Los emprendedores venezolanos ofrecen soluciones innovadoras a problemas cotidianos con aplicaciones móviles, y se abren camino en un sector que crece a ritmo acelerado en todo el mundo.
Los números sobre las aplicaciones móviles al cierre de 2017 son extremadamente prometedores. Según la empresa App Annie, especializada en producir estadísticas sobre competitividad y consumo de estas tecnologías, en 2017 hubo un crecimiento de sesenta por ciento en comparación con 2016. La compañía, con sede en San Francisco, Estados Unidos, reveló que en 2017 se descargaron cerca de 175.000 millones de aplicaciones móviles en el mundo; mientras que el tiempo invertido por las personas en el uso de aplicaciones aumentó treinta por ciento: a 43 días al año por usuario.
El incremento de la popularidad de las aplicaciones móviles se expresa en el hecho de que los usuarios de todo el planeta gastaron 86.000 millones de dólares en descargas, un aumento de 105 por ciento en dos años. Al cierre de 2017, China encabeza la lista de países con mayor gasto en aplicaciones móviles: una explosión de 270 por ciento del gasto, por delante de Estados Unidos (75) e India (60).
App Annie solamente registra datos de descarga y consumo en las principales economías y países emergentes (como China, Brasil y México); por lo tanto, carece de este tipo de estadísticas para la mayoría de los países latinoamericanos. Pero se sabe que en Venezuela, en años recientes, ha irrumpido un grupo de emprendedores con propuestas informáticas innovadoras que han alcanzado repercusión en otras naciones de la región.
Gustavo Reyes, director de Wayra, academia dedicada a la «aceleración» de empresas emergentes, destaca el interés de los venezolanos en el diseño de aplicaciones móviles.
Hace seis años todos los proyectos que buscaban impulso en la academia eran basados en portales, y luego en webs móviles. Desde hace dos años existe un mayor énfasis en apps. De hecho, de los proyectos que anualmente apoyamos en Wayra en la actualidad están activos 24; diez de ellos ya cuentan con aplicaciones móviles. Los servicios, el comercio y la educación son las áreas en las que se enfocan las empresas emergentes venezolanas «incubadas» por la aceleradora.
Reyes califica de «alta calidad» y «buena interfaz usuaria» las aplicaciones presentadas ante Wayra. En su opinión, en Venezuela existe una cultura de uso y consumo de aplicaciones que se consolida con el paso del tiempo.
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Terreno por cultivar
En Venezuela, las áreas productivas y de servicios que más demandan el desarrollo de aplicaciones son banca y finanzas, salud, educación, información, internet de cosas y manejo de grandes volúmenes de datos.
Vippo es un emprendimiento venezolano en el ramo de las empresas de tecnologías financieras. En sus comienzos proporcionó un sistema de recarga para usuarios que no estuviesen bancarizados. Su gerente de Contenidos, Boris Saavedra, confirma la existencia en Venezuela de un grupo de personas favorables al empleo de estas tecnologías. «Ellas las usan por la mera innovación», asegura. En la actualidad, Vippo ofrece desarrollos tecnológicos en diferentes plataformas. «Hay mucho terreno por cultivar, porque los pagos mediante aplicaciones móviles terminarán por imponerse a la inercia de las personas habituadas a los métodos de pago tradicionales».
Los emprendedores venezolanos continúan trabajando para cautivar al segmento de mercado que observa en las aplicaciones móviles una solución innovadora; sin dejar de lado la necesidad de educar a los usuarios convencionales acerca de la pertinencia y las ventajas de las innovaciones en el campo de la tecnología. Para dinamizar el sector, opina Saavedra, es importante que las instituciones financieras se apoyen en los emprendedores de tecnologías financieras, para cultivar una relación de mutuo beneficio. «Ambos actores tienen grandes motivaciones para impulsar tales acercamientos y desarrollar proyectos en conjunto».
Para el gerente de Contenidos de Vippo en Venezuela hay talento de sobra. «Muchos de los instrumentos con los que se crea la tecnología app son de fácil acceso. La clave consiste en fortalecer el ecosistema tecnológico y propiciar los incentivos para que empresas y particulares incursionen en el desarrollo de aplicaciones que aporten un verdadero valor al mercado». El sistema Vippo está en más de mil locales en Caracas, y en 2016 se expandió a Perú. La empresa se ha vinculado con instituciones de toda Latinoamérica, gracias a su participación en Finconecta, un programa del Banco Interamericano de Desarrollo enfocado en la «aceleración» de emprendimientos de tecnologías financieras.
Pagar en dólares
El talento humano ha sido siempre importante para desarrollar un modelo de negocio que implica uso intensivo de herramientas tecnológicas. Por tal razón, el portal Tumotorizado.com, inaugurado en Venezuela en mayo de 2013, se fijó como estrategia desarrollar paso a paso los instrumentos solicitados por sus clientes.
Los mensajeros independientes afiliados a la plataforma son contratados gracias a una aplicación móvil que cuenta con una interfaz de programación de aplicaciones (API, por sus siglas en inglés), que permite una interacción directa con sitios de banca electrónica o de pago en línea. Dispone de una herramienta de carga de archivos para solicitudes de cuatro entregas o más. Para optimizar el servicio, los desarrolladores de Tumotorizado.com crearon una aplicación iOS (sistema operativo de los productos de la firma Apple) y una Android que deben ser descargadas en los teléfonos inteligentes de los mensajeros aliados, para así establecer su ubicación (vía GPS) y brindarles a los clientes una herramienta de seguimiento de las unidades en tiempo real.
«Ese ha sido el modo inteligente de crecer, dada la necesidad de usar eficientemente los limitados recursos en dólares que tiene nuestra empresa», manifiesta Marcel Imery, director ejecutivo de Tumotorizado.com. A su juicio, la gran dificultad para este tipo de empresas estriba en la obligación de pagar en dólares al personal técnico interno o externo responsable del área de tecnología de información. «Hablamos de profesionales que prestan servicios de interés global y pueden trabajar de manera remota. De allí que se le haga cuesta arriba desarrollar aplicaciones a toda empresa que no consiga facturar en divisas o no cuente con el apoyo de inversionistas en moneda extranjera».
Tumotorizado.com contrató inicialmente personal externo para llevar a cabo el desarrollo de su plataforma tecnológica. Pero, luego de la aprobación del modelo de negocio, optó por reclutar talento humano ubicado en Caracas para atender internamente todos los requisitos técnicos. El equipo quedó integrado por dos desarrolladores de back-end (la parte del software que procesa la entrada del usuario al servicio), uno de front-end (la parte del software que interactúa con los usuarios) y un diseñador. A pesar de la crisis que atraviesa el país, la plataforma ha logrado mantenerse operativa y crece a una tasa aproximada de diez por ciento mensual. En palabras de Marcel Imery:
Nuestra meta a corto plazo es captar inversión de capital de riesgo para fortalecer el equipo de tecnología y consolidar el servicio en Venezuela y Chile, donde estamos operativos desde el año 2015, cuando fuimos «acelerados» por la incubadora Startup Chile, tras recibir el mismo apoyo de Wayra Venezuela.
El factor «sueldo y compensaciones» ha repercutido en la cantidad de propuestas presentadas y desarrolladas en Venezuela. Gustavo Reyes reconoce que, en sus inicios, la Academia Wayra recibía una mayor cantidad de proyectos. «Hoy en día, aunque se estén desarrollando más aplicaciones, lo cierto es que el talento nacional es constantemente tentado a trabajar en divisas para empresas de todas partes del mundo». Aun así es optimista y cree posible desarrollar una industria de este tipo en Venezuela. «Hay muchos retos y muchas oportunidades. Todo va en función del modelo de negocio y de la audiencia».
Los directivos de Vippo también creen factible la consolidación de un sector venezolano de desarrolladores de aplicaciones, dada la calidad de los profesionales egresados de las universidades locales. «No solo somos nosotros. Existen muchos emprendedores tecnológicos y financieros con la mira en el país. Ellos apuestan por el éxito de Venezuela, aunque están conscientes de que hay complicaciones mayúsculas, tales como el entorno regulatorio, el mercado y la fuga de talentos», concluye Boris Saavedra.
Javier Chourio, periodista.