
Autoconocimiento, capacidad para procesar información de diferentes fuentes, entendimiento de las diferencias culturales e inteligencia emocional son algunas de las habilidades que los gerentes necesitan cultivar para enfrentar el complejo mundo de los negocios.
En un contexto complejo —con problemas como inflación, inestabilidad macroeconómica, acceso a financiamiento, entre otros, más los retos que imponen los constantes cambios tecnológicos y regulatorios— el gerente necesita desarrollar cada vez más habilidades, algunas completamente nuevas. Asimismo, en el entorno social los valores están en constante rediseño y las relaciones personales, así como las sociales, están en permanente transformación y escrutinio por parte de diferentes actores, lo que requiere de los gerentes habilidades blandas, sin dejar de lado la gestión informada de problemas y la toma de decisiones oportuna.
Ante esta situación, la plataforma IESA Alumni convocó a expertos, egresados de su Maestría en Administración con amplia experiencia y trayectoria, para responder una pregunta clave: ¿cuáles son en la actualidad las habilidades imprescindibles para un gerente?
Tres habilidades básicas
Carlos Ramírez, consultor estratégico en empresas industriales y de telecomunicaciones, identifica tres habilidades. La primera es la agilidad informada, que consiste en la capacidad para procesar información de diferentes fuentes y escoger la verdaderamente útil para tomar decisiones adecuadas y oportunas. «Hoy estamos sobrecargados de información, por lo que los gerentes debemos tener la habilidad de filtrar esos datos para tomar los que realmente son importantes y, sobre esa información, tomar decisiones», advierte.
Es indispensable mantener una estrategia personal de adquisición de conocimientos.
La segunda es la habilidad para trabajar en equipo con liderazgo. El gerente es el responsable; pero, en la complejidad actual de los mercados, nadie tiene la capacidad de ver solo el mapa y decidir. La colaboración activa del equipo se logra al promover una cultura de diálogo abierto, con la humildad adecuada para reconocer los méritos y habilidades individuales. Los aportes de todos son necesarios, indica Ramírez.
La tercera es cultivar inteligencia emocional y social. Muchas empresas han incorporado la responsabilidad social al ADN corporativo y, por lo tanto, esa medición de impactos y sus implicaciones son claves para la toma de decisiones. Pero el clima organizacional también es vital, y no serán exitosos los gerentes que no entiendan eso y no cultiven la inteligencia emocional, por más capacidades y destrezas que tengan.
Cuando disecciona las habilidades esenciales de un gerente, Ramírez destaca: «El autoconocimiento es medular, porque debo tener claro en lo que soy bueno y en lo que no lo soy, de manera que tengo que asegurarme de que haya miembros en el equipo que suplan esas habilidades que yo no tengo. Además, hay diferentes rangos etarios y las nuevas generaciones obligan a desarrollar habilidades emocionales para corregir errores o hacer observaciones al equipo».
El desarrollo de la marca personal
Melissa Marchand, especialista en mercadeo digital, apunta la necesidad de que los gerentes construyan una «marca personal» sólida. El trabajo del líder es coordinar y estructurar, de manera que la percepción de los demás sobre su persona y su comportamiento es fundamental.
Marchand advierte que la construcción de una buena marca personal es necesaria no solo para cargos de responsabilidad, sino también para cualquier persona, porque todos construyen relaciones y hay que saber hacerlo para alcanzar metas. La marca personal no se construye a partir de la autopercepción, sino de la evaluación del impacto ocasionado en las otras personas.
«No se trata de ti, sino de cómo se sienten los demás cuando se relacionan contigo. Como gerente, por ejemplo, tienes que preguntarte si los que te rodean se sienten empoderados y motivados o se sienten frustrados y regañados cuando se relacionan contigo», explica la experta.
Hay dos preguntas para quienes quieren desarrollar conscientemente su marca personal: ¿cómo se sienten las personas que se relacionan conmigo? ¿Cuáles son los principios y valores que transmito en esa relación?
Marchand recomienda: «Habla de tu trabajo como la solución a un problema específico que todo el mundo pueda entender. Si trabajas en consultoría de impuestos, la mayoría de las empresas están pagando el doble de los tributos y si las ayudas a estructurarse para pagar lo mínimo necesario, te van tener presente».
El trabajo del líder es coordinar y estructurar, de manera que es fundamental la percepción de los demás sobre su persona y su comportamiento.
Capacidad para aprender
Rubén Ángel, consultor sénior asociado de Humana Consulting Global, cambia el sentido de la pregunta y sostiene que las empresas necesitan ejercer un papel más activo en la formación del capital humano, sobre todo en Venezuela, donde la diáspora ha ocasionado una enorme fuga de talento calificado de alto valor.
Coincide con Carlos Ramírez en la necesidad de adquirir constantemente conocimiento útil y actualizado. Para ello es necesario aprender de quienes tienen habilidades clave y gestionan adecuadamente el cambio actual de tendencias.
Ángel apunta que adaptación, eficiencia en gestión de recursos y capacidad para aprender son habilidades fundamentales para un gerente. Es más, destaca que es indispensable mantener una estrategia personal de adquisición de conocimientos.
«La forma de aprender de hoy es completamente distinta a la de hace treinta años. El problema de hoy no es el acceso al conocimiento, sino la disposición genuina, voluntariosa o decidida a aprender las cosas que pueden ser claves para un rol. La manera de identificar esas cosas consiste en preguntarle a otros, reconocer lo que no se sabe», explica el consultor.
Y añade: «El desafío después del lanzamiento de la inteligencia artificial es que esta herramienta maneja volúmenes de información incalculables y hay que saber usarla. Lo importante es tener claridad, disciplina y organización para explorar, saciar esa curiosidad sin miedo o con ganas de cometer errores para aprender más rápidamente. Perder la curiosidad es letal».
Aprender orgánicamente y con sistema es la mejor manera de adaptarse a los cambios, por lo que el concepto de humildad bien entendida aparece en el debate. Melissa Marchand señala sin rodeos que nadie llega a un cargo gerencial con el conocimiento completo de lo que va a hacer; es decir, «con un software programado completo». A su juicio, la habilidad clave —y coincide con Ángel— es la habilidad para aprender; pero, para que ese proceso sea eficiente, es necesario un autoconocimiento sincero.
«Hay que buscar a la gente que sabe», insiste Marchand. Muchas empresas emplean modelos de mentoría para no perder conocimiento acumulado, bien por salida de recurso humano o por falta de sistematización en la organización. Sin embargo, Rubén Ángel señala que en Venezuela las empresas han renunciado a la función de capacitar y la han descargado en los colaboradores, lo que ocasiona fallas y errores evitables. En este punto, Carlos Ramírez insiste en su visión de la gerencia contemporánea: «Las habilidades técnicas y profesionales siguen siendo necesarias, pero no son suficientes».
Gerente multiculturales
La gerencia se ha hecho más compleja por diversas razones. Por ejemplo, la integración que produce la tecnología es un problema creciente. Los líderes necesitan entender las diferencias culturales y asumirlas como un elemento fundamental en la construcción de relaciones.
La gestión de la autoridad subyace al intercambio de los expertos. El manejo de la competencia, la comprensión de la empresa en su entorno, las relaciones sociales, los impactos ambientales: todos son asuntos complejos que deben entenderse. La complejidad, sin duda, está a la orden del día. Gestionarla con las herramientas adecuadas es la habilidad fundamental.
Érika Hidalgo López, periodista.