Cuando el tamaño importa: el desempeño de los grandes fondos activos

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Imagen de Pabitra Kaity en Pixabay

Los grandes fondos de inversión han obtenido rendimientos significativamente mayores que los fondos más pequeños, aun después de descontar las comisiones de manejo de las inversiones.


 

No hay nada que excite más a un investigador en el área de finanzas que la posibilidad de probar el funcionamiento de una teoría con datos obtenidos a partir de transacciones reales de los inversionistas.

Muchos experimentos econométricos reportados en la bibliografía financiera se basan en información pública, que contiene precios de referencia de acciones, bonos, monedas, tasas de interés y afines que no son los que efectivamente se usan en transacciones entre compradores y vendedores. Por ello, cuando existe la oportunidad de obtener un volumen de transacciones reales y sus costos asociados, la posibilidad de ver cómo funcionan los mercados financieros al nivel micro es única.

Alex Beath, un físico teórico que trabaja en CEM Benchmarking —una empresa canadiense que vende servicios de medición de desempeño a 400 inversionistas institucionales, que incluyen fondos de pensiones y soberanos—, diseñó en el año 2022 un experimento con datos recopilados por esta empresa para medir el desempeño de los gerentes de inversión que siguen estrategias activas. Al analizar alrededor de 9.000 observaciones entre 1992 y 2020, Beath descubrió que el fondo promedio en la base de datos CEM superó a su portafolio de referencia en 0,67 puntos porcentuales anuales antes de descontar costos de manejo, y 0,15 puntos porcentuales anuales una vez descontadas todas las comisiones.

En una estrategia de inversión activa los gerentes de inversión escogen una serie de instrumentos financieros que, se espera, tendrán un desempeño extraordinario y los compran o venden para el beneficio de sus clientes. Estas estrategias han sido ampliamente criticadas en la última década debido a su deficiente desempeño.

Entre junio de 2013 y junio de 2023 solo el 25 por ciento de los fondos de inversión estadounidenses que ejecutan estrategias activas superaron a sus competidores que replican índices bursátiles (estrategias pasivas). Tal resultado es similar para el mercado accionario europeo, donde solo el 17 por ciento de los fondos de inversión activa superaron a sus contrapartes.

La gran pregunta es: ¿por qué si ese desempeño subpar de las estrategias activas es tan ampliamente conocido, todavía se ofrecen esos vehículos de inversión? En su investigación, Beath encontró que los grandes fondos de inversión (los que manejan más de 10.000 millones de dólares en activos) han obtenido consistentemente rendimientos significativamente mayores que los fondos más pequeños (con menos de 1.000 millones de dólares en activos bajo su administración). Tales resultados se mantienen aun después de descontar las comisiones de manejo de las inversiones.

Los grandes fondos han logrado esos resultados positivos con menos riesgos que los fondos más pequeños. Tal ventaja se debe, en gran medida, al hecho de que su mayor escala les permite desarrollar internamente productos de inversión para sus clientes de una manera mucho más económica, pues manejan mayores volúmenes de dinero con menos personas.

Los inversionistas con mayor proporción de inversiones gestionadas activamente obtuvieron mejores resultados al adquirir títulos de oferta pública. El estudio mostró que, cuando las estrategias activas compran inversiones de capital privado o inmuebles que no cotizan en bolsa, los costos transaccionales eliminan los potenciales beneficios de estas estrategias.

Lo fascinante de este resultado es que, aun en mercados que tienden a ser muy eficientes, pueden existir pequeñas ventanas de oportunidad captadas por los grandes inversionistas. Para el resto solo quedan las estrategias pasivas.


Carlos Jaramillo, director académico del IESA.

Este artículo se publica en alianza con Arca Análisis Económico.

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