El 3 de noviembre no solo se eligieron el presidente y muchos representantes y senadores en Estados Unidos. También se consultó a los electores sobre propuestas que incidirán profundamente en sus vidas. Las proposiciones 15, 22 y 24, sometidas a la consideración de los electores de California, son una muestra de los temas en los que deberán alcanzar un consenso los estadounidenses.
Carlos Jaramillo / 12 de noviembre de 2020
En las pasadas elecciones del 3 de noviembre en Estados Unidos, además del primer mandatario nacional, se escogieron todos los representantes y 33 senadores; en algunos estados se realizaron consultas sobre temas de interés regional. Entre las propuestas de interés en California se destacan tres, vinculadas al ámbito de los negocios.
Proposición 15: impuesto a las grandes propiedades industriales y comerciales
Quienes la promocionan proponen que la base impositiva para el cálculo de los impuestos sobre las propiedades sea el valor de mercado de tales bienes, en lugar de su precio de adquisición. Esto debería aumentar los ingresos del estado de California en 12,5 millardos de dólares y ayudar a recuperar ingresos perdidos debido a la covid-19. Se calcula que solamente el 10 por ciento de los contribuyentes pagarán el 92 por ciento del nuevo impuesto: una carga aplicable sobre entes de gran capacidad económica.
Se oponen a esta medida la Cámara de Comercio de California, grupos empresariales y asociaciones de contribuyentes estadales, quienes alegan que los contratos de arrendamiento en ese estado obligan al arrendatario a pagar impuestos a la propiedad, seguros y gastos de mantenimiento de los inmuebles. Los nuevos impuestos deberían reflejarse en los precios de bienes y servicios que serán cancelados por los consumidores finales, además de afectar la capacidad de contratación de pequeñas y medianas empresas dirigidas por miembros de grupos particularmente golpeados por la pandemia.
La proposición 15 perdió por un pequeño margen: el 51,8 por ciento de los electores la rechazó, pese a que buena parte de los recursos se inyectarían a la educación básica y al fortalecimiento de las finanzas municipales.
Proposición 22: los repartidores como empleados por cuenta propia
Cuesta pensar en una proposición más polémica que esta: ataca directamente al corazón de muchos modelos de negocios tan populares en los últimos años.
El futuro de la llamada economía de los autónomos (gig economy) depende de cuánto se estandarice en el mundo la adopción de esta idea. Una de las promesas principales de Biden es tratar de mejorar económicamente a la clase media a partir del fortalecimiento de los sindicatos y las contrataciones colectivas, por lo que California puede volverse un importante campo de batalla para las relaciones entre corporaciones, empleados y seudoindependientes en la próxima década.
La proposición 22 fue aprobada y gracias a ello las acciones de Uber y Lyft subieron 15% y 11%, respectivamente, al conocerse la noticia. Otros estados de la Unión se unirán en los próximos años a esta manera de concebir las relaciones laborales. Una batalla que perdieron los que aspiran a empleos de calidad.
Proposición 24: alcance de las leyes de privacidad y protección de datos
Las grandes empresas tecnológicas —las principales afectadas por esta regulación— han evitado mostrarse combativas. Para sorpresa de muchos, las principales críticas a la proposición han surgido de grupos de protección a los consumidores, para quienes la ley es muy complaciente con las organizaciones que pretende controlar.
La proposición 24 tiene grandes vacíos, porque no especifica qué tipo de datos pueden recopilarse y en qué medida pueden utilizarse. Por definición, los datos deberían estar protegidos y, solamente con autorización explícita de sus dueños, podrían ser utilizados. En la actualidad, los consumidores californianos tienen que ocuparse directamente de bloquear el uso de sus datos, cuando debería ser al contrario. La ley impide el uso compartido de datos, lo cual va más allá de prohibir su venta, ambigüedad explotada por algunas empresas de tecnología. Esta proposición l aprobó el 55,9 por ciento de los electores.
El laboratorio californiano
Estas propuestas son propias de una economía regional compleja como la californiana. Si fuese un país independiente, este estado sería la quinta economía del mundo. Por lo tanto, este proceso electoral ofrece la oportunidad de calibrar las tensiones que se gestan en las economías desarrolladas, y también las propuestas de los partidos políticos a tales situaciones.
Si el Partido Demócrata profundiza una agenda orientada a mejorar las condiciones de vida del electorado de clase media, se verá forzado a restringir los intereses de las grandes empresas domiciliadas en este estado, lo que encarecerá su presencia en la zona mediante mayores impuestos y limitará el desarrollo de sus modelos de negocios. Las nuevas camadas de políticos profesionales de ambos partidos enfrentan un abanico de desafíos para alimentar sus agendas electorales. En particular, los republicanos tienen la oportunidad de conectarse con nuevos temas que van más allá de la agenda del presidente Trump, cargada de mucha nostalgia y de la promesa de hacer grande a América de nuevo, una América con la que no se conectan los principales grupos minoritarios que son quienes definirán la América que será.
Carlos Jaramillo, director académico del IESA.
Este artículo ha sido publicado en alianza con Arca Análisis Económico.