La tentación de censurar

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Ilustración: Gordon Johnson / Pixabay

¿Tienen los medios de comunicación el derecho de decidir qué es verdad y qué es mentira?

Luis Ernesto Blanco / 12 de diciembre de 2020


 

La imagen de gobiernos autoritarios que impiden o dificultan el acceso a la información es lo primero que se viene a la mente cuando se habla de censura. Los medios de comunicación suelen aparecer en el imaginario en el papel de víctimas; sin embargo, cada vez menos están exentos del debate. Los límites entre la censura y la edición necesaria para ajustar los contenidos a sus plataformas y líneas editoriales están en permanente tensión; mucho más si sus decisiones afectan al poder.

 

Fuera del aire

Donald Trump daba un discurso desde la Casa Blanca con gran expectativa. Minutos antes, medios y agencias de noticias habían dado a Joe Biden como ganador de la contienda presidencial. En un momento el presidente Trump dijo: «Esto es un fraude al pueblo estadounidense, es una vergüenza para nuestro país» (Guimón, 2020).

Casi de forma simultánea varias de las principales cadenas de televisión de Estados Unidos, como CNBC, ABC y CBS, cortaron la transmisión con el argumento de que el presidente mentía. «Tenemos que interrumpir al presidente porque ha hecho una serie de acusaciones falsas», sostuvo el presentador de NBC, Lester Holt (El Mundo, 2020).

¿Hasta qué punto los medios de comunicación tienen el derecho de decidir lo que es verdad y lo que es mentira? Para Néstor Morales, director de Bluradio en Colombia, «claramente es un acto de censura y me aterra que en nombre de los valores democráticos se esté abriendo una puerta que puede ser peligrosísima en adelante» (Semana, 2020).

No son pocas las voces que coinciden con esta posición. «La censura inmediata a un presidente de los EEUU… es un acto que atenta contra la libertad de expresión y es propia de regímenes totalitarios», escribió Elena Berberana (2020) para Libertad Digital. También han surgido voces que defienden el derecho de los medios de comunicación a mantener y ejercer control sobre lo que publican, y cuestionan que sea una obligación transmitir todo lo que dice un vocero, aunque sea un jefe de Estado.

La periodista Tamoa Calzadilla, coordinadora del proyecto de verificación de hechos El Detector, de la cadena Univisión, considera que «los medios no están obligados a difundir información, y mucho menos en vivo, que contenga contenidos irresponsables sobre un supuesto fraude del que no se tiene evidencia alguna. Creo que hicieron bien al cortar la señal en vivo y advertir inmediatamente que se trataban de denuncias sin fundamento, ofrecieron un contexto, tranquilizaron a la población» (Zambrano, 2020). Con la posición de Calzadilla coincide el periodista Raymundo Riva Palacio:

El dilema periodístico sobre qué hacer con Trump, tiene un sustento, el Código de Ética de la Sociedad de Periodistas Profesionales de Estados Unidos, que en su primer inciso pide que se busque la verdad y que la registren, mediante un trabajo certero y justo, honesto y valiente en la recopilación, reporteo e interpretación de la información. Justamente eso hicieron con las declaraciones de Trump (Riva, 2020).

 

Más allá de los medios

El conflicto entre Trump y los medios de comunicación no comenzó el día de las elecciones. Prácticamente todo el período presidencial que comenzó en 2016 estuvo signado por el enfrentamiento, y parte de la dificultad de los medios para justificar su posición es que desde muy temprano tomaron partido. Según el investigador de la comunicación Andrés Cañizalez,

Desde 2016, Trump no ha gozado del respaldo del sistema principal de medios. Ese sistema ha sido históricamente más inclinado hacia el ala demócrata y eso se agudizó con la personalidad de Trump. Ha convertido a los medios y a las plataformas de comunicación en el ring de la polarización y muchos de ellos han caído en ese ring lamentablemente (Zambrano, 2020).

Mientras más se acercaba el día de la elección, el conflicto escalaba y explotó cuando Twitter censuró varios mensajes para los más de 87 millones de usuarios que siguen la cuenta @potus. «El director ejecutivo de una de las mayores redes sociales del mundo (Twitter) no emplea la misma vara de medir para los demócratas», sostiene Elena Berberana (2020).

Twitter —a diferencia de NBC, FOX, ABC y otros canales de televisión— es una plataforma, no un medio y para muchos analistas eso marca la diferencia. La regulación conocida como Sección 230, de la «Ley de decencia de las comunicaciones», de Estados Unidos, incide directamente en la responsabilidad de las empresas de tecnología con respecto a lo que publican los usuarios, al designarlas plataformas en lugar de editores. Esto significa que no son legalmente responsables de los contenidos publicados por sus usuarios.

Pero cualquier intento de tomar partido y dejar de lado su posición de necesaria neutralidad podría ser interpretado por los tribunales como adopción del papel de editor y significar el fin del privilegio. «Durante demasiado tiempo, la Sección 230 ha proporcionado un escudo para que las plataformas en línea operen con impunidad. Por lo tanto, instamos al Congreso a realizar estas reformas necesarias a la Sección 230 y comenzar a responsabilizar a las plataformas en línea cuando censuran ilegalmente el discurso», dijo el fiscal general William Barr (Vallejo, 2020).

Desde la segunda mitad del siglo XX se estudia el papel determinante de los medios en el posicionamiento de los temas en la agenda del público. Pero lo que antes se entendía como una cualidad indiscutible es hoy objeto de profundo debate. Los medios pueden ser vistos como víctimas o victimarios según la situación. Hoy sus decisiones editoriales están sometidas a permanente escrutinio público y lo que ignoren o publiquen, e incluso la forma en que lo hagan en sus respectivas plataformas puede afectar su capacidad de incidencia.

 

Referencias

  • Berberana, E. (2020, 4 de noviembre). El fraude de Jack Dorsey. Libertad Digital. https://www.libertaddigital.com/internacional/estados-unidos/2020-11-04/elecciones-presidenciales-eeuu-2020-jack-dorsey-censura-trump-twitter-conteo-votos-6677733/
  • Guimón, P. (2020, 4 de noviembre). Esto es un fraude al pueblo estadounidense, es una vergüenza para nuestro país. El País. https://elpais.com/internacional/elecciones-usa/2020-11-04/trump-esto-es-un-fraude-al-pueblo-estadounidense-una-verguenza-para-nuestro-pais.html
  • El Mundo (2020, 6 de noviembre). Varias cadenas de televisión cortan la comparecencia de Trump en directo: «No hemos visto ninguna prueba de fraude». https://www.elmundo.es/television/2020/11/06/5fa52bac21efa00e098b45cd.html
  • Riva, R. (2020, 11 de noviembre). Censura o responsabilidad. Eje Central. https://www.ejecentral.com.mx/estrictamente-personal-censura-o-responsabilidad/
  • Semana (2020, 7 de noviembre). Cortar el discurso de Trump: ¿Un acto de censura? https://www.semana.com/nacion/articulo/cortar-el-discurso-de-trump-un-acto-de-censura/202035/
  • Vallejo, J. (2020, 15 de octubre). Twitter bloquea la cuenta de Kayleigh McEnany por compartir la historia de Hunter Biden, afirma la Casa Blanca. Independent en español. https://www.independentespanol.com/noticias/twitter-bloquea-a-hunter-biden-kayleigh-mcenany-casa-blanca-b1041433.html
  • Zambrano, F. (2020, 11 de noviembre). 3 x 3 | Cuando los medios se atreven a cruzar la raya amarilla. Runrunes. https://runrun.es/rr-es-plus/428843/3-x-3-cuando-los-medios-se-atreven-a-cruzar-la-raya-amarilla/

Luis Ernesto Blanco, profesor de periodismo digital en la Universidad Católica Andrés Bello. Jefe de redacción del portal informativo Runrun.es