Henry Gómez Samper dedicó al IESA la mayor parte de su vida profesional, caracterizada por su enorme capacidad de trabajo y el liderazgo asumido en Venezuela, América Latina y el mundo. Su empeño en la producción y la difusión de conocimiento atrajo al IESA reconocimiento internacional. Asegurar el mantenimiento y el desarrollo del IESA, contra cualquier adversidad, será siempre un compromiso ineludible con su memoria.
Para Henry Gómez Samper (1932-2019), el desarrollo del IESA fue realmente su proyecto de vida, no solo por el tiempo y el esfuerzo que le dedicó, sino también por la capacidad de trabajo que desplegó y el liderazgo que asumió en los ámbitos nacional, regional e internacional. Comenzó como profesor en 1968 y ocupó todos los cargos de dirección: director académico (1970-76), director de Investigaciones (1976-81) y presidente (1981-92). Además, en 1993 fue distinguido con el nombramiento de profesor emérito por el Consejo de Profesores. Frank Briceño Fortique, quien lo conoció desde su llegada al IESA, resumió esa trayectoria con estas significativas palabras: «El profesor Gómez puede ser también considerado como uno de los fundadores del IESA, en donde hizo carrera durante por lo menos 30 años, (…) siendo en el camino el primer director académico, el primer director de investigaciones y el primer presidente del Instituto extraído del claustro».[1]
Orígenes, formación y desarrollo de su visión internacional[2]
Henry Gómez Samper nació el 1.º de mayo de 1932 en Londres, donde su padre trabajaba en funciones diplomáticas. En 1938, Henry, su hermana y su madre viajaron a Colombia.
Recibió una excelente formación primaria en Bogotá, incluido un notable dominio de la lengua inglesa. Luego de estudiar la secundaria en la Rhodes High School de Nueva York, ingresó a la Universidad de Nueva York (NYU) donde se graduó de bachelor of Science en 1952, máster en Administración en 1954 y doctor en Economía y Administración en 1965.
Su carrera docente comenzó al terminar la maestría: primero como asistente y luego como instructor a cargo de cursos de mercadeo con un enfoque internacional. En 1959 publicó con Paul V. Horn, pionero de los estudios de negocios internacionales, el libro International Trade (Prentice-Hall). Esta experiencia marcaría dos vertientes esenciales de su vida intelectual y laboral: el interés en la actividad editorial, en la cual se destacó, y la perspectiva internacional que distinguió su carrera académica.
Aun sin terminar el doctorado, participó en un proceso de reforma de gran alcance de la Escuela de Administración de NYU, para introducir un enfoque internacional en sus objetivos, programas y métodos de aprendizaje. Como explica Luis Molina, Henry Gómez Samper fue llamado a colaborar en la reforma por su perfil multicultural y bilingüe, su experiencia exitosa con estudiantes extranjeros y el enfoque internacional de sus cursos.[3]
Comienza la aventura venezolana: la UCAB
En 1966 la Escuela de Administración de NYU recibió la visita del rector de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) de Caracas; a Henry Gómez Samper, por ser el único profesor que hablaba español, le tocó atenderlo. La UCAB recibió apoyo de la Fundación Ford y la Universidad de Indiana para mejorar la calidad de la docencia y la investigación de su Escuela de Economía. Al terminar su doctorado, Gómez Samper debía salir de NYU por dos años, así que entró al Departamento de Economía de la Universidad de Indiana y viajó a Venezuela.
En la UCAB trabajó durante cuatro años como asesor de la Escuela de Economía. Emprendió la selección de egresados interesados en estudiar un doctorado, para integrar un grupo inicial de investigadores, y desarrolló investigaciones para aprender sobre la economía venezolana y la administración de organizaciones públicas y privadas.[4]
Creación del IESA[5]
En 1963 tres líneas de acción conducían a la creación de un instituto para formar gerentes en Venezuela:
- La promoción de la formación de gerentes en países en desarrollo por organizaciones estadounidenses,
- El esfuerzo de la empresa Creole Petroleum Corporation para formar cuadros gerenciales (liderado por Carlos Lander) y
- La creciente actividad de la Asociación Venezolana de Ejecutivos para profesionalizar la gerencia en Venezuela (liderada por Frank Briceño Fortique). Estas líneas se entrelazaron en 1964 con un estudio de factibilidad encargado por las fundaciones Creole y Ford a una comisión dirigida por Robert Calkins (presidente de la Brookings Institution) y John Jeuck (profesor de la Universidad de Chicago), para la creación de un instituto de estudios de posgrado en administración tanto de negocios como del sector público.[6]
En 1968, antes de terminar el cuarto año de su compromiso con la Fundación Ford y la Universidad de Indiana, Henry Gómez Samper fue invitado a participar como profesor visitante en el nuevo proyecto del IESA.
El plan de estudios para el nuevo instituto fue diseñado por un comité asesor integrado por profesores de las universidades Harvard, Chicago, MIT, Syracuse y Cornell, bajo la dirección de John Barr, decano de la Escuela de Gerencia de la Universidad de Northwestern. Según Henry Gómez Samper, por entonces solo Cornell tenía una escuela de administración que integraba gestión pública y privada. La falta de antecedentes y experiencias con un enfoque público-privado dificultaba la definición de un modelo para el IESA. La Fundación Ford aportó los recursos para traer profesores con experiencia, formar nuevos profesores y financiar el comité asesor.
El Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA) fue creado en 1965. En 1967, Santiago Vera Izquierdo, decano de la Facultad de Ingeniería de la UCAB, fue nombrado presidente y en 1968, antes de terminar el cuarto año de su compromiso con la Fundación Ford y la Universidad de Indiana, Henry Gómez Samper fue invitado a participar como profesor visitante en el nuevo proyecto. La creación del IESA significaba un salto enorme para Venezuela en materia de estudios de Administración, que auguraba retos y dificultades. No obstante, para Gómez Samper, la oferta del IESA resultó atractiva:
La satisfacción profesional que me brindaba la experiencia del IESA y el goce que, en lo personal, me significaba vivir en lo que llamábamos la «capital del cielo» hizo que pronto optara por dejar atrás mis perspectivas de carrera en Estados Unidos y aceptara la invitación del IESA a unirme al cuerpo de profesores y desempeñar el cargo de director académico.
La dificultad para conseguir candidatos al Máster en Administración de Empresas y comenzar actividades académicas con un título que carecía de reconocimiento oficial afectaron la puesta en marcha del naciente instituto. Además, varias barreras impedían el crecimiento del IESA:
- El pequeño mercado para estudios de posgrado en el país
- La inadecuada formación de quienes aspiraban a estudiar en el IESA (uno de cada tres aprobaba el examen de admisión)
- El costo de oportunidad para quienes podían ser admitidos y tenían un empleo bien remunerado
- La bonanza petrolera que permitió becar a miles de universitarios para estudiar en el exterior.
Las empresas petroleras apoyaron al Instituto hasta 1975, cuando fueron nacionalizadas. El gobierno acreditó al IESA en 1975, aunque su programa de maestría en Administración había empezado en 1968. En 1976, por recomendación del Consejo Nacional de Universidades y por decreto presidencial, se reconoció finalmente de manera oficial al IESA como instituto de estudios de posgrados.
El IESA y el desarrollo social
Desde comienzos de los años setenta, varios profesores vieron la gestión social como tema de investigación pertinente a la problemática del país, lo cual vinculó al IESA con fuentes de apoyo internacional y permitió la contratación de nuevos profesores e investigadores. El recién instalado gobierno de Carlos Andrés Pérez (1974-79) creó programas sociales como el vaso de leche escolar y los módulos de servicios en los barrios, que atrajeron la investigación en gestión social y condujeron a la publicación de casos docentes y otros materiales.
En los años setenta, la Fundación Ford mostró también un marcado interés en el desarrollo social, que atrajo a Henry Gómez Samper ante los graves problemas que veía en Venezuela.
En 1973 Santiago Vera se retiró del instituto y Carlos Lander asumió la presidencia. Lander impulsó programas de gerencia para concejos municipales, dirigentes sindicales y otros públicos especializados. En esos años la Fundación Ford mostró también un marcado interés en el desarrollo social, que atrajo a Henry Gómez Samper ante los graves problemas que veía en Venezuela. Inició su trabajo en esta línea con profesores del IESA, que en 1977 se asociaron con los de escuelas de Filipinas, India y Brasil en un esfuerzo conjunto del Consejo Latinoamericano de Escuelas de Administración (Cladea) y el Comité Internacional de Gestión de Programas de Población (Icomp, por su sigla en inglés).[7]
Gómez Samper también gestionó recursos para financiar organizaciones sociales creadas a partir de proyectos de investigación. Una de ellas, dedicada a la promoción del control natal, resultó muy polémica. Pero los ataques no frenaron los programas para luchar contra la pobreza ni impidieron la asignación de recursos de las fundaciones Ford y Rockefeller. Relata Gómez Samper: «Teníamos más dinero por investigación que por cualquier otra entrada del IESA (…) los profesores salimos muy bien porque la época de las bonificaciones comenzó en ese entonces y, además, el IESA se sostenía».
La presidencia de Henry Gómez Samper y el desarrollo del IESA
Después de superar el período de organización, promoción y puesta en marcha (1965-1970) siguió un período (1970-1980) caracterizado por el enfrentamiento entre grupos de fundadores que desconfiaban de los académicos —y querían perpetuarse en el control del Instituto— y profesores que percibían fallas en la gestión de recursos y un déficit acumulado que la administración no lograba superar. En 1981, Carlos Lander decidió entregar la Junta Ejecutiva del Instituto a los profesores y continuar en la presidencia del Consejo Directivo. Con ello logró que los profesores dieran forma a un modelo de servicio profesional que integrara sus talentos y los motivara a trabajar en función de las necesidades del IESA.
Al año siguiente, la Junta eligió a Henry Gómez Samper presidente, cargo que desempeñó de 1981 a 1992. Una de sus primeras decisiones fue emprender un proceso de reclutamiento de profesores con doctorado para formar un cuerpo docente capaz de atender los programas tradicionales y los nuevos, como el Programa Avanzado de Gerencia (PAG). También comenzó un proceso de formación de investigadores, con egresados del IESA que luego realizarían estudios de doctorado.

En 1982, los profesores Moisés Naím y Ramón Piñango fueron nombrados, respectivamente, director académico y director de Investigaciones. Ese mismo año Cladea nombra a Henry Gómez Samper presidente. El IESA emprende entonces un audaz proyecto de publicaciones, con libros que despertaron mucho interés como El caso Venezuela: una ilusión de armonía. Temas que llamaron la atención fueron los de pymes y organizaciones sociales, sobre las cuales se sabía muy poco en Venezuela y América Latina. Un efecto positivo de las publicaciones fue el aumento de la demanda de educación ejecutiva.
Al finalizar sus más de diez años de presidencia lo sucede Ramón Piñango. En palabras de Frank Briceño Fortique:[8]
Han sido cuatro los presidentes del IESA, en sus primeros 35 años. Dos fundadores, Carlos Lander y Santiago Vera; y dos profesores, Henry Gómez Samper y Ramón Piñango. Lander, en su primera presidencia, sentó las bases; luego Vera estableció la academia; y para cerrar ese ciclo Lander, en su segunda presidencia, fue la transición a manos de los profesores; Gómez nos proyectó a nivel internacional y Piñango acentuó la institucionalización.
Henry Gómez Samper puso en marcha una nueva etapa de desarrollo y actuación del IESA. En el país, contribuyó al análisis y la reforma de políticas sociales y económicas; y en el ámbito internacional, a la creación de nuevos mecanismos de fortalecimiento y colaboración entre las escuelas de Administración de diferentes regiones del mundo.
La actividad desplegada por Henry Gómez Samper mostró que era posible desarrollar un proyecto académico de primer nivel en gerencia en América Latina.
Henry Gómez Samper y el desarrollo de la gerencia en América Latina y el mundo
La actividad desplegada por Henry Gómez Samper mostró que era posible desarrollar un proyecto académico de primer nivel en gerencia en América Latina.
La Red Internacional para el Desarrollo de la Gerencia (Interman, por su acrónimo en inglés) se creó en Ginebra (Suiza), en 1980, en el seno de la Organización Internacional del Trabajo, auspiciada por la Asociación para el Avance de las Escuelas Universitarias de Negocios (AACSB), la Fundación Europea para el Desarrollo de la Gerencia (EFMD), Cladea y otras organizaciones de distintas regiones, en respuesta al déficit mundial de gerentes competentes para la operación de empresas en países en desarrollo. Su objetivo era identificar «islas de excelencia» y aplicar las mejores prácticas de administración. En los años setenta y ochenta hubo una expansión de empresas multinacionales (estadounidenses, japonesas y europeas), cuyos gerentes desconocían las realidades y culturas de los países donde operaban.
La respuesta fue desarrollar la investigación sobre gerencia en los cinco continentes. Varias escuelas estadounidenses y europeas se reunieron en la Universidad de Columbia (Nueva York). Luego se propuso una reunión de asociaciones de escuelas de administración de Asia, África y América Latina en Ginebra para empezar a conocerse y lograr que las escuelas de administración desarrollaran modelos de gerencia basados en estudios de casos que ilustraran la forma de operar organizaciones en cualquier continente. Henry Gómez Samper representó a Cladea en esa reunión y desarrolló nexos con la AACSB y la EFMD. Gracias a sus conocimientos sobre la formación de gerentes en Estados Unidos y América Latina, se convirtió en colaborador de Interman, fue invitado a formar parte de su directorio y finalmente fue designado presidente en 1989.
Henry Gómez Samper contó con importantes aliados, como Jacques Marcovitch (Universidad de Sao Paulo), Gabino Mendoza (Instituto Asiático de Administración, Filipinas) y Carlos Dávila (Universidad de los Andes). Dávila lo acompañó en la tarea de editar y publicar los resultados de las investigaciones de Interman. Las publicaciones fueron muy bien recibidas por la comunidad académica internacional. La revista The International Executive publicó una edición monográfica sobre Interman y una selección de trabajos.[9]
Vuelta a Colombia y vinculación con Uniandes
Durante su estancia en Venezuela, Henry Gómez Samper acostumbraba hacer dos o tres viajes anuales para visitar a su familia en Bogotá y desarrollar su red de relaciones sociales y profesionales; especialmente, su contribución a la Facultad de Administración de la Universidad de los Andes. Entre los integrantes de esa red se encontraban su primo Jaime Samper (exrector de la Universidad), Manuel Rodríguez, Carlos Dávila, Enrique Ogliastri, John Sudarsky, Raúl Sanabria, Jorge Cárdenas, Javier Serrano y María Lorena Gutiérrez, entre otros.
La experiencia y la reputación del IESA se convirtieron en referente para Uniandes. El decano Sanabria lo invitó a asesorar y organizar el sistema profesoral que replicó el establecido por el IESA. A finales de los años noventa, la Universidad Tulane comisionó a Henry Gómez Samper, John Trapani (decano de Administración de Tulane) y José de la Torre (decano de Administración de Florida International University) para asesorar la reforma del pregrado de Uniandes. En su informe recomendaron que los estudiantes hicieran más trabajos de campo sobre la realidad colombiana. El convenio del IESA con Tulane de 1999 para formar profesores e investigadores sirvió de modelo a Uniandes, que lo ejecutó con gran éxito. IESA también asesoró a la Facultad en programas de educación ejecutiva.
Después de dejar Venezuela para radicarse en Colombia en 2007, Gómez Samper se vinculó más estrechamente con la Facultad de Administración. Asumió la coordinación del Comité de Publicaciones, con el propósito de fortalecer el enfoque internacional y difundir la producción intelectual de los profesores.
Las palabras de cierre del magnífico trabajo biográfico de Luis Fernando Molina Londoño —que ha enriquecido esta modesta contribución— merecen ser citadas in extenso:
Para terminar, esta breve semblanza de uno de los grandes de la Administración en el continente muestra al maestro empeñado en la generación de conocimientos de gestión sobre empresas e instituciones venezolanas y latinoamericanas, que llevó al IESA a ser mundialmente reconocido. Su estilo directivo, investigación y docencia revela un académico coherente, empeñado por más de 50 años en la formación gerencial, la innovación, la gestión pública y de lo público, el sector social, las pymes y los modelos administrativos efectivos gestados fuera del mundo industrializado.
Nada podría quitarse ni, quizá, añadirse a estas palabras, aunque para los venezolanos, beneficiarios del enorme talento de Henry Gómez Samper, es necesario destacar la existencia del IESA como testimonio de su inconmensurable dedicación y capacidad de trabajo, cuyo mantenimiento y desarrollo, contra cualquier adversidad, será siempre un compromiso ineludible.
José Malavé, profesor del IESA y editor de Debates IESA.
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Notas
[1] Briceño F., F. (2018). Gerencia hecha en Venezuela: el IESA en la memoria. Ediciones IESA, pp. 47-48
[2] Este artículo debe mucho al trabajo de Luis Fernando Molina Londoño: Henry Gómez Samper (1932-): pensamiento y educación en administración desde América Latina. Su enfoque social y alcance internacional. Facultad de Administración, Universidad de los Andes. 2015.
[3] Molina (2015).
[4] Tejero, J. y Gómez, H. (1967), La banca comercial en Venezuela. Instituto de Investigaciones Económicas, Universidad Católica Andrés Bello. Gómez, H. (1971), Venezuela’s iron ore industry, en R. Mikesell y otros (eds.), Foreign investment in the petroleum and mineral industries, Johns Hopkins University Press-Resources for the Future.
[5] Esta sección y las siguientes se basan en testimonios recogidos en una entrevista con Henry Gómez Samper, realizada en marzo de 2002 por Ramón Piñango, Patricia Klapp y José Malavé. Otra importante fuente de testimonios es el libro de Frank Briceño Fortique (2018).
[6] Calkins, R. D. y Jeuck, J. E. (1964), Report of mission to explore the feasibility of an institute of advanced administration in Venezuela. Brookings Institution.
[7] Gómez, H. (ed.) (1977), Población y gerencia, Cladea-ICOMP-Fundación Pathfinder; Gómez, H. y Bustillo, J. A. (1979), IESA: Shaping a viable strategy, en D. Korten (ed.), Population and social development management: A challenge for management schools. Ediciones IESA.
[8] Briceño (2018, p. 236).
[9] Gómez, H. y Dávila, C. (eds.) (1994). Innovation, Interman, and international business in Latin America. The International Executive, 36(6), 659-756.







