La cartera de inversión universal: la nueva quimera

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Imagen de Pabitra Kaity en Pixabay

La propuesta de una cartera para todo tipo de inversionistas va en contra de la idea de que los objetivos de inversión no son universales ni, por lo tanto, las carteras construidas para alcanzarlos. Pero lo cierto es que algunas estrategias podrían funcionar muy bien para un grupo muy amplio de inversionistas. Para ellos se podría construir una «cartera universal».

Carlos Jaramillo / 22 de julio de 2021


Si bien la propuesta de una cartera de inversión única para cualquier tipo de inversionistas va en contra de la idea de que los objetivos de inversión no son universales, y en consecuencia tampoco lo son las carteras que se construyen para alcanzarlos, no deja de ser cierto que algunas estrategias de inversión podrían funcionar muy bien para un grupo muy amplio de actores, entre los que se encuentran, por ejemplo, quienes ahorran para el retiro.

Los fondos indizados al S&P 500, o la famosa cartera compuesta por sesenta por ciento en acciones y cuarenta por ciento en bonos, son ejemplos de carteras estandarizadas que se usan no solo para ver la evolución de los mercados financieros, sino también en muchos casos para comercializar productos financieros que satisfacen las necesidades de una gran masa de inversionistas. Durante mucho tiempo, las carteras que combinan acciones y bonos han cumplido razonablemente los requisitos de quienes buscan una cartera diversificada, fácil de construir y con bajos costos de manejo.

Las realidades de los mercados financieros internacionales han cambiado y ahora, en el mundo desarrollado, se encuentran bajas tasas de interés y expectativas de mediocres rendimientos bursátiles para la próxima década. Por ello los gerentes de carteras institucionales han comenzado a buscar retornos adicionales dentro de familias de activos que hasta ahora habían estado vedadas: materias primas, empresas que no cotizan en bolsa, emisiones privadas de deuda y hasta nuevos desarrollos tecnológicos conocidos como empresas unicornios.

La implantación de una nueva estrategia de inversión que aspira a satisfacer las necesidades de un universo amplio de inversionistas debe cumplir al menos tres requisitos: fácil de ejecutar, económica en su manejo y sencilla de entender. En la búsqueda de esta nueva «cartera universal», que incluye activos no convencionales, trabaja Peter Shepard, analista jefe de Desarrollo de Productos de MSCI Inc., conocida anteriormente como Morgan Stanley Capital International.

La nueva cartera debe no solo incorporar nuevas familias de activos sino también responder las preguntas clásicas para la construcción de toda cartera de inversión: ¿qué peso dar a las diferentes familias de activos? ¿Cómo representar adecuadamente las diferentes zonas geográficas? ¿Qué tipo de vehículos de inversión utilizar para incorporar activos menos líquidos? ¿Cómo tratar el riesgo cambiario?

La idea de una cartera universal es ahorrar a los gerentes institucionales procesos de decisión, para los cuales no siempre tienen un soporte adecuado, como puede ser escoger el tipo y la proporción de familias de activos que deben incluir en un vehículo de inversión de esta naturaleza. Aunque la aspiración es poner a la disposición de los inversionistas esa cartera universal, Shepard piensa que en los próximos meses habrá que conformarse con una solución intermedia; es decir, no uno sino una serie de productos que captarán algunos segmentos o rasgos de esa cartera ideal.

¿De vuelta al punto cero? Quizá, pero una posición mejorada. No necesariamente. A falta de una cartera universal, el inversionista encontrará mezclas de distintos vehículos de inversión, que captarán un poco mejor las necesidades de distintos tipos de clientes. Como siempre, la combinación de los diferentes tipos de vehículos de inversión será única para cada cliente, y es allí donde los beneficiarios y sus asesores tendrán que ponerse de acuerdo para tomar la decisión final.


Carlos Jaramillo, director académico del IESA.

Este artículo ha sido publicado en alianza con Arca Análisis Económico.

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