El periodismo independiente tiene quien lo financie

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Ilustración: Freepik.

Muchos medios independientes no solo cubren los grandes temas: también visibilizan a poblaciones históricamente desatendidas y son incómodos para muchos gobiernos corruptos y con intenciones totalitarias.

Luis Ernesto Blanco / 1 de febrero de 2021


 

En enero de 2021 varios medios de comunicación venezolanos se hicieron eco de una información que acusaba a Efecto Cocuyo, El Pitazo y Caraota Digital de recibir financiamiento extranjero para mantener su operación. «El gobierno británico financió de forma ilegal a estas instituciones bajo un nuevo proyecto de promoción del “periodismo de investigación” en América Latina», señala la información publicada en el portal Globovisión (2021) y luego reproducida en otros medios.

Aunque no queda suficientemente demostrado el financiamiento, ni mucho menos el monto que denuncian, la información pretende criminalizar una práctica que en ningún caso podría señalarse de constituir delito. Desde hace años es sabido que el periodismo independiente recurre a distintos mecanismos de financiamiento —la cooperación internacional entre otros— para preservar su labor.

 

Un poco de aquí y otro de allá

Prácticamente desde el comienzo del siglo XXI, en todo el mundo el periodismo comenzó a padecer enormes dificultades. Al debilitamiento de los modelos de negocio tradicionales, basados en la publicidad, se sumó la aparición de las redes sociales y una progresiva pérdida de incidencia en la agenda pública debido, en parte, a la cooptación de los medios por las agendas de las empresas, de los gobiernos e incluso del narcotráfico.

La búsqueda de independencia editorial ha motivado a muchos comunicadores a trabajar en defensa del derecho a la información, en América Latina y otros países del mundo. Así han surgido emprendimientos periodísticos que, a pesar de los retos económicos y de censura, encuentran la forma de salir a flote y cubrir un espacio que dejaron los grandes conglomerados de medios.

En la mayoría de los casos son organizaciones pequeñas, flexibles, ágiles, que tienen mayor capacidad de adaptación y requieren capitales más modestos para sostenerse. Sus equipos combinan firmas de experiencia y reputación con jóvenes profesionales que suelen tener mayor capacidad para adaptar contenidos a redes sociales y nuevas plataformas.

El financiamiento es una tarea compleja que no formaba parte del día a día de los periodistas que integraban los equipos de medios tradicionales, quienes solo esperaban el cheque de la quincena. Vanina Berghella, directora de Velocidad, una aceleradora de modelos de negocios de medios digitales e independientes en América Latina, explica que «actualmente casi todos los medios están trabajando en varias fuentes de financiamiento, pues la apuesta no puede ser por una sola, la inversión debe estar dada por distintos patrones» (Turati y otros, 2019). Entre esas opciones están la publicidad, la solicitud de becas, la búsqueda de apoyo de organizaciones filantrópicas y colegas, la organización de talleres, asesorías y, por supuesto, la cooperación internacional.

Un estudio realizado por James Robinson y Anya Schiffrin ubica el presupuesto promedio de estas organizaciones entre 70.000 y 100.000 dólares por año. Clasifica las fuentes de ingresos en tres categorías: becas de organizaciones para el desarrollo, fundaciones y embajadas, donaciones públicas y privadas, e ingresos obtenidos de publicidad, talleres, suscripciones, eventos y patrocinadores (Giordano, 2018).

 

El periodismo que se financia

Las instituciones que financian proyectos periodísticos buscan iniciativas compatibles con sus culturas. María Teresa Ronderos, directora del programa de periodismo independiente de la Open Society Foundation, enfatiza que buscan «proyectos que tengan un público específico, una comunidad a la cual servir, a quien escuchar y sobre todo que sepa cuál tipo de cultura es la que se pretende generar» (Unesco, 2016).

Tienen mayor probabilidad de ser elegidos para el financiamiento, dice Ronderos, los equipos que hagan una búsqueda completa sobre el tema elegido y elaboren un cronograma de ejecución del trabajo. Es necesario pensar en la plataforma digital para la publicación del trabajo, pero recomiendan cautela con las herramientas tecnológicas, para evitar que la forma se imponga al fondo.

La Open Society Foundation (2020) es una organización que apoya y promueve la libertad de expresión, para que el periodismo pueda brindar información de calidad que tenga impacto en la vida de las personas. En 2020 destinó casi 26 millones de dólares a proyectos periodísticos en todo el mundo.

 

Mayor impacto

Muchos medios independientes no solo cubren los grandes temas: también visibilizan a poblaciones históricamente desatendidas y son incómodos para muchos gobiernos corruptos y con intenciones totalitarias que buscan la manera de silenciarlos. La criminalización para atacar el financiamiento, el retiro de publicidad de organismos gubernamentales y las auditorías fiscales o las demandas son algunas de las formas en las que los medios digitales de América Latina están siendo atacados.

A pesar de eso el trabajo de los medios independientes prosigue. «Están haciendo historias que otros medios en sus países no pueden hacer. Y lo que estamos encontrando es que están haciendo trabajo investigativo original e invirtiendo recursos enormes en ello. Y una vez que las historias son publicadas, medios tradicionales las están retomando, y no sólo en sus países», señala Janine Warner, directora de SembraMedia, una organización que ayuda a medios independientes digitales a encontrar y desarrollar modelos de negocios sustentables (López Linares, 2017).

Pero aún tienen retos por superar. Muchos sitios no reportaron ganancia alguna ni han logrado diversificar sus fuentes de ingresos. La mayor parte de los recursos de los medios digitales todavía proviene de la publicidad en banners y, en algunos casos, servicios de capacitación que no siempre son suficientes.


Luis Ernesto Blanco, profesor de periodismo digital en la Universidad Católica Andrés Bello. Jefe de redacción del portal informativo Runrun.es.

Referencias

Giordano, J. (2018). ¿Cómo financiar medios de comunicación en la era digital? Agencia Paco Urondo. https://www.agenciapacourondo.com.ar/dossier/como-financiar-medios-de-comunicacion-en-la-era-digital

Globovisión (2021). Efecto Cocuyo, Caraota Digital, El Pitazo entre los medios financiados para derrocar gobierno de Maduro. https://www.globovision.com/article/efecto-cocuyo-caraota-digital-el-pitazo-entre-los-medios-financiados-para-derrocar-gobierno-de-maduro

López Linares, C. (2017). SembraMedia revela crecimiento de medios digitales en América Latina, pero todavía encuentra retos por vencer. International Symposium on Online Journalism, Knight Center for Journalism in the Americas, University of Texas, Austin. https://isoj.org/sembramedia-revela-crecimiento-de-medios-digitales-en-america-latina-pero-todavia-encuentra-retos-por-vencer/

Open Society Foundation (2020). Journalism. https://www.opensocietyfoundations.org/what-we-do/themes/journalism

Turati, M., Colmenares, M. C., Berghella, V. y Tascón, M. (2019). Cómo se financia el periodismo independiente en tiempos de crisis. Fundación Gabo. https://premioggm.org/noticias/2019/10/de-como-financiar-el-periodismo-independiente-y-otros-menesteres/

Unesco (2016). Nuevas formas de financiar el periodismo: En busca de comunidades a las cuales servir. Servicio de Prensa. http://www.unesco.org/new/es/media-services/single-view-tv-release/news/new_ways_of_financing_journalism_looking_for_the_communitie/