El inversionista milenial y las consecuencias de la pandemia

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Fotografía: Chris Liverani / Unsplash

Los mileniales alcanzaron la mayoría de edad en medio de una gran incertidumbre económica y mercados financieros volátiles. Enfrentan un conflicto entre el bajo riesgo que están dispuestos a asumir por sus inversiones y la necesidad de obtener alto retorno para financiar su jubilación.

Urbi Garay / 12 de octubre de 2020


 

La generación del milenio (también conocida como generación Y o milenial) abarca unos 2.000 millones de personas nacidas entre, aproximadamente, 1980 y 2000. La industria financiera ha estudiado las características de esta generación, que tiene entre 20 y 40 años de edad, y sus diferencias con las generaciones precedentes. A medida que alcancen su edad de mayor ingreso y gasto, los mileniales tendrán un impacto enorme en la economía global.

«Los mileniales han alcanzado la mayoría de edad en una época de cambio tecnológico, globalización y trastornos económicos», señalaba en 2014 un informe elaborado por el banco de inversión Goldman Sachs (2014). «Eso les ha dado un conjunto de comportamientos y experiencias diferentes de las de sus padres. Han tardado más en casarse y mudarse por su cuenta, y han mostrado diferentes actitudes hacia la propiedad que han ayudado a crear una “economía compartida”». Constituyen también la primera generación de nativos digitales y tienen un estilo de vida activo que influye en las tendencias de todos los ámbitos.

Los inversionistas mileniales son más conservadores que las generaciones previas

En 2015 la firma de auditoría Deloitte calculó que para 2020 el patrimonio neto agregado de los mileniales en todo el mundo oscilaría entre 19 billones y 24 billones de dólares. Si bien muchos mileniales desconocen su potencial de ingresos, en los próximos años ocurrirá un cambio masivo (Deloitte, 2020):

Primero, los mileniales están a punto de entrar en sus años de ingresos óptimos, lo que resultará en un aumento significativo de activos. En segundo lugar, ser autónomo como empresario es un modelo clave que acelerará el aumento de activos. Además, los mileniales se beneficiarán de la riqueza de sus padres baby boomers.

Un informe de Ernst and Young (2017) prevé que los mileniales recibirán unos treinta billones de dólares en herencias durante los próximos veinte años.

 

¿Son los mileniales conservadores?

Según el estudio de Deloitte (2020), por lo general los mileniales administran el dinero de manera responsable y ahorran más que las generaciones precedentes cuando tenían su edad. Su prudencia financiera probablemente refleje el temor de que las finanzas personales puedan, rápida y fácilmente, desviarse de su rumbo en una economía global volátil, cuyos mercados de valores han sufrido ya varias crisis en lo que va del siglo XXI.

Es de esperar que los inversionistas más jóvenes tengan mayor tolerancia al riesgo. Tienen no solo el optimismo propio de la juventud, sino también muchos años por delante para recuperarse de cualquier pérdida que puedan sufrir en sus inversiones. Sin embargo, un porcentaje importante de los mileniales muestran una contradicción entre el deseo de obtener grandes rendimientos por sus inversiones y su disposición a asumir riesgos.

Un estudio de BlackRock (2019) revela que, para el 46 por ciento de los mileniales, invertir es algo muy riesgoso, en comparación con 39 por ciento de la generación X (nacidos entre 1965 y 1980) y 37 por ciento de los baby boomers (nacidos entre 1946 y 1964). Contradictoriamente, mientras que seis de cada diez mileniales manifiestan sentirse cómodos al asumir riesgos, tres cuartas partes expresan que, si se vieran obligados a elegir, escogerían seguridad de la inversión sobre rendimiento. Algo que complica aún más el panorama de la tolerancia al riesgo de los mileniales es que, para el 65 por ciento, la volatilidad del mercado socavaba su capacidad para alcanzar sus metas de inversión de largo plazo. Si bien los mileniales están conscientes de sus objetivos de jubilación, el 87 por ciento informa que el horizonte temporal de sus inversiones es inferior a diez años (muy corto para su edad).

El mundo de la inversión le dio la bienvenida a la generación del milenio de manera muy diferente que a la generación X, cuya primera experiencia fue la de los mercados alcistas de los años ochenta y noventa. Cuando una parte de la generación del milenio llegó a la edad adulta experimentó dos importantes correcciones de los mercados de valores mundiales: el desplome de las acciones de las puntocom (2000-2002) y la crisis financiera global y de la vivienda (2008-2009), que arrastró a prácticamente todos los mercados del mundo. También enfrentaron una seguidilla de escándalos financieros (Enron, Worldcom y Bernard Madoff, entre otras). A esas crisis hay que agregar el reciente desplome de los mercados mundiales entre febrero y marzo de 2020, a raíz del «Gran Confinamiento» causado por la covid-19, y la posterior recuperación parcial de los mercados, aunque con una gran volatilidad y en medio de una recesión que hará de 2020 el peor año para la economía mundial desde la Segunda Guerra Mundial.

Es de prever que la combinación de los efectos de esas crisis con las grandes deudas estudiantiles (principalmente en Estados Unidos), la mayor competencia global por los mejores empleos y el crecimiento de los salarios por debajo de la tendencia histórica (especialmente en los países desarrollados durante la última década) haga que los inversionistas mileniales sean más conservadores que las generaciones previas. De hecho, mantienen el doble de la cantidad de efectivo (53 por ciento) y la mitad de las acciones (28 por ciento) que las generaciones precedentes (Robillard, 2018); a pesar de que, por su relativamente alto nivel educativo (en Estados Unidos son la generación de jóvenes adultos con mejor educación de todos los tiempos), se esperaría que fuesen más proclives a invertir en instrumentos tales como acciones de empresas.

Los mileniales tendrán que financiar cada vez más sus jubilaciones

Algunas investigaciones en psicología y economía sugieren que las experiencias de las personas con respecto a las fluctuaciones de la economía, sobre todo las más recientes, inciden de manera muy importante en sus actitudes hacia el riesgo financiero. Giuliano y Spilimbergo (2009) propusieron la «hipótesis de los años impresionables»: durante los años formativos de las personas (entre 18 y 25) se moldean sus creencias y valores, los cuales se mantienen relativamente inalterados durante el resto de sus vidas. En consecuencia, la situación económica en la que transcurren esos años tiene un impacto decisivo en las expectativas económicas de las personas.

Malmendier y Nagel (2011) hallaron que quienes obtuvieron rendimientos bajos en la bolsa de valores durante sus vidas mostraban menor deseo de asumir riesgos financieros, y estaban menos dispuestas a invertir en acciones. Algo similar ocurrió en el caso de los bonos. Esto explica, por ejemplo, la relativamente baja participación de los jóvenes en las bolsas a comienzos de los años ochenta, cuando se recuperaban de los bajos (y hasta negativos) rendimientos experimentados durante la turbulenta década de los años setenta (Garay y Salazar, 2016).

El hecho de que muchos mileniales estén dispuestos a invertir solo si asumen bajos riesgos (con los consiguientes menores rendimientos esperados) hace prever que muchos planes de ahorro se quedarán cortos. Los mileniales tendrán que financiar cada vez más sus jubilaciones, debido a la disminución de la disponibilidad de planes de pensiones con beneficios definidos y el aumento de la esperanza de vida, por lo cual las jubilaciones pueden llegar a ser más largas que los años laborales (J. P. Morgan, 2015).

 

Inversiones socialmente responsables

Existe la percepción de que los inversionistas mileniales tienen un fuerte compromiso con las inversiones que tienen un considerable componente ambiental o social. Pero según un estudio llevado a cabo por Robillard (2018), aunque la mayoría (73 por ciento) manifestó su deseo de usar su dinero para tener un impacto positivo en el mundo, solo 16 por ciento indicó haber invertido realmente en fondos de impacto social o sostenible. Esta desconexión entre aspiraciones y comportamientos es subrayada por el hecho de que tres de cada cinco inversionistas mileniales manifiestan que las inversiones de impacto son menos rentables que otros tipos de inversiones.

La empresa Michelmores (2019) llevó a cabo un estudio en Gran Bretaña y encontró que, a pesar de la percepción generalizada de que los mileniales más pudientes (con activos invertibles de 25.000 libras esterlinas o más) prefieren inversiones de impacto social o sostenible, solo 16 por ciento habían realizado tales tipos de inversiones. Similarmente, Ernst and Young (2017) halló que 17 por ciento de los mileniales invertían en empresas con prácticas socialmente responsables o sostenibles, aunque ese porcentaje se compara favorablemente con el nueve por ciento de las generaciones previas.

 

Gestores robot

Existe la creencia de que los mileniales son la generación de Google y Amazon. Motivados por la desconfianza en el sistema financiero (debido a las crisis financieras y los escándalos empresariales) y por los avances de la tecnología, los mileniales han acudido en masa a los gestores robot (roboadvisers) que normalmente utilizan fondos cotizados en bolsa (en lugar de fondos que se gestionan activamente) y ayudan a mantener bajos los costos (Robillard, 2018).

Según un estudio realizado por Curphey (2019) los mileniales y la generación Z (nacidos después de 2000) no creen que el asesoramiento financiero tradicional agregue mayor valor a sus decisiones de inversión, se sienten más cómodos tomando sus decisiones y quieren crear carteras e invertir de forma personalizada. Las plataformas de inversión digital (no solo las cuentas de inversión en internet, disponibles desde finales de los años noventa, sino también aplicaciones tales como Robinhood) han facilitado la participación creciente del público, especialmente los más jóvenes, en los mercados de valores y han reducido drásticamente los costos de transacción.

Los mileniales han vivido la mayor parte de sus vidas adultas en un ambiente de tasas de interés muy bajas

Un estudio de Zeldis Research Associates (2018) mostró que los mileniales, independientemente del segmento de riqueza en el que se encuentren, sienten que todavía les falta mucho que aprender sobre inversiones. Según BlackRock (2017), 40 por ciento de las mujeres mileniales están de acuerdo en que «invertir es para personas como yo», en comparación con solo el 28 por ciento de las baby boomers. Es de prever que, a medida que los mileniales envejezcan y sus vidas se vuelvan más complejas (matrimonio, creación de empresas, herencias, etc.), sus decisiones de inversión serán más complicadas y la ayuda de un asesor humano será más apreciada.

 

La covid-19 y la inversión de los mileniales

La brutal contracción de la economía mundial, especialmente en el segundo trimestre de 2020, llevó a los bancos centrales de casi todo el mundo a ejecutar políticas monetarias expansivas sin precedentes. En muchos casos, estas políticas pueden ser vistas como una continuación más acelerada de las políticas de bajas tasas de interés y aumento de la liquidez que se emplearon a partir de la crisis de 2008-2009, para inducir una recuperación de la actividad económica frente a una crisis que en ese momento se presentaba como la peor desde la Gran Depresión.

Las políticas monetarias expansivas han hecho que las tasas de interés sean históricamente bajas, lo que ha facilitado la recuperación de las economías (aunque menos de lo esperado) y de las cotizaciones en las bolsas de valores. En Estados Unidos, las tasas de interés de la última década han sido las menores en décadas, y en septiembre de 2020 la mitad de los bonos emitidos por los gobiernos de Europa ofrecían un rendimiento nominal negativo: se debía pagar, por ejemplo, 99 euros por un bono cero cupón que redimía un valor facial de 100 euros en un año.

Los integrantes de la generación del milenio han vivido la mayor parte de sus vidas adultas en un ambiente de tasas de interés muy bajas (en la mayoría de los países desarrollados), incluso por debajo de la tasa de inflación, aunque esta última también ha sido históricamente baja. Los mileniales que decidieron ahorrar, depositando su dinero en los bancos con la idea de percibir intereses y acumular capital, se perdieron el mercado alcista más largo de la historia (2009-2019) en Estados Unidos (mucho menos espectacular en Europa y mixto en los mercados emergentes). Se perdieron ese mercado alcista por tener un perfil inversionista más conservador que el esperado para su edad, al menos comparado con generaciones previas. La turbulencia económica y las amplias fluctuaciones de las bolsas de valores en 2020 podrían acrecentar el conservadurismo de los mileniales, lo cual dificulta que puedan lograr sus objetivos de inversión.

¿Cómo puede un milenial con ingreso medio lograr metas de ahorro que le permitan financiar sus años de retiro? Se recomienda comenzar por destinar entre cuatro y nueve por ciento de los ingresos antes de impuestos a la jubilación, cada año a partir de los 25 años de edad. Este porcentaje puede ser mayor para los más pudientes. El resto del plan se basa en ahorros adicionales de ingresos después de impuestos, contribuciones de contrapartida del empleador y la ejecución de una disciplina constante de inversión (J. P. Morgan, 2015).

Los mileniales pueden tener grandes esperanzas de retorno en sus inversiones; aunque, en realidad, muchos deberán prepararse para asumir los riesgos adicionales necesarios para obtener la rentabilidad deseada a largo plazo. Es una tarea pendiente.

 

Referencias

  • BlackRock (2017): «Millennial women make their own financial future». Seeking Alpha. https://seekingalpha.com/article/4080436-millennial-women-make-own-financial-future
  • BlackRock (2019): «Investor Pulse». https://www.blackrock.com/corporate/insights/investor-pulse
  • Curphey, M. (2019): «How are millennial investment habits different?». 9 de julio. https://www.raconteur.net/finance/investing/how-millennials-invest/
  • Deloitte (2020): «The Deloitte Global Millennial Survey 2020». https://www2.deloitte.com/global/en/pages/about-deloitte/articles/millennialsurvey.html
  • Ernst and Young (2017): Sustainable investing: the millennial investor. https://www.ey.com/Publication/vwLUAssets/ey-sustainable-investing-the-millennial-investor-gl/$FILE/ey-sustainable-investing-the-millennial-investor.pdf
  • Garay, U. y Salazar, A. (2016): «Finanzas personales: cómo sobrevivir a la inflación». Debates IESA. Vol. XXI. No. 1. http://www.debatesiesa.com/finanzas-personales-como-sobrevivir-a-la-inflacion-2/
  • Giuliano, P. y Spilimbergo, A. (2009): «Growing up in a recession: beliefs and the macroeconomy». NBER Working Paper No. 15321. National Bureau of Economic Research.
  • Goldman Sachs (2014): «Millennials: coming of age». https://www.goldmansachs.com/insights/archive/millennials/
  • P. Morgan (2015): The millennials now streaming: the millennial journey from saving to retirement. https://www.jpmorgan.com/jpmpdf/1320713903982.pdf
  • Malmendier, U. y Nagel, S. (2011): «Depression babies: do macroeconomic experiences affect risk taking?». The Quarterly Journal of Economics. Vol. 126. No. 1. https://doi.org/10.1093/qje/qjq004
  • Michelmores (2019): «Millennials, money & myths». https://www.michelmores.com/sites/default/files/Millennials%20Money%20%20Myths%20-%20F%26I.pdf
  • Robillard, J. (2018): «Millennial attitudes towards financial advisors and emerging investment technologies». Filadelfia: University of Pennsylvania, ScholarlyCommons. https://core.ac.uk/download/pdf/219379896.pdf
  • Zeldis Research Associates (2018): «Uncertain futures: 7 myths about millennials and investing». Charlottesville, Virginia: CFA Institute and FINRA. https://www.cfainstitute.org/-/media/documents/support/advocacy/1801081-insights-millennials-and-investing-booklet.ashx

Urbi Garay, profesor del IESA.