a las presentaciones promovidas por la franquicia de Mastercard en el país. Al año siguiente, la empresa Inteligensa presentó los plásticos a la banca y se pautaron reuniones en la Asociación Bancaria de Venezuela.

El primer gran acuerdo de este proceso de actualización tecnológica de la banca se logró cuando la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario (Sudeban) fijó en veinte dólares, a la tasa oficial diaria del Banco Central de Venezuela, el monto máximo para las operaciones con las tarjetas sin contacto que no requieren una verificación adicional de la clave secreta.


A favor de las entidades bancarias estuvo la renovación de los puntos de venta con la importación de equipos actualizados, que empezó tras la pandemia, y que ya incluían la tecnología contactless a pesar de que no se usaba en el país.


En 2022, Bancamiga hizo el primer lanzamiento de una tarjeta con pago sin contacto. Le siguió el Banco Nacional de Crédito (BNC) en 2023. Luego, Banplus, Mercantil y Bancaribe llamaron a sus clientes a cambiar sus plásticos durante 2024.

«El cambio piloto lo hicimos con los empleados en octubre de 2024. Testeamos e hicimos ajustes previos al lanzamiento. En noviembre del año pasado recibimos la autorización de Sudeban y en diciembre tuvimos un mes extraordinario. El veinte por ciento de las nuevas tarjetas que cambiamos lo hicimos en diciembre. Ese primer mes de gestión se logró con el boca a boca y poco ruido en las redes sociales», relata José Aparcedo, vicepresidente de medios de pago, canales y open banking de Bancaribe, en entrevista con Debates IESA.

Antes de que los clientes de Bancaribe pudieran, finalmente, tener la nueva tarjeta azul turquesa con diseño vertical en sus manos, se pasó por un largo proceso de cambio tecnológico interno. «Todo nuestro equipo se formó y se preparó y esa es una de las grandes ganancias de este proyecto. No solo tener un producto tan útil y diseñado para el mercado venezolano, sino que cada área revisó, repasó y se reentrenó para manejar este producto. Más de sesenta o setenta colaboradores de todas las áreas estuvieron dedicados a este proyecto», detalla Aparcedo.

La tecnología sin contacto hace posible pagar con relojes inteligentes | Foto: Mastercard

El proceso en Mercantil también fue similar en cuanto a la cantidad de áreas operativas implicadas para lograr la actualización a la tecnología de pago sin contacto. «Es un proyecto multidisciplinario. Trabajaron los departamentos de legal, negocios, operaciones, contabilidad, impuestos, canales, la red de oficinas y, por supuesto, todo el área de sistema y tecnología. Empezamos con un levantamiento de todas las brechas y los servicios que se tenían que activar, pero también hubo un trabajo en la propuesta de valor de la tarjeta y las funcionalidades que le queríamos desarrollar», explica Geraldine Gosling, gerente de productos al consumo y medios de pago de Mercantil.

La lista de bancos nacionales que ya ofrecen los pagos sin contacto se completa con el Banco del Tesoro, la única entidad pública del grupo, y el Banco Venezolano de Crédito, que ofrece el plástico bajo la franquicia de Visa. Bangente, una entidad microfinanciera, lanzó su campaña publicitaria y sus tarjetas sin contacto desde julio pasado. El Banco de Venezuela se espera que sea de los próximos en ofrecer el plástico a sus clientes, porque ahora trabaja en la fase piloto de la tarjeta sin contacto con sus empleados.

Aunque ninguna de las entidades reveló el monto total necesario para la actualización tecnológica, se sabe que un banco mediano de los primeros en lanzar los pagos sin contacto invirtió cerca de tres millones de dólares para llevar adelante el proyecto. Esta inversión incluye la formación tecnológica de su personal, la actualización de sus sistemas y la compra de los plásticos, las impresoras y las tintas especiales para la personalización de las tarjetas.

Las inversiones son de distintas dimensiones, debido a que algunas entidades venezolanas ya estaban más adelantadas en sus sistemas para operar con esta tecnología sin contacto, mientras que otras tuvieron que reformular, casi por completo, el procesamiento tecnológico de las transacciones.

A favor de las entidades bancarias estuvo la renovación de los puntos de venta con la importación de equipos actualizados, que empezó tras la pandemia, y que ya incluían la tecnología contactless a pesar de que no se usaba en el país.

Venezuela cuenta con alrededor de 1.050.000 puntos de venta y se prevé que el 95 por ciento estén listos para procesar pagos sin contacto a finales de 2025. Aquí se incluyen los puntos de venta obsoletos que es necesario reemplazar, pero se calcula que es una fracción muy pequeña que no representa una traba en el proyecto.


La adopción de la tecnología sin contacto brinda varias capas de seguridad adicionales para las compras en el comercio electrónico en Venezuela y abre la posibilidad de compras en línea en tiendas en el exterior.


El impulso del comercio electrónico

La migración bancaria a los pagos sin contacto se parece al proceso que vivió Venezuela entre 2009 y 2012, cuando se hizo el salto de los plásticos con banda magnética a las tarjetas con chip. En aquel momento, la premisa básica era ofrecer mayor seguridad en las transacciones y reducir el fraude asociado a la clonación de las tarjetas, pero ahora las ventajas para los clientes son mucho más amplias.

«Antes era imposible hablar de digitalizar la tarjeta o tokenizar. Con esta nueva tarjeta tienes la bondad de que alguien almacena su tarjeta en un comercio electrónico y se crea un token de la tarjeta, lo que implica que en la transacción no viaja el número de la tarjeta ni ninguna información relacionada a esa tarjeta, como la fecha de vencimiento o el código de seguridad. Ese token lo conoce el banco y la franquicia y con eso se validan las operaciones con seguridad adicional», explica Gosling.

Las tarjetas sin contacto hacen posible que se implemente una gran variedad de nuevas capas de seguridad, en especial para las transacciones de comercio electrónico. Con las antiguas tarjetas Maestro era imposible que despegara el comercio electrónico en el país. Las opciones disponibles se limitaban a los bancos con botones de pago propio como Mercantil, pero se reducía solo a su grupo de clientes.

La adopción de la tecnología contactless en Venezuela permitirá que los venezolanos almacenen sus tarjetas con seguridad en distintos comercios electrónicos. También hace posible las preaprobaciones y los reversos de dinero de forma directa en las tarjetas, algo común, por ejemplo, en las reservaciones de los hoteles. Además, abre la puerta a que se vuelvan masivos los pagos con celulares y relojes inteligentes.

«La gente va a empezar a ver las bondades de la tecnología contactless en la medida en que se desarrolle el comercio electrónico, que en Venezuela no existe mucho porque no había con qué pagar. Estamos en la creación de ese ecosistema que requiere nuevas herramientas de autenticación (de los clientes) para reducir el fraude en el comercio electrónico», resalta Acosta.

El despliegue de mayores opciones de comercio electrónico en el mercado venezolano aún no tiene una fecha exacta, pero en entidades como Mercantil tienen previsto que para finales de junio 2026 culmine la entrega de las nuevas tarjetas sin contacto a todos sus clientes. El cambio de las tarjetas, al final, es el paso crucial para que la adopción del contactless comience a verse en más comercios y en las calles venezolanas.


Margaret López, periodista especializada en finanzas, tecnología y cambio climático.

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