Bolívar digital: necesario, pero insuficiente

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La reconversión monetaria debería venir acompañada de un programa económico de estabilización que acabe con la hiperinflación. En todo caso, la reconversión es necesaria aun si no se ejecutara ese programa.

Urbi Garay / 18 de agosto de 2021


 

En mayo de 2021 se cumplieron 150 años de la creación del primer cono monetario oficial de Venezuela, con la introducción de «el venezolano» (precursor del bolívar), moneda en la que debían expresarse todas las cuentas a partir de enero de 1872. Desde entonces, Venezuela ha tenido los siguientes conos monetarios:

  1. Venezolano: mayo de 1871-marzo de 1879
  2. Bolívar: marzo de 1879-diciembre de 2007
  3. Bolívar fuerte: enero de 2008-agosto de 2018
  4. Bolívar soberano: septiembre de 2018-septiembre de 2021
  5. Bolívar digital: anunciado para el 1º de octubre de 2021

 

Antes de la creación del venezolano en 1871 no existía una moneda venezolana, con la excepción de algunas monedas de cobre. Circulaban las monedas de Gran Bretaña, Francia, España, Perú, Chile, México, Colombia, Argentina, Brasil, Bolivia, Estados Unidos, Italia y Alemania. Las conversiones de precios entre tantas monedas eran un dolor de cabeza (Pino, 2019).

El nuevo cono monetario se creó con la Ley de Monedas del 11 de mayo de 1871, durante el gobierno de Antonio Guzmán Blanco. El venezolano se dividía en cien centavos. Hasta 1871, no había existido en Venezuela una moneda de curso legal creada por el gobierno y que fuera además respaldada por el Tesoro Nacional. El 1º de enero de 1872 el gobierno ordenó convertir las cuentas bancarias en venezolanos.

El 31 de marzo de 1879, también en tiempos de Guzmán Blanco, se promulgó la Ley de Monedas y se estableció que el bolívar («bolívar de plata») sería la nueva unidad monetaria. Además, se prohibió la circulación de monedas extranjeras, que a partir de ese entonces solo se admitirían según su contenido del metal fino en calidad de mercancías.

Con este decreto el sistema métrico decimal se instauró en el sistema monetario por necesidad, para eliminar el sistema europeo que usaba la relación de 1 kg de oro igual a 16 kg de plata. En 1886, Guzmán Blanco autorizó a explotar las inmensas reservas de oro de El Callao, para proveer oro a la Casa de Moneda, donde se acuñó el bolívar de oro, llamado popularmente «pachano», en alusión a su director, General Jacinto Regino Pachano. Durante el siglo XX, el auge de la circulación monetaria, tanto en billetes como en acuñaciones de oro y plata, trae también un aumento de las reservas en oro, razón por la cual en la Constitución del 24 de junio de 1918 se decretó como unidad monetaria nacional el bolívar de oro (Torrealba, 2019).

El bolívar circuló durante casi 129 años. Lo reemplazó el bolívar fuerte el 1º de enero de 2008, como parte de una reconversión monetaria que eliminó tres ceros, ante el aumento de la inflación que comenzó en Venezuela a finales de los años ochenta. Posteriormente, y ante el incremento cada vez más acelerado de la inflación, el 20 de agosto de 2018 al bolívar fuerte lo reemplazó el bolívar soberano (una reconversión monetaria que eliminó cinco ceros). Finalmente, el 5 de agosto de 2021 el Banco Central de Venezuela anunció una nueva moneda —el bolívar digital— vigente a partir del 1º de octubre de 2021, cuando el país está por cumplir cuatro años en hiperinflación.

Las tres reconversiones monetarias eliminaron catorce ceros al bolívar en apenas trece años. Un bolívar original (vigente entre 1879 y 2007) habría aumentado en 2021 hasta cien billones (el número cien con doce ceros), si no se le hubiesen eliminado los catorce ceros. El récord mundial de las reconversiones (doce ceros en una única reconversión) lo tienen Alemania (en 1923) y Zimbabue (en 2009). Ahora bien, Zimbabue tiene el registro de más ceros eliminados (25) en varias reconversiones durante la virulenta hiperinflación que sufrió entre 2006 y 2009 (Alonso, Estrada y González, 2016).

 

El bolívar digital

Históricamente, las reconversiones monetarias se han aplicado con la intención de 1) mejorar la eficiencia del sistema contable y financiero con el objeto de facilitar las transacciones, 2) cesar un proceso inflacionario (como parte de un programa económico integral) o 3) crear confianza interna y externa (Alonso, Estrada y González, 2016).

En Venezuela la inflación fue de 130.060 por ciento en 2018, 9.586 por ciento en 2019 y 2.960 por ciento en 2020. Ante esta acelerada pérdida del valor del bolívar era necesaria una nueva reconversión monetaria. A mediados de 2021, las cifras en bolívares son estratosféricas y ya no caben en las calculadoras o en los sistemas informáticos. Tal es la razón de la creación del bolívar digital. Esta nueva reconversión monetaria eliminará seis ceros a la moneda, de manera que el dólar, que a mediados de agosto de 2021 se cotiza en unos cuatro millones de bolívares, pasaría a valer cuatro bolívares digitales. Se anunció, además, que el nuevo cono monetario contaría con una moneda metálica y con billetes de 5, 10, 20, 50 y 100.

El porqué del nombre «digital» no está claro; pareciera no tener mayores implicaciones. Una moneda digital es cualquier moneda (dinero digital, moneda electrónica o dinero electrónico) o activo similar al dinero que se almacene, administre o intercambie primordialmente en sistemas informáticos digitales; siendo internet el más importante (Al-Laham, Al-Tarawneh y Abdallat, 2009; Bank for International Settlements, 2015). Sin embargo, el sistema informático digital empleado puede ser diferente de internet (por ejemplo, bluetooth).

Las monedas digitales incluyen monedas virtuales, criptomonedas (bitcóin, por ejemplo) y monedas digitales emitidas por bancos centrales, que sería el caso del bolívar digital. Para que el bolívar pueda ser considerado una moneda digital debería tener las siguientes características (inherentes también a las monedas y los billetes físicos): acceso universal, anónima e intercambiable sin intermediarios. Una de las ventajas de las monedas digitales es que se elimina el costo asociado a la impresión y la distribución de billetes y monedas.

Por ahora no se vislumbra la posibilidad de dolarización formal de la economía venezolana. No obstante, según algunos cálculos privados, en Venezuela alrededor del setenta por ciento de las transacciones se hacen en dólares.

La reconversión monetaria debería venir acompañada de un programa económico de estabilización que acabe con la hiperinflación. En todo caso, aun si no se ejecutara tal programa, que luce lejano aún, la reconversión es necesaria para cumplir al menos el primer objetivo de facilitar las transacciones, al mejorar la eficiencia del sistema contable y financiero.


Urbi Garay, profesor del IESA.

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Referencias

  • Al-Laham, M., Al-Tarawneh, H. y Abdallat, N. (2009). Development of electronic money and its impact on the Central Bank role and monetary policy. Issues in Informing Science and Information Technology, 6, 339-349. http://iisit.org/Vol6/IISITv6p339-349Al-Laham589.pdf
  • Alonso, J., Estrada, D. y González, A. (2016). Elementos para la discusión de la eliminación de tres ceros en el peso colombiano. En J. Escobar (Ed.), Análisis socioeconómicos: Un aporte desde la academia a la actividad legislativa (pp. 29-55). Senado de la República de Colombia.
  • Bank for International Settlements (2015, 23 de noviembre): Digital currencies. Committee on Payments and Market Infrastructures. https://www.bis.org/cpmi/publ/d137.htm
  • Pino, E. (2019, 18 de marzo). Cuando Venezuela no tenía moneda nacional. Prodavinci. https://prodavinci.com/cuando-venezuela-no-tenia-moneda-nacional/
  • Torrealba, V. (2019, 9 de agosto). El “Bolívar” cumplió 135 años como moneda oficial de Venezuela. Monedas de Venezuela. https://monedasdevenezuela.com/articulos/el-bolivar-cumplio-135-anos-como-moneda-oficial-de-venezuela/