Inversión tecnológica no es transformación digital

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La transformación digital es una oportunidad para combinar prácticas y formas de hacer que dan como resultado nuevas técnicas y habilidades.

Luis Ernesto Blanco / 18 de noviembre de 2019


La sabiduría popular es muy clara: «el hábito no hace al monje» y «es el indio, no la flecha». En cualquier caso, la esencia no puede sustituirse por meros implementos. Lo mismo cabe para la transformación digital: si una organización dice que necesita adquirir lo mejor en tecnología para lograr la transformación digital, tendrá un problema muy caro en vez de una solución.

La transformación digital engloba las nuevas oportunidades de estrategia de negocios. Es verdad que surge gracias a la aparición de las tecnologías, pero en ningún caso se reduce a cambio tecnológico ni mucho menos a «gastar dinero en tecnología». Lleva consigo la incorporación de nuevas aptitudes de las personas y la reinvención de las organizaciones. Lo importante es que no está enfocada en la tecnología, sino que la utiliza (Fuente, 2018).

 

Herramientas y algo más

Es frecuente escuchar conceptos tales como datos masivos, nube, internet de las cosas, movilidad, empresa social. Deslumbran, sorprenden, inquietan, pero solamente serán importantes cuando ayuden a lograr los objetivos, porque la transformación digital irá ligada con las estrategias empresariales, no con una moda o un capricho. La mejora tecnológica debe adaptarse a lo que se espera de la organización y para eso es primordial saber qué se quiere. La diferencia entre el éxito y el fracaso nunca ha sido la inversión tecnológica, o no lo ha sido exclusivamente.

Dos industrias han sido marcadas por la transformación digital y son ejemplos claros de ello. La primera es la periodística, cuyos procesos, productos y relaciones con la audiencia son hoy mediadas por tecnología. Si bien el periodismo sigue basado en obtener, analizar, elaborar y difundir información pertinente por los canales disponibles, hoy necesita «trabajar con distintos formatos y plataformas, capaz de conectar y conversar no solo con sus fuentes sino también con su audiencia» (Aguirre, 2017).

El reto del periodista va más allá de las computadoras que tenga, de las aplicaciones para teléfono que haga o de las redes sociales en las que esté presente, porque hay muchas experiencias fracasadas con grandes presupuestos de tecnología. Hay un nuevo papel, mucho más dialogado, mucho menos prepotente, que transforma todo el proceso productivo y parte de entender la información no como un bien escaso sino excesivamente abundante que se debe estructurar y jerarquizar para mejor comprensión de las audiencias.

Las empresas periodísticas que lograron dar el salto fueron las que rediseñaron su cadena de valor para adaptarla a un mundo irreversiblemente digital donde también aparecieron competidores más ágiles y eficientes. Probablemente, todas invirtieron en computadoras, servidores y conexiones a internet y teléfonos móviles, pero no todas se repensaron a tiempo ni crearon nuevas rutinas y nuevos perfiles de cargos adaptados a esa nueva realidad.

Otra industria marcada por la transformación digital es la educativa, en la cual han surgido nuevos competidores y, sobre todo, una nueva manera de entender el negocio con expectativas distintas de los estudiantes y del mercado de trabajo que eventualmente los absorberá. La transformación digital ha impulsado cambios tanto en la formación como en la gestión educativa. Aulas virtuales, aplicaciones móviles, videos tutoriales, libros electrónicos, exámenes en línea son ya actores cotidianos del proceso educativo, aunque no siempre son utilizados de la mejor forma. Desde el punto de vista administrativo, el propósito es facilitar al estudiante su relación con la universidad. No es poco lo que se ha avanzado, pero todavía hay muchas cosas por hacer en materia de admisión, acreditación, certificación, incorporación de instrumentos de pago, entre otros procedimientos. La cadena de bloques, la nube y los datos masivos tienen mucho que decir. «No se trata solamente de mejorar las cosas que se vienen haciendo sino de hacer cosas nuevas». (Llorens, 2018).

 

Transformación digital y supervivencia

La organización debe ver la transformación digital como una oportunidad para combinar prácticas y formas de hacer que dan como resultado nuevas técnicas y habilidades encaminadas a:

  • Producir experiencias nuevas al cliente
  • Mejorar la eficiencia operativa
  • Crear nuevas fuentes de ingresos
  • Responder rápidamente ante los cambios en el mercado
  • Crear una ventaja competitiva para la organización
  • Impulsar la cultura de la innovación en la organización
  • Mejorar la colaboración interna
  • Profundizar el análisis de datos

Imaginar a una empresa que no esté pensando en esto es como ver a una empresa del siglo XIX tratando de sobrevivir a la llegada de la electricidad, sin incorporarla a sus procesos de producción y a sus relaciones con los clientes. Si la competencia te lleva ventaja porque automatiza procesos, minimiza costos, mejora la comunicación, atraviesa fronteras geográficas y maximiza la eficiencia, sencillamente estás liquidado (Duro Limia, 2018).

Empresas, trabajadores y consumidores han cambiado sus maneras de actuar. El consumidor, al que se pretende complacer, posee cada vez más información, poder de decisión y canales de información de los que, hasta hace poco, solo disponían las marcas. Por ello, trabajadores y empresas cambian tecnológica y culturalmente para adaptarse a sus nuevas demandas.

Algunas veces pequeños cambios ayudan a mejorar la experiencia del cliente; otras veces se requieren transformaciones más radicales. Pero, en cualquier caso, no hay manera de volver atrás. Una vez implantados, los cambios se vuelven permanentes y solo queda seguir avanzando.

 

Referencias

  • Aguirre, L. (2017): «Del periodismo de libreta al ‘big data’: dos décadas de transformación digital masiva». Medium, https://medium.com/@lydiaaguirre/del-periodismo-de-libreta-al-big-data-tres-d%C3%A9cadas-de-transformaci%C3%B3n-digital-masiva-9ce807561f40
  • Duro Limia, S. (2019): «¿Qué es la transformación digital y cuáles son las fases de la digitalización de una empresa?». El Blog de José Facchin, https://josefacchin.com/transformacion-digital/
  • Fuente, O. (2018): «¿Qué es la transformación digital y cómo crear digital business?». Digital Business, https://www.iebschool.com/blog/que-es-transformacion-digital-business/
  • Llorens, F. (2018): «¿Qué es la transformación digital de las universidades?». Universídad, https://www.universidadsi.es/que-es-la-transformacion-digital-de-las-universidades/
  • Orihuela, J. L. (2018): «La transformación digital del periodismo». e-Cuaderno, https://www.ecuaderno.com/2018/12/05/la-transformacion-digital-del-periodismo/

Luis Ernesto Blanco, profesor de periodismo digital en la Universidad Católica Andrés. Bello