La narrativa económica del año 2025 se centrará en las primeras acciones del gobierno de Trump en materia de política comercial, política fiscal, regulaciones, inmigrantes y desglobalización. Un tema clave será, sin duda, el desempeño del dólar: todo sugiere que seguirá fortaleciéndose a corto plazo, pero puede menguar a largo plazo. Trump es un creador de incertidumbre.
Escoger el tema del último artículo del año puede convertirse en una encrucijada. Cuando la nostalgia invade se tiende a comentar los hechos más relevantes del año que culmina. Pero, cuando el futuro se acerca con su carga de incertidumbre, la tentación es entonces buscar un punto de apoyo para empezar a construir la narrativa económica del año que se aproxima.
Las bases de esa narrativa serán las acciones del gobierno de Trump a lo largo de 2025 y que definirán la política comercial, la política fiscal, el papel del Estado en los temas regulatorios, el tratamiento a los inmigrantes y su posición frente a una desglobalización creciente. Uno de los termómetros de la recepción que tendrá la agenda Trump en la economía mundial es, sin duda, el desempeño del dólar frente a las monedas de sus principales socios comerciales.
La narrativa vigente en estos momentos sugiere que la divisa estadounidense seguirá fortaleciéndose a corto plazo. ¿Qué ocasiona la fortaleza del dólar? Para comenzar, el efecto de imponer aranceles del 25 por ciento a las importaciones de Canadá y México, y un 10 por ciento adicional a China. Aunque esta medida es todavía un anuncio en redes sociales, a comienzos de 2025 se sabrá hasta qué punto ese lineamiento de la campaña electoral se transformará o no en una medida de política comercial.
En un mundo ideal, al encarecerse los bienes importados debido a los nuevos aranceles, parte de las importaciones serían sustituidas por productos nacionales. Pero, según los expertos, esto no sucederá, porque la economía estadounidense no tiene los empleados ni la capacidad manufacturera para expandir rápidamente la producción. Por ello, el dólar tendrá que apreciarse para reorientar parte del gasto hacia las importaciones, cuya oferta es más elástica.
Los bancos centrales de los socios comerciales de Estados Unidos no harán nada para contrarrestar el fortalecimiento del dólar.
Adicionalmente, el alza de aranceles creará presiones inflacionarias que se reflejarán en las tasas de interés, que no podrán ajustarse a la baja al ritmo que esperaría la Reserva Federal (Fed). Los bancos centrales de los socios comerciales de Estados Unidos no harán nada para contrarrestar el fortalecimiento del dólar, pues hace más competitivos los productos que exportan sus empresas nacionales.
La rebaja de impuestos propuesta por Donald Trump durante su campaña electoral —desde la extensión de la Ley de Empleos y Reducción de Impuestos de 2017 (uno de los grandes logros legislativos de su primer gobierno), hasta los recortes de impuestos a las propinas y a los pagos de seguridad social— aumentará el déficit presupuestario del gobierno federal. Los recortes de impuestos a las personas liberan recursos que tienden a aumentar el gasto y, en consecuencia, las presiones inflacionarias, en un contexto de limitaciones de corto plazo a la oferta de bienes importados e insuficiente producción de bienes nacionales.
Un déficit presupuestario creciente y presiones en la oferta de bienes actúan contra la reducción de las tasas de interés y, en consecuencia, contribuyen al fortalecimiento del dólar. Las tasas altas aumentan el flujo de dinero hacia el mercado financiero estadounidense, lo que aumenta la demanda de esta divisa.
El dilema de desear la mano de obra extranjera y execrar la presencia de quienes la proveen está presente no solo en Estados Unidos.
El presidente Trump espera atender el déficit federal con una reducción de los gastos de funcionamiento de la administración pública hasta en un tercio de su monto actual (unos seis billones de dólares). Para ello creará un órgano asesor denominado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, en inglés), dirigido por Elon Musk y Vivek Ramaswamy, millonarios muy vinculados a su reciente campaña electoral.
Para muchos, el impacto del DOGE será muy limitado por varias razones. Hay partidas del presupuesto federal que, por ley, no pueden reducirse y las potestades de este organismo asesor para implantar recortes de gastos son muy pocas, pues no existe un marco legal suficientemente robusto para dar sustento a sus acciones. Además, al ser los señores Musk y Ramaswamy proveedores y contrapartes de la administración federal en múltiples contrataciones, habrá dudas sobre cuál es el fin último de sus recomendaciones, en particular las aplicables a las agencias gubernamentales que regulan sus negocios.
La Fed debería aplicar en el año 2025 parte de lo aprendido en el último quinquenio: reaccionar más rápidamente y con mayor fuerza a cualquier brote inflacionario, en comparación con su respuesta tardía del año 2021. En noviembre de 2024 era frecuente pensar que cualquier intento de subir las tasas de interés desataría la furia del presidente Trump. Sin embargo, ya en diciembre el mismo presidente electo declaró que entre sus planes estaba dejar que Jerome Powell termine su período como presidente de la Fed en junio de 2026, para la tranquilidad de los mercados financieros que valoran la independencia del banco central estadounidense.
En el caso del tema migratorio la gran pregunta es si las promesas de masivas deportaciones de residentes ilegales se harán realidad. Para muchos este es un tema de preocupación, pues el impacto inflacionario de la reducción de la oferta de mano de obra no es despreciable, en especial en un ambiente donde muchas empresas tienen problemas para llenar vacantes, como los restaurantes o las constructoras, que todavía contribuyen de manera importante a que el índice general de precios no alcance la meta del dos por ciento fijada por la Fed.
En la política migratoria convergen necesidades de corto y largo plazo. Por un lado, Trump ha manifestado su intención de solucionar, con ayuda del Congreso, el estatus migratorio de los dreamers, ese conjunto de 700.000 jóvenes que entraron de manera ilegal a Estados Unidos en compañía de sus padres cuando eran niños y que han vivido la mayor parte de sus vidas en ese país y que, sin embargo, aun no son residentes legales. Por otro lado, con la vista puesta en la composición de la población estadounidense a largo plazo, Trump también prometió poner fin a la ciudadanía por nacimiento, la disposición constitucional que garantiza la ciudadanía a cualquier persona nacida en suelo estadounidense.
A las audiencias electorales hay que atenderlas. Pero, mientras que los grupos conservadores abogan por dificultar el acceso a la residencia a los nuevos inmigrantes, no es menos cierto que estos individuos pueden hacer importantes contribuciones a la economía, si se reducen las trabas para que consigan trabajos dignos y en sus áreas de experiencia. El dilema de desear la mano de obra extranjera y execrar la presencia de quienes la proveen está presente no solo en Estados Unidos, sino también en buena parte del mundo desarrollado.
La fortaleza del dólar es un reflejo de la buena salud de la economía de Estados Unidos.
La fortaleza del dólar puede menguar a largo plazo si prosperan en 2025 medidas como la eliminación de los subsidios a la inversión y los créditos fiscales en la Ley de Ciencia y Chips (por la sigla en inglés de «crear incentivos útiles para producir semiconductores», de 2023, CHIPS and Science Act), o las inversiones incluidas de la Ley de Reducción de la Inflación, de 2022. La incertidumbre en materia de política económica tiene un fuerte efecto negativo sobre la inversión y, lamentablemente, el presidente Trump es un generador nato de incertidumbre.
La fortaleza del dólar es un reflejo de la buena salud de la economía de Estados Unidos cuando se compara con las de sus principales socios comerciales. Todo lo que atente contra el clima de confianza en las instituciones de ese país socava las bases de su crecimiento futuro y su papel como refugio para los capitales que buscan estabilidad.
En Debates IESA queremos dar las gracias a todos nuestros lectores, por habernos acompañado durante 2024 y por darnos la oportunidad de compartir los temas que construyen la narrativa para entender los mercados financieros en el día a día. Felices Fiestas.
Carlos Jaramillo, vicepresidente ejecutivo del IESA.
Este artículo se publica en alianza con Arca Análisis Económico.
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