La costa atlántica de Guyana alberga una de las provincias petroleras más impresionantes descubiertas en el siglo XXI. El éxito del consorcio liderado por ExxonMobil ha convertido a Guyana en el país con mayor crecimiento económico del mundo y despertado expectativas de transformación social y desarrollo sostenible para la nación más pobre de Suramérica.
Vecina de Venezuela en su frontera oriental, la República Cooperativa de Guyana fue creada en 1970 después de ser colonia británica. Es un país con una enorme complejidad étnica, extrema pobreza, al menos hasta ahora, y problemas fronterizos con todos sus vecinos. El más relevante de estos problemas, por su tamaño (159.542 kilómetros cuadrados, equivalentes al 74 por ciento de su territorio), corresponde a la disputa con Venezuela.
Las fronteras con Venezuela han estado en disputa desde la época en que Guyana era colonia británica. La querella fue resuelta, aparentemente, por un tribunal arbitral que confirmó las fronteras tal como las presentó Guyana en una sentencia llamada Laudo Arbitral de París en 1899, pero fue apelada cuando surgieron pruebas de que el tribunal había recibido presiones externas e incluso sobornos.
El caso aún está en litigio, después de una pausa hecha por los gobiernos de Chávez y Maduro para reunir los votos de la Comunidad del Caribe (Caricom) en la Organización de Estados Americanos cuando más los necesitaba. Sin embargo, la disputa limitó la actividad económica y la explotación de minerales en la zona en reclamación, que incluye el mar territorial correspondiente. Ahora, a medida que la presencia venezolana en los mercados petroleros disminuye y Guyana se ha convertido en la provincia petrolera de más rápido crecimiento, se ha reanudado la batalla legal.
Los primeros pasos exploratorios
Guyana tiene una larga historia de actividades fallidas de exploración, principalmente concentradas en tierra y mar adentro, pero limitadas a la plataforma continental donde, a pesar de los numerosos pozos perforados, solo se han encontrado cantidades no comerciales de hidrocarburos. El interés de las compañías petroleras decayó hasta que se confirmó un nuevo tipo de yacimiento en África, que parecía análogo a su contraparte en América del Sur, el cual incluye el talud continental con sus cañones y la llanura abisal que comienza en Venezuela y posiblemente continúa en Brasil. A medida que se desarrolló la tecnología para realizar estudios sísmicos y perforaciones en aguas ultra profundas, se renovó el interés por este tipo de play (el grupo de campos petroleros o prospectos en una región que tienen las mismas circunstancias geológicas).
La exploración de última generación
Alrededor del año 2008, los estudios sísmicos 3D cubrieron la mayor parte del talud continental y la llanura abisal que predijo el modelo geológico. En 2015, la empresa Exxon y sus socios anunciaron un descubrimiento importante en el bloque Stabroek, que confirmó la validez del modelo geológico.
En 2020 Guyana tenía siete bloques petroleros bajo arrendamiento activo, de los cuales seis han tenido exploración activa. La División de Petróleo de la Comisión de Geología y Minas de Guyana tiene la responsabilidad de monitorear la exploración en todo el país.
Bloques con actividad petrolera exploratoria costa afuera en Guyana
Bloque | Inicio de la concesión | Operador |
Stabroek | 27 de junio de 2016 | ExxonMobil, Hess y CNOCC |
Kaieteur | 28 de abril de 2015 | ExxonMobil y Cataleya |
Canje | 4 de marzo de 2015 | ExxonMobil, Total, JHI y Mid-Atlantic |
Kanucu | 14 de mayo de 2013 | Repsol, Tullow y Total |
Orinduik | 14 de enero de 2016 | Tullow y Eco Atlantic |
Demerara | 12 de febrero de 2013 | CGX |
Corentyne | 17 de noviembre de 2012 | CGX |
Fuente: Oil & Gas Governance Network: Guayana oil and gas reserves. https://www.oggn.org/infographics/guyana-oil-blocks.html
El mayor éxito fue, sin duda, el logrado por ExxonMobil y sus socios Hess y CNOOC en el bloque Stabroek, con una tasa de éxito en exploración sin precedentes, que ha convertido a Guyana en una destacada provincia de hidrocarburos. Se han hecho 26 descubrimientos de comercialidad comprobada: Liza, Li, Payara, Sonoek, Turbot, Ranger, Pacora, Longtail, Hammerhead, Pluma, Haimara, Tilapia, Yellowtail, Tripletail, Mako, Uaru, Yellowtail 2, Redtail, Whiptail, Pinktail, Cataback, Lau, Fangtooth, Patwa, Lukanani y Barreleye. Según ExxonMobil y sus socios, los desarrollos son económicos con un precio de Brent entre 30 y 35 dólares por barril. A los precios actuales, se justifica un desarrollo acelerado de la provincia.
Aumento récord de producción
La calidad de los yacimientos y el excelente poder de ejecución de ExxonMobil como operador lograron que la explotación se realizara a un ritmo récord. El consorcio y el gobierno de Guyana seleccionaron el primer descubrimiento, Liza, para ser el primero en desarrollarse en fases mediante unidades flotantes de producción, almacenamiento y descarga (FPSO, por su sigla en inglés).
La primera FPSO, Liza Destiny, comenzó a producir en diciembre de 2019, solo cuatro años después de ser descubierta. La segunda unidad, Liza Unity, comenzó en febrero de 2022. Una tercera FPSO, Prosperity, ya se prepara para iniciar la producción del descubrimiento de Payara antes de finales de 2023.
Se han contabilizado 11.000 millones de barriles de recursos recuperables, lo que ha permitido planificar diez FPSO para desarrollar los yacimientos de este bloque y llevar la producción a cerca de dos millones de barriles diarios. Cuando se alcance esa cifra, Guyana será el segundo productor más grande del hemisferio occidental al sur del río Bravo.
La velocidad de desarrollo ha alcanzado la primera posición del mundo: ya se producen cerca de 400.000 barriles diarios, que se incrementarán a 600.000 a principios de 2024 y a 1,2 millones en 2027, mediante la incorporación de tres buques FPSO adicionales para el desarrollo de Yellowtail y los descubrimientos de Uaru y Whiptail. El crecimiento proyectado del bloque supera cualquier otro desarrollo en aguas profundas del mundo, incluidos los de Brasil, Angola y el Golfo de México.
No todas las empresas que exploran en Guyana han corrido con la misma suerte. Junto al bloque Stabroek se encuentra el bloque Corentyne, donde CGX/Frontera completó recientemente un programa de exploración de dos pozos por valor de 300 millones de dólares. Aunque ambos pozos reportaron presencia de hidrocarburos, ninguno pudo evaluarse adecuadamente debido a problemas operativos. La compañía no ha llegado a una conclusión final sobre la comercialidad del petróleo y el gas encontrados, o si los hallazgos justifican la perforación de pozos de evaluación.
El trend (la alineación direccional de acumulaciones contiguas) de los descubrimientos hechos en Guyana continúa en Surinam, donde se han anunciado varios descubrimientos similares. Esto confirma el enorme potencial de esta cuenca que tenía escondida una enorme cantidad de hidrocarburos bajo miles de metros de agua y entrampado estructural y estratigráficamente del radar de los exploradores hasta el siglo XXI.
Situación actual
La actividad petrolera en Guyana, un proceso de licitación competitivo que debía realizarse a principios de 2023, se ha pospuesto repetidamente, al parecer porque aún no se han acordado los nuevos contratos. Sin embargo, la Asamblea Nacional de Guyana aprobó recientemente un proyecto de ley que otorgará al ministro de Recursos Naturales amplio poder sobre la contratación de la multimillonaria industria petrolera. Las nuevas reglas entrarán en vigor para futuros proyectos, incluidos los resultantes de una subasta de petróleo fijada para finales de 2023. En cuanto a la actividad física, ExxonMobil y sus socios planean gastar 13.000 millones de dólares en un sexto proyecto petrolero en alta mar para el desarrollo del proyecto Whiptail.
La producción de crudo se mantiene alrededor de los 400.000 barriles diarios (a punto de elevarse a 600.000). El gobierno ha recibido alrededor de 3.400 millones de dólares y la actividad ha creado casi 5.000 empleos en el país.
Este éxito económico súbito tiene sus bemoles y tiende a trastocar los equilibrios macroeconómicos. El gobierno busca proteger al país de la conocida «enfermedad holandesa», que se produce cuando se presenta un auge económico intenso ocasionado por la exportación de un recurso natural, tal como le ocurre a Guyana. El resultado final puede ser una economía con una divisa sobrevalorada, grandes desequilibrios y poca diversificación sectorial.
Para impedir esta situación Guyana ha establecido un tipo de cambio fijo frente al dólar estadounidense, de manera que el dólar guyanés no se aprecie demasiado, y ha establecido un fondo de estabilización macroeconómica, llamado Fondo Soberano de Riqueza o también Fondo de Recursos Naturales, manejado por el Banco de Guyana. El fondo tiene tres subfondos: 1) Fondo de Estabilización, 2) Infraestructura y Fondo de Desarrollo Social y 3) Fondo de Participación Ciudadana. Se diferencia del de Noruega, que es principalmente un fondo de ahorro. Países como Guyana —con sus deficiencias en infraestructura y problemas sociales— requieren una administración prudente, pero diferente de la del caso noruego.
El Fondo de Recursos Naturales tiene ya cerca de 2.000 millones de dólares, a pesar de la corta vida de la explotación petrolera en Guyana. Sin embargo, Guyana ha sufrido de inestabilidad política y, por lo tanto, está latente el riesgo de que las reglas de juego cambien.
Juan Szabo, profesor invitado del Centro Internacional de Energía y Ambiente del IESA, y asesor de empresas privadas de energía.