Matrimonios, divorcios y carteras de inversión

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Un estudio evaluó el rendimiento de 786 fondos de cobertura cuyos gerentes se habían casado en 98 ocasiones y divorciado en 76. Se encontró que tanto los divorcios como los matrimonios afectan el desempeño de los gerentes hasta dos años después del cambio de estado civil.


La cultura laboral invita constantemente a no mezclar asuntos personales y laborales. Pero es innegable que ambas dimensiones se entrecruzan y realimentan.

La bibliografía del área económica se ha ocupado de este tema, a partir de la idea de que algunas situaciones desvían la atención de los gerentes acerca de sus quehaceres laborales. Esto se traduce en una reacción tardía e incompleta a la aparición de nueva información que requiere su atención.

Para arrojar luces sobre el impacto de las distracciones personales en el desempeño de los gerentes, los profesores Lu, Ray y Teo diseñaron un experimento cuyos resultados reportaron en un artículo publicado en el Journal of Financial Economics en 2016, titulado «Atención limitada, eventos maritales y fondos de cobertura». En él evaluaron el rendimiento de 786 fondos de cobertura (hedge funds) cuyos gerentes se habían casado en 98 ocasiones y divorciado en 76, según constaba en los registros civiles de trece estados estadounidenses entre enero de 1990 y diciembre de 2012.

Los autores calcularon el retorno obtenido por las carteras de estos gerentes durante un periodo de dos años, que comenzaba en el año inmediatamente anterior al del cambio de estado civil. Encontraron que, en el período de seis meses que rodea a un divorcio, los administradores de fondos de cobertura obtienen un rendimiento inferior en 4,33 por ciento anual con respecto al período previo al divorcio.

El impacto se mantuvo hasta dos años después del divorcio y fue del orden de -2,29 por ciento anual ajustado al riesgo. ¿Es diferente la situación en el caso de un matrimonio? No, los gerentes de fondos de cobertura obtienen un retorno negativo en el manejo de los activos a su cargo del orden de -3,13 por ciento en el semestre alrededor de la boda, cuando tal desempeño se compara con el de los 21 meses previos. El rendimiento negativo es del orden del -3,16 por ciento anual ajustado al riesgo hasta dos años después de la boda.

Estos resultados contribuyen a perfilar la agenda de investigación sobre el funcionamiento de los estilos de inversión de los gerentes de los grandes fondos de inversión. El estudio mostró que los gerentes «distraídos» toman menos decisiones de inversión de las llamadas activas —es decir, las que obligan a identificar activos financieros sobre o subvaluados— y son más propensos a copiar las estrategias de inversión de los líderes de su sector o a colocar fondos en vehículos que replican el desempeño del índice S&P 500. Además, son más propensos a tomar con más rapidez los beneficios de operaciones ganadoras y a diferir la toma de pérdidas.

Los gerentes que manejan más de un fondo de inversión a la vez tienen peores desempeños en estos periodos de distracción que sus homólogos que solo administran un fondo. Este hecho lo deberían considerar quienes asignan responsabilidades de inversión en el segmento de fondos de cobertura.

La bibliografía sobre el desempeño de los fondos de cobertura no ha mostrado claramente si estos tienen un desempeño superior al de otros fondos de inversión. Muchos sostienen que los fondos de cobertura exitosos, simplemente, tienen golpes de suerte más que una capacidad especial para identificar activos sobre o subvaluados.

Si la suerte es el factor dominante, entonces, el cambio de estado civil no debería influir en el desempeño de estos gerentes. Por lo tanto, el estudio de Lu, Ray y Teo contribuye a mostrar que el desempeño de los gerentes de fondos mutuales exitosos sí depende de sus habilidades profesionales.

Si en algunas situaciones claramente identificables, más allá de cambios de estado civil, los gerentes se distraen y dejan pasar sin procesar información relevante, las empresas conscientes de tales anomalías podrían aprovechar esos momentos para revelar información problemática. Asimismo, algunos inversionistas podrían montar estrategias para aprovechar esos rezagos.

Mantener el foco de los gerentes en lo que es pertinente resulta de vital importancia para el buen funcionamiento de las empresas. Todo lo que contribuya a entender la psicología de quienes toman decisiones ayuda a fortalecer el proceso de creación de valor.


Carlos Jaramillo, director académico del IESA.

Este artículo se publica en alianza con Arca Análisis Económico.

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