En el último siglo y medio, la gerencia ha cambiado. Hay conceptos que hoy forman parte del lenguaje común de la gestión de organizaciones, pero que cuando aparecieron fueron verdaderas innovaciones. Hoy se habla de regeneración, triple impacto y modelos híbridos de negocios, conceptos que seguramente serán válidos en 2030 y más allá.
Durante el siglo XX, y lo que va del XXI, el desarrollo de algunas industrias puede calificarse con una palabra: vertiginoso. Basta con pensar que apenas en 1903 los hermanos Wright realizaron el primer vuelo propulsado y en 1906 Santos Dumont voló el primer avión capaz de despegar por medios propios. Más de cien años después, la industria de la aviación crecerá en promedio un 3,7 por ciento anual entre 2022 y 2041; en este último año habrá 440.000 horas diarias de vuelo, según las previsiones de la constructora de aviones Airbus. En pocas palabras, en la industria de la aviación el avance ha sido no solo vertiginoso, también espectacular.
Otras industrias han experimentado también cambios acelerados. Industrias nacidas hace menos de cien años hoy son importantes sectores del PIB mundial, tales como internet y la telefonía celular.
La gerencia también ha cambiado, aunque tal vez no tan espectacularmente. Conviene recordar los estudios y aportes germinales de Taylor, Fayol y otros autores a finales del siglo XIX y principios del XX. Con respecto a los cambios en el mundo gerencial es recomendable tener un poco de perspectiva.
A comienzos del siglo XX una de las grandes preocupaciones de la gerencia era el asunto de los derechos de los trabajadores; en los años treinta, los derechos de los accionistas; en los cincuenta, los derechos de los consumidores; en los ochenta, los derechos de las generaciones futuras.[1] Estos cambios tal vez hoy no parezcan tan espectaculares, porque forman parte del statu quo.
En la década de los ochenta, luego de tres años de consultas y la recepción de al menos 500 propuestas por escrito revisadas por expertos de 21 nacionalidades, se elaboró el conocido Informe Brundtland en 1987. Este documento postuló que la protección del medioambiente había dejado de ser una tarea nacional o regional, para convertirse en un problema global. También señaló que el desarrollo y el ambiente no deberían verse como ámbitos separados, sino como realidades inseparables. Seguramente, para algunos gerentes formados en la escuela mecanicista o incluso según la teoría de McGregor, en los años ochenta hablar de desarrollo sostenible era un tema de moda, pasajero.
Afortunadamente no fue así. El desarrollo sostenible fue una tendencia gerencial en su momento; hoy implica un cambio de paradigma al concebir y gerenciar empresas: un relativamente nuevo paradigma cuyo lado más conocido es el de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. En la actualidad no se habla de que las empresas están únicamente para hacer dinero. Hoy se espera un «triple impacto», término acuñado por John Elkington en 1994: las empresas deben ocuparse de las dimensiones económica, social y ambiental. Recientemente (en 2020) ha surgido un movimiento que revela la insuficiencia de las prácticas sostenibles para rescatar el planeta y revertir el cambio climático, y aboga por un enfoque más disruptivo, que devuelva a los ecosistemas su funcionamiento natural: la regeneración.
Regeneración, triple impacto y modelos híbridos de negocios son términos de la jerga gerencial de hoy. Es una jerga diferente de la de los 1900, pero seguramente válida en 2030 y más allá.
La proyección de Airbus es que, para 2041, existirán más de 1.100 aviones reciclados o desmantelados y 2.200 cabinas reformadas o actualizadas. Airbus no proyecta únicamente la dimensión económica del negocio. La ecuación empresarial se modificó y, con toda seguridad, en los próximos años ocurrirán más cambios. Unos serán modas; otros, tendencias, y quién sabe cuántos se convertirán en nuevos paradigmas gerenciales. Un ciclo de cambios al que los gerentes deben prestar atención.
Edwin Ojeda, profesor del IESA.
Nota
[1] Correa, M. E. (2019). Sistema B y las empresas B en América Latina: un movimiento social que cambia el sentido del éxito empresarial. CAF-banco de desarrollo de América Latina.