¿Comenzó el colapso de la economía venezolana en 2014?

Fotografía: David Mark / Pixabay.

Contra la opinión generalizada, los datos sectoriales muestran que no fue en 2014, sino entre 1997 y 2007, cuando comenzaron los cambios que condujeron al colapso económico de Venezuela: disminución de productividad, aumento de importaciones, descenso de exportaciones no petroleras y disminución del valor agregado por contracción de la remuneración al capital.


La economía venezolana ha registrado una contracción inédita en la historia económica mundial, al menos desde 1945. Los economistas y el público tienden a pensar, intuitivamente, que el colapso comienza en el año 2014 (BCV, 2019). La contrastación frecuente e informal de esta hipótesis se basa en la narrativa económica que proveen las estadísticas descriptivas de los agregados macroeconómicos. Sin embargo, las estadísticas económicas sectoriales, fuentes de información con mayor profundidad, ayudan a contrastar con rigurosidad contable la hipótesis en cuestión.

Los principales cambios de la economía venezolana ocurrieron realmente entre 1997 y 2007 (Leone, Hernández y Silva, 2017). Esta es la conclusión que se deriva del análisis sectorial de las estructuras de costos de las cuentas de producción generadas por el Sistema de Cuentas Nacionales (SCN) del Banco Central de Venezuela. A partir de las matrices de contabilidad social (MCS) construidas para los años 1997 y 2007, se estudiaron los cambios estructurales de la producción en Venezuela. El análisis de la descomposición sectorial del PIB y los equilibrios intrasectoriales puede realizarse entre estos años, porque en ellos se recoge la información de la estructura de costos de los sectores productivos. Los años posteriores muestran cierres parciales del SCN que, aunque agregan nueva información de las cuentas de flujo (cuentas de producción y cuentas de acumulación), no alteran significativamente la composición de la estructura de costo sectorial.

El análisis comparativo de las contribuciones sectoriales al PIB nominal indica que los sectores productivos perdieron espacio; y, con ellos, perdió competitividad la economía venezolana, si se considera que el sector servicios está integrado por actividades con índices de productividad muy bajos (Santeliz y Contreras, 2014). Por ejemplo, en 2007 el sector manufacturero pierde casi cinco puntos porcentuales en valor agregado bruto (VAB) con respecto a 1997. Esta diferencia es absorbida por el sector servicios, mientras que hidrocarburos y refinados absorben la contracción de los sectores minería y alimentos.

No se puede aseverar que el desempeño observado en términos nominales se reproduzca en términos reales, porque los agregados macroeconómicos y sectoriales no permiten precisar cuál actividad productiva ganó o perdió en volumen de producción. Por consiguiente, Leone y otros (2017) elaboraron una descripción más precisa que permitiera comparar comportamientos microsectoriales y anular la influencia de los precios sobre los indicadores económicos, con la finalidad de vislumbrar los cambios en las estructuras de costos sectoriales.

Contribuciones sectoriales al PIB nominal, 1997-2007

(porcentajes)

Fuente: Banco Central de Venezuela, Gerencia de Estadísticas Económicas, Departamento de Cuentas Macroeconómica, «Matriz de contabilidad social de los años 1997 y 2007» (acceso restringido a la fuente primaria de datos). Esta misma fuente se emplea en el resto de los gráficos y cuadros.

Análisis sectorial

Los desempeños entre 1997 y 2007 de tres sectores productivos transables —alimentos, manufactura, e hidrocarburos y refinados— permiten vislumbrar el cambio de la economía venezolana. Cada sector es examinado desde la perspectiva de los subsectores o actividades que los componen.

Alimentos

El sector alimentos (incluye alimentos procesados y no procesados) pasó de representar el 10,2 por ciento de la economía venezolana en 1997 a solo siete por ciento en 2007. Aunque experimentó un incremento en producción real de casi 31 por ciento en esa década, este registro fue ligeramente inferior al promedio del país (33 por ciento). Más aún, el aumento de los precios «oficiales» del sector alimentos fue inferior al total de la economía (654 por ciento contra 790, en términos reales).

Desde una perspectiva desagregada el subsector agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca reflejó una contracción de aproximadamente 34 por ciento. En términos de la oferta total, esta caída se ve compensada parcialmente por un aumento de 26 por ciento en las importaciones y una caída de 74 por ciento en las exportaciones. En cuanto al VAB, el subsidio otorgado por el gobierno se multiplicó por un factor de 23, la remuneración a los asalariados se incrementó 65 por ciento y el excedente de explotación fue sustituido por el ingreso mixto (concepto creado por el SCN para registrar la remuneración factorial indistinta al trabajo y al capital, típico de la producción artesanal de los hogares, por ejemplo).

Desempeño económico del subsector agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca, 1997-2007

1997 2007

constante

Producción (billones de bolívares de 1997) 3,2 2,1
Consumo intermedio (%) 42,2 42,1
Valor agregado (%) 57,8 57,9
   Remuneración de asalariados (%) 14,6 18,9
   Excedente de explotación (%) 28,6 11,5
Porcentaje del PIB 4,5 3,2
Importaciones (millones de dólares) 673 847
Exportaciones (millones de dólares) 146 38

Nota: los porcentajes mostrados en consumo intermedio, valor agregado, remuneración de asalariados y excedente de explotación fueron calculados con respecto a la producción total. Esta consideración es válida para los cuadros siguientes.

El subsector agroindustrial se expandió aproximadamente 63 por ciento durante la década: un crecimiento anual de 3,8 por ciento, superior al promedio nacional. La oferta de productos de la agroindustria también se expandió, pero por la vía del sector externo: las importaciones crecieron en 206 por ciento y las exportaciones cayeron en 72 por ciento. Además, en 2007 parte de la agroindustria comenzó a ser subsidiada, la remuneración de los asalariados se duplicó (en términos reales) y el excedente que obtuvieron los inversionistas se mantuvo relativamente estable, pero con tendencia a la baja.

Desempeño económico del subsector agroindustrial, 1997-2007

1997 2007

constante

Producción (billones de bolívares de 1997) 6,4 10,4
Consumo intermedio (%) 69,9 69,9
Valor agregado (%) 30,1 30,1
   Remuneración de asalariados (%) 8,1 12,5
   Excedente de explotación (%) 18,1 16,5
Porcentaje del PIB 5,7 4,1
Importaciones (millones de dólares) 861 2.638
Exportaciones (millones de dólares) 512 142

Hidrocarburos y refinados

La contribución del sector petrolero al PIB aumentó 23 por ciento en términos nominales, pero al examinar el sector en términos constantes se encuentra una contracción de casi dos por ciento después de una década, según la fuente oficial (Ministerio del Poder Popular de Petróleo, 2019), y un poco más de siete por ciento según la investigación de Leone y otros (2017). Algunos especialistas registran una disminución más pronunciada de la producción de crudos (por ejemplo, Scrofina, 2012). Esta caída de la producción se «esconde» en los valores nominales, por el efecto de los precios de la cesta petrolera, que pasaron de 16,32 a 64,74 dólares por barril en la década. En dólares de 1997, el barril venezolano se ubicó en aproximadamente 50,12 dólares en el año 2007, lo que trajo como consecuencia un palpable flujo de divisas. Pero este no fue el único efecto. El aumento de 353 por ciento en el tipo de cambio nominal implicó también un incremento de los ingresos percibidos en bolívares.

La inflación general acumulada en esta década fue inferior al aumento de precios ocurrido en el sector petrolero. Por eso, en 2007 este sector pudo aportar una cantidad relativamente mayor de bolívares a la economía, sin necesidad de aumentar (o siquiera mantener) su producción. De hecho, el aumento del precio del crudo hizo que el costo relativo del factor trabajo cayera, hasta un cuatro por ciento de la producción (para 1997 este valor era cercano a doce por ciento), lo cual evidencia que este crecimiento no se debió a una mayor eficiencia operativa o una ampliación de la escala productiva, sino todo lo contrario: se redujo en términos reales la producción entre 1997 y 2007. Además, si se toma en consideración el índice de precios de la cesta petrolera como deflactor, la inversión de la industria petrolera (los desembolsos por inversión en activos fijos) varían negativamente (-73,1 por ciento) entre 1997 y 2007.

Desempeño económico del subsector extracción de petróleo crudo y gas natural, 1997-2007

1997 2007

constante

Producción (billones de bolívares de 1997) 8,1 7,5
Consumo intermedio (%) 20,5 13,2
Valor agregado (%) 79,5 86,9
   Remuneración de asalariados (%) 11,7 4,2
   Excedente de explotación (%) 67,2 82
Porcentaje del PIB 15,3 23,4
Importaciones (millones de dólares) 514 96
Exportaciones (millones de dólares) 12.739 34.701

Manufactura

Manufactura incluye los subsectores textil, madera, químico, plástico, caucho, automotor, transporte, maquinarias, equipos, y otros productos manufacturados no especificados. Estos siete subsectores suman una contribución al PIB de 13,7 por ciento en 1997, comparable al PIB petrolero de ese año. Una década después este sector mostró la caída más drástica en términos de su contribución: para 2007 la manufactura pasó a representar 8,9 por ciento del PIB. Dicho de otra forma, su participación cayó en 35 por ciento, aun cuando el sector creció entre ambos momentos en 32 por ciento en términos constantes.

Esta aparente contradicción se puede explicar por dos razones: 1) el crecimiento reflejado en el sector fue el segundo menor de la economía venezolana, ligeramente por debajo del promedio nacional, y 2) con una inflación conjunta de 477 por ciento (promedio de los índices del IPP para cada subsector, ponderado por la producción de cada uno), la manufactura fue el área de la producción venezolana con menores cambios de precios entre 1997 y 2007. Por lo tanto, no solo las cantidades producidas y transadas en el sector aumentaron menos que en la mayoría de los otros sectores de la economía sino que, además, su precio se hizo relativamente menor; es decir, no creció tanto como los precios del resto de la economía. En consecuencia, el valor monetario del producto del sector muestra la caída observada (en términos reales).

Contribución al PIB de subsectores de la manufactura, 1997-2007

(porcentajes)

Un ejemplo de estos fenómenos se encuentra en el subsector fabricación de productos plásticos y cauchos. Para 2007 registró un crecimiento de su producción en términos reales de 62 por ciento, con una conjunción de mayores importaciones (aumento de 125 por ciento) y menores exportaciones (contracción de 59 por ciento). En cuanto a su estructura de costo, el consumo intermedio creció, mientras que el VAB se contrajo por razón del excedente de explotación, y la remuneración de asalariados aumentó, en términos constantes. Como consecuencia de la brecha cambiaria acumulada en 2007, se infiere que los diversos subsectores manufactureros arbitraron divisas asignadas por el Estado, lo que elevó «artificialmente» el costo de los insumos importados; de ser cierto, esto explicaría gran parte de la disminución contable observada en el excedente de explotación y el aumento en las importaciones de insumos intermedios.

Comportamiento económico del subsector fabricación de productos plásticos y cauchos, 1997-2007

1997 2007

constante

Producción (billones de bolívares de 1997) 1,04 1,7
Consumo intermedio (%) 58,2 66,7
Valor agregado (%) 41,8 33,3
   Remuneración de asalariados (%) 10,5 15,2
   Excedente de explotación (%) 30,7 18,2
Porcentaje del PIB 1,2 0,8
Importaciones (millones de dólares) 555 1.253
Exportaciones (millones de dólares) 355 146

En busca de una explicación

Las variaciones en los sectores productivos entre los años 1997 y 2007 muestran no solo que Venezuela es, económicamente, un país diferente en 2007 sino, además, que el cambio estructural de los sectores productivos se gestó en esa década, no a partir del año 2014 como sugiere la serie de tiempo del PIB.

Los equilibrios sectoriales fueron afectados ostensiblemente por cambios en los precios relativos, inducidos por la apreciación del tipo de cambio real, los racionamientos de mercado y la regulación y los controles de precios. Una explicación de las diferencias en las estructuras económicas de los sectores productivos venezolanos reside en el cambio institucional. El problema del compromiso (Fundenberg y Tirole, 1990) se manifiesta en desinversión y desacumulación no solo como respuestas a acciones confiscatorias, sino también por la implementación de controles de precios prolongados.

Debido a impactos positivos y consecutivos en los términos de intercambio, que permitieron subsidiar importaciones, los controles de precios perduraron, lo cual afectó la remuneración al factor capital y, como consecuencia, la inversión. En ausencia del auge del precio del petróleo, la economía venezolana habría colapsado mucho antes de 2014. Es una ironía, por consiguiente, que el hundimiento de la economía, a diferencia de las experiencias de la macroeconomía del populismo del sur del continente en la década de los ochenta del siglo pasado, fue agravado por el elevado flujo de ingresos externos, que permitió la persistencia y la acentuación del populismo económico.


Este artículo es una versión abreviada y divulgativa de un estudio más amplio que puede descargarse aquí.

Referencias

  • BCV (2019): «Cuentas nacionales: producto interno bruto»: http://www.bcv.org.ve/estadisticas/producto-interno-bruto
  • Fundenberg, D. y Tirole, J. (1990): «Moral hazard and renegotiation in agency contracts». Econometrica. Vol. 58. No. 6: 1279-1319.
  • Leone, F., Hernández, J. y Silva, L. D. (2017): «Cambios estructurales de los sectores productivos de la economía venezolana entre los años 1997 y 2007». Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura (en publicación).
  • Ministerio del Poder Popular de Petróleo (2019): «Petróleo y otros datos estadísticos (PODE)»: http://www.minpet.gob.ve/index.php/es-es/comunicaciones/pode
  • Riutort, M. (2009): Ingreso, desigualdad y pobreza en Venezuela. Caracas: Publicaciones UCAB.
  • Santeliz, A. y Contreras, J. (2014): «Comportamiento de la industria manufacturera en diferentes países». Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura. Vol. 20. No. 1: 39-70.
  • Scrofina, S. (2012): «Los datos del petróleo venezolano». Debates IESA. Vol. XVII No. 2: 20-23.

Francesco Leone, profesor de la Escuela de Economía de la Universidad Católica Andrés Bello / francescoleonep@gmail.com.

Jorge Hernández, profesor del Departamento de Economía de la Universidad Metropolitana y profesor invitado del IESA / jorgel.hernandez@iesa.edu.ve.

Luis Da Silva, analista cuantitativo en Thought-Provoking (Londres) / luisdanield@gmail.com.