América Latina es rica en recursos naturales y, desde que se desató la guerra en Ucrania, Europa mira con mayor atención a esta región como proveedora de recursos. Solo falta que sepa aprovechar esta oportunidad.
Desde el impacto de la guerra en Ucrania y la decisión de Europa de minimizar o cortar el suministro de gas desde Rusia, la Unión Europea (UE) está buscando energías limpias en todo el mundo, en especial en África y América Latina. La meta de la UE es lograr una mayor independencia energética para 2027, pero ya comenzó a dar pasos hacia ese horizonte; por ejemplo, apuntalar proyectos de desarrollo de hidrógeno verde en América Latina mediante inversiones y conocimientos de empresas privadas europeas sobre esta materia.
Si América Latina logra firmar acuerdos beneficiosos, esta será una muy buena oportunidad. Países como Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, Paraguay, Costa Rica y otros tienen condiciones naturales para el desarrollo del hidrógeno verde, que es una verdadera fuente alternativa a los combustibles fósiles. Y hacia allá va el mundo.
Venezuela también cuenta con condiciones naturales para la producción de este hidrógeno. De hecho, el gobierno ha realizado estudios sobre sus potencialidades en ese campo, así como en energía eólica y energía solar.
En varias ciudades del mundo el consumo de energía se abastece del hidrógeno. Prácticamente todos los países han adaptado o creado leyes sobre energías alternativas y renovables, o están en ello.
Global gateway
En este marco y con esta visión, la UE creó un modelo llamado global gateway que consiste en reducir el déficit de inversión en proyectos de relevancia en el mundo como, precisamente, la lucha contra el cambio climático o las fuentes alternativas de energía. Para ello creó un fondo de garantía contra el riesgo, para que las empresas europeas se animen a invertir más en proyectos de desarrollo de hidrógeno verde (por ejemplo, en América Latina), dado que constituye una opción novedosa y necesita ser impulsada por el bloque para derribar barreras a los negocios.
Si bien todo lleva su tiempo, la iniciativa ya funciona. Uruguay firmará en estos días un memorándum de entendimiento en materia energética con la UE, que tiene en su centro la producción de hidrógeno verde en su territorio. Uruguay también firmó un memorándum similar con Alemania, y un grupo de empresas alemanas se están presentando a las licitaciones que abrió el gobierno de Lacalle Pou para ese tipo de desarrollos.
El fondo de la UE cuenta con financiamiento de bancos de desarrollo de los Estados miembros de la UE y del Banco Europeo de Inversiones. La idea de la UE, según sus representantes oficiales, es firmar este tipo de memorandos con varios países de América Latina.
Una oportunidad que debe aprovecharse
El desarrollo del hidrógeno verde y de otras alternativas energéticas limpias es una oportunidad para dar un salto económico —no solo ambiental— en esta parte del mundo. ¿Acaso Venezuela no podría ajustar sus políticas públicas y su relación con el resto del mundo para sumarse a esta ola, a su favor? ¿Acaso no es una ocasión perfecta para que Venezuela se abra más al mundo en aras de un futuro mejor? ¿Acaso los países latinoamericanos no podrían plantear una alianza en torno a este tema, para negociar mejor con la UE, en lugar de hacerlo cada país por separado, lo que quita fuerza? Estos son temas que están sobre la mesa. El embajador de la UE en Uruguay, Paolo Berizzi, dejó claro que la UE nunca puso tanta atención en América Latina en los últimos años como en 2023.[1]
Entre 2021 y 2027 Equipo Europa —las instituciones y los Estados miembros de la UE— movilizará hasta 300.000 millones de euros en inversiones para proyectos sostenibles en todo el mundo. Es más que oportuno valorar las riquezas naturales de América Latina, hacerlas valer, negociar unidos, apostar por un mundo más ecológico y que reporte dividendos para poner a estos países en la senda del desarrollo.
¿Qué está esperando esta parte del mundo para adoptar estrategias comunes que beneficien a su gente? La oportunidad está, solo falta saber aprovecharla. No será fácil, si se consideran las diversidades ideológicas de América Latina, pero quizás el nuevo horizonte que plantean las energías renovables pueda oficiar de disparador para un despertar conjunto.
Fabiana Culshaw, periodista y psicóloga empresarial.
Nota
[1] Culshaw, F. (2023, 7 de mayo). “Nunca pusimos tanta atención en América Latina como en el 2023. El País (Montevideo). https://www.elpais.com.uy/negocios/noticias/nunca-pusimos-tanta-atencion-en-america-latina-como-en-el-2023