Pequeña, envejecida e informal: la transformación de la fuerza laboral en Venezuela

Josue Isai Ramos Figueroa / Unsplash

En la última década la transformación económica de Venezuela redefinió por completo su mercado laboral. El país enfrenta una reducción del empleo formal, una fuerza de trabajo envejecida y brechas de género cada vez mayores.


La fuerza laboral de un país es un reflejo de su economía, su sociedad y sus retos. En el caso de Venezuela, las transformaciones del empleo en los últimos años han sido profundas, marcadas por el mayor colapso económico de su historia moderna. Entre 2014 y 2021, el producto interno bruto se contrajo en un 86 por ciento, el país enfrentó hiperinflación y cerca de 7,7 millones de venezolanos emigraron. El resultado ha sido una fuerza laboral más pequeña, envejecida e informal.

 

Cinco cambios clave en la fuerza laboral de Venezuela entre 2014 y 2021

 

La población económicamente activa se redujo en un 21 por ciento

La población económicamente activa (PEA) cayó de 12,6 millones a 10,4 millones de personas, en un contexto en el que la población en edad de trabajar también disminuyó —de 22,8 millones a 21 millones— debido a la emigración masiva. La tasa de participación laboral alcanzó su punto más bajo en 2021: apenas el 49 por ciento de la población en edad de trabajar participaba en actividades económicas, en contraste con el 58 por ciento en 2014.

 

Población económicamente activa 2014-2021
(millones de personas)

Fuente: Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi), 2014-2021.

 

Venezuela presenta una de las menores tasas de participación laboral de América Latina. En 2019, mientras que países como Perú y Bolivia registraban tasas del 77 y el 74 por ciento, respectivamente, Venezuela se encontraba en un 51 por ciento, con una brecha significativa en la participación femenina, que solo alcanzó el 33 por ciento en 2021.

 

La tasa de informalidad en el empleo alcanzó el 51 por ciento

La informalidad aumentó drásticamente, del 36 por ciento de la población ocupada que en 2014 trabajaba en el sector informal al 51 por ciento en 2021. Esto significa que los empleos formales se redujeron proporcionalmente más que la cantidad total de trabajadores.

 

Composición de la población ocupada 2014-2021
(porcentajes)

Fuente: Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi), 2014-2021.

 

Este aumento de la informalidad ocurrió en un contexto de contracción económica, bajos salarios y reducción de la actividad en sectores clave como manufactura, transporte y construcción. En 2021 poco más de 5 millones de personas trabajaban en el sector informal, mientras que el empleo formal cayó de 7,5 millones en 2014 a 4,9 millones en 2021, una disminución del 34 por ciento.

 

Brechas de género y envejecimiento de la fuerza laboral

Las mujeres han resultado particularmente afectadas por estos cambios. En términos absolutos, la PEA femenina pasó de 4,75 millones de trabajadoras en 2014 a 3,56 en 2021, una caída del 25 por ciento. Como porcentaje de la población femenina en edad de trabajar, esas cifras equivalen al 40 por ciento en 2014 y al 33 por ciento en 2021. En el caso de los hombres, la PEA cayó de 7,88 millones en 2014 a 6,85 millones en 2021, aproximadamente un 13 por ciento de reducción. Como porcentaje de la población masculina en edad de trabajar, la disminución fue del 72 al 67 por ciento. Esta brecha de género en la participación laboral es la más amplia de América Latina.

Otro cambio significativo ha sido el envejecimiento de la fuerza laboral. Entre 2014 y 2021, la proporción de trabajadores mayores de 40 años aumentó del 37 al 43 por ciento. Los grupos más jóvenes, especialmente entre 25 y 39 años, disminuyeron considerablemente debido a la emigración. De hecho, el grupo entre 25 y 39 años experimentó una reducción absoluta de 1,5 millones de personas (un 27,6 por ciento menos) y pasó de ser el 43 por ciento de la PEA en 2014 al 38 por ciento en 2021. Este envejecimiento afecta la productividad y la capacidad de innovación del mercado laboral.

 

Distribución de la población económicamente activa por edades 2014-2021
(miles de personas)
Fuente: Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi), 2014-2021.

 

Transformaciones sectoriales

El empleo también ha cambiado significativamente por sectores económicos. Entre 2015 y 2021, los sectores manufactura, transporte y administración pública perdieron más de 2,5 millones de empleos en conjunto. La manufactura fue el más afectado, con una caída del 80 por ciento en el número de trabajadores. En contraste, sectores como agricultura y servicios personales mostraron un crecimiento relativo. La participación del empleo en agricultura aumentó del 6 por ciento en 2015 al 13 por ciento en 2021, lo que implica un retroceso hacia actividades de bajo valor agregado en un contexto de subsistencia.

En 2015 el 23 por ciento de los empleos se encontraba en los sectores clave de construcción, manufactura, comercio y servicios. Para el año 2021, apenas el 10 por ciento de los empleos correspondía a estos sectores.

 

Población ocupada en manufactura, construcción, comercio y servicios 2015-2021
(porcentajes)
Fuente: Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi), 2014-2021.

 

El futuro de la fuerza laboral

La radiografía del mercado laboral venezolano revela retos estructurales significativos. Una fuerza laboral más pequeña, envejecida e informal impone barreras para la productividad y el desarrollo económico. La inclusión de mujeres y jóvenes en el mercado laboral será esencial para revertir estas tendencias negativas, al igual que la creación de incentivos para la formalización y la recuperación del empleo en sectores clave como la manufactura.

La transición hacia una economía más inclusiva y diversificada podría ser posible con políticas públicas que fortalezcan el sistema educativo, mejoren las condiciones laborales y fomenten la creación de empleo formal. Además, la migración de retorno podría ofrecer un impulso al mercado laboral, especialmente si se aprovechan las habilidades adquiridas por los venezolanos en el extranjero.


Richard Obuchi, Rosa Amelia González y Víctor Carrillo, profesores del IESA.

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Nota: el contenido de este artículo se basa en el trabajo de Richard Obuchi (coordinador), Víctor Carrillo, Rosa Amelia González y Alfredo Ríos (2024), «El reto de las habilidades en el mercado laboral en Venezuela», preparado como parte del proyecto Venezuela: el impacto del colapso y las oportunidades a mediano plazo, auspiciado por el Banco Interamericano de Desarrollo.