Una deuda común europea para enfrentar la covid-19

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Fotografía: Jeyaratnam Caniceus / Pixabay.

El impacto de la pandemia dependerá de cómo se financien los planes de asistencia que los gobiernos de los países desarrollados empiezan a implantar. La Unión Europea comienza a tomar medidas para financiar los costos de la crisis con emisión de títulos de renta fija.

Carlos Jaramillo / 15 de octubre de 2020


 

Las medidas adoptadas por la Reserva Federal de Estados Unidos para inyectar liquidez en los mercados de deuda pública han sido ampliamente discutidas. Pero, ¿qué está haciendo Europa?

A partir de octubre de 2020 la Unión Europea (UE) comenzará un plan de emisión de deuda que se extenderá hasta 2027. La primera emisión, por 100.000 millones de euros, corresponde al programa de Apoyo Temporal para Mitigar Riesgos de Desempleo en una Emergencia (SURE, por sus siglas en inglés). Como su nombre sugiere, tiene el propósito de incrementar el gasto público en 17 países miembros para preservar el empleo. Entre 2021 y 2023 se emitirán nuevos títulos de renta fija por un monto cercano a los 900.000 millones de euros, de los que alrededor de 210.000 millones serán colocados en 2021.

En opinión de los expertos de la banca de inversión no hay un gran peligro de que la UE se transforme en un competidor por recursos financieros —con países miembros muy activos en los mercados de deuda como Alemania, Italia y Francia— porque existe una enorme demanda de bonos soberanos por parte de empresas privadas y el Banco Central Europeo, que necesita instrumentos de este tipo para ejecutar su programa de compra de deuda destinado a inyectar liquidez al sistema. El programa SURE dispone de 1,3 billones de euros, y no se ha podido ejecutar con mayor rapidez debido a la insuficiente oferta de instrumentos calificados para ser adquiridos bajo esta iniciativa.

Los inversionistas institucionales en bonos denominados en euros ven en estas nuevas emisiones la posibilidad de mejorar marginalmente los rendimientos de sus carteras, porque la UE tiene un costo de fondos superior al de Alemania, pero inferior al de muchos países miembros. Alemania paga los menores rendimientos de la eurozona, pues la robustez de su economía le permite ser emisor de instrumentos casi exentos de riesgo.

En la actualidad Alemania emite instrumentos soberanos a diez años con rendimientos en el orden de -0,49 por ciento, mientras que los países beneficiarios de los recursos captados por las emisiones de la UE, como España e Italia, se endeudan al mismo plazo a tasas de 0,24 y 0,79 por ciento, respectivamente.

A medida que aumente el volumen de instrumentos de renta fija emitidos por la UE se espera que se profundice la liquidez de estos papeles, lo que aumentaría el interés de una mayor cantidad de inversionistas institucionales. Ahora bien, la popularidad de estas emisiones se apoya en el supuesto de que los países fuertes de la región serían los garantes de última instancia del pago de estos instrumentos. Se calcula que en el año 2027 la suma de las nuevas emisiones más la renovación de títulos existentes elevaría la deuda de este ente supranacional a un billón de dólares, equivalente a multiplicar por veinte el monto en circulación de septiembre de 2020.

El dinero recaudado por la UE se utilizará para hacer préstamos y financiar programas no reembolsables. Los países receptores se obligan a devolver las cantidades adeudadas con los ingresos generados por la recaudación de impuestos sobre las rentas de sus economías nacionales, que se supone deberían mejorar gracias a la inversión de los recursos recibidos por esta vía.

La profundización del mercado de renta fija en euros es una noticia que debe ser recibida con beneplácito. Es probable que sea un factor adicional para la consolidación de las finanzas de los países miembros en un solo bloque.


Carlos Jaramillo, director académico del IESA.

Este artículo ha sido publicado en alianza con Arca Análisis Económico.

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