GPS personal: recalcular la ruta en función de motivaciones esenciales

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Frente a la confusión y la vulnerabilidad que pueden ocasionar los cambios bruscos, las personas necesitan métodos prácticos y reflexivos que les permitan llevar a término sus nuevos proyectos, y alinear las motivaciones esenciales con las exigencias inmediatas.


Cuando las personas se adaptan a un nuevo contexto, los patrones de comportamiento exitosos en el pasado dejan de ser funcionales. Necesitan revisar las coordenadas, porque se han modificado los referentes.

Lidiar sostenidamente con el estrés que producen las condiciones de riesgo requiere una inversión masiva de la energía vital disponible. El síndrome general de adaptación ilustra las reacciones ante el estrés sostenido, según las fases de alarma, resistencia o agotamiento. En el peor de los casos, si la presión llegara a vencer su resistencia natural, la persona podría empezar a sentir malestar, padecer ansiedad, dudar de sus posibilidades reales y desarrollar obsesiones derivadas de la necesidad de control. Si la exigencia llegara a exceder sus recursos disponibles, podría incluso llegar a «quebrarse» o terminar presa de un estado de agotamiento. En el mejor de los casos se ponen en juego los mecanismos de afrontamiento que permiten la recuperación del equilibrio.

Junto con la motivación, que implica un poderoso deseo de hacer bien las cosas, es necesario desarrollar la tolerancia a la frustración, para persistir cuando las cosas no salen a pedir de boca. Cada persona tiene un «vaso interior» para contener o derramar la angustia que resulta de las tribulaciones de su mundo interno y de los rigores del intercambio con el ambiente.

El enfoque del GPS personal está dirigido a rescatar la motivación esencial para concretar un proyecto de vida trascendente que permita afianzar el criterio personal y flexibilizar las coordenadas de acción; para adaptarse satisfactoriamente a las exigencias de la situación con base en los recursos activos de la salud mental. Cuando cae una tormenta, ¿puede dejar de mojarse quien no dispone de un refugio donde guarecerse mientras pasa el mal tiempo?

Hablar de crisis significa aceptar el cambio de los puntos de referencia. Las intervenciones psicológicas diseñadas para actuar en tiempos de crisis toman en cuenta los continuos cambios en las coordenadas, que permiten ubicar, medir, comparar e integrar las situaciones que se presentan. Es cada vez más frecuente que los ejecutivos aborden, en sesiones de GPS personal, cuestiones existenciales referidas a sus metas en función de condiciones variables y el grado de estrés experimentado frente a la incertidumbre, que los obliga a cuestionarse o renunciar a sus proyectos de vida.

Cada uno decide cómo posicionarse frente a la crisis. La omisión es también una forma de decisión. Los momentos oportunos no existen. En todos los casos se ha de asumir el resultado del modo de enfrentar los retos cotidianos de la vida como una decisión consciente. Al asumir una posición frente a las circunstancias es apropiado validar internamente las motivaciones y los argumentos propios.

Cada solución es personalísima; no es susceptible de ser juzgada según el criterio social de otros que suponen estar en condiciones similares. No hay posiciones fijas. Hoy el balance de alguien puede ser positivo y al rato volverse negativo cuando enfrenta nuevas reglas de juego. El objetivo es posicionarse de la forma más ventajosa sin negar la realidad y basando las decisiones en los recursos disponibles. Eso no quiere decir ser intransigente, aun cuando en la práctica se ha asumido una posición. Parte del ser puede estar en conflicto (es decir, responde a exigencias antagónicas), que ocasiona malestar y provoca autosaboteo y alteraciones del comportamiento. Las dudas son inevitables; si se aprovechan como combustibles, pueden aportar el impulso hacia la evolución y el cambio.

El GPS personal y los pilares de la salud mental

El GPS personal es un sistema de diez pasos de terapia dinámica, centrada en objetivos para ayudar a los participantes a ampliar su área de influencia, redefinir sus metas personales en función de sus recursos reales y evitar el autosaboteo de sus proyectos.

Es un método de intervención que actúa como una combinación de psicoterapia dinámica breve y asesoramiento (mentoring). Es un sistema que atiende los aspectos clínicos derivados de los obstáculos para el progreso o saboteadores inconscientes que interfieren en el logro de los proyectos profesionales y el desarrollo del talento, que se sustenta principalmente en los valores y las competencias reales de la persona.

El GPS personal rescata la motivación esencial para concretar un proyecto trascendente. La meta es que la persona logre afianzar su criterio personal, al tiempo que flexibilice sus coordenadas de acción, para adaptarse satisfactoriamente a las exigencias situacionales. El concepto del GPS personal implica ayudar a asumir entera responsabilidad sobre las decisiones de vida, a partir de los dos pilares de la salud mental:

  1. Afianzar el criterio de realidad: «Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio» (Joan Manuel Serrat). Las mentes de todas las personas (en distintos grados dependiendo de su salud mental) se defienden de la angustia recortando la realidad según la propia conveniencia. Cuando se siente angustia, los mecanismos de defensa inconscientes recortan la percepción de la realidad para ofrecer cierto confort interno. Para moverse en situaciones de crisis es imprescindible no ser autocomplacientes. Es necesario ampliar la perspectiva de la realidad, aceptar los matices de las situaciones y considerar todas las variables implicadas en los problemas —por más complejos que sean— con el fin de instrumentar la respuesta más conveniente, no necesariamente la más egosintónica, pero sí la más adaptativa con respecto a las exigencias externas.
  2. Flexibilizar las coordenadas de referencia: «A menudo encontramos nuestro destino por los caminos que tomamos para evitarlo» (Jean de La Fontaine). Crisis significa cambio en los puntos habituales de referencia, las guías fijas que se usan como coordenadas o varas estáticas para medir el rendimiento y compararlo con un patrón ideal de grupos de referencia. Un delirio es un convencimiento inalterable, inmodificable, irreductible a la razón. Cuando los puntos de vista de una persona son demasiado fijos, y sus mecanismos psíquicos de defensa demasiado rígidos, tiene pocas posibilidades de adaptarse con éxito a las exigencias del medio.

La capacidad de adaptación depende del soporte psicológico interno de la persona. Cuando se cuenta con un buen soporte se desarrollan mecanismos de afrontamiento que permiten la recuperación de la homeostasis, y también mecanismos de defensa destinados a la resignificación del evento disruptivo.

En el caso de un sostén interno deficiente, el tránsito por una situación adversa puede resultar en una vulnerabilidad, que puede conducir al desarrollo de patologías conductuales o somáticas. La experiencia muestra que a veces no es necesario hacer cambios externos para lidiar con las inconformidades; en la mayoría de las ocasiones, basta con hacer una elaboración interna de estas falencias.

La confianza básica es indispensable como recurso interno para superar la adversidad. En lugar de tragar grueso hay que aprender a masticar los bocados. El concepto de seguridad no se refiere solamente a la confianza básica en otros, sino también a la percepción del individuo acerca de sus recursos y su efectividad. Hay personas extremadamente capaces muy inseguras de sí mismas, así como las hay incapaces con una confianza exacerbada.

Una persona ubicada y resiliente, con capacidad para adaptarse, reconoce la existencia de una realidad ajena al propio funcionamiento mental y la posibilidad de realizar acciones para transformar, en algún sentido, ambas realidades. Desde la perspectiva del desarrollo del talento, el GPS personal reta al individuo a que se vea objetivamente. Propone una evaluación en varios ámbitos, que incluye su autoevaluación en contraste con las evaluaciones externas.

Una vez que la percepción de la persona sobre su funcionamiento se ha contrastado con la realidad, comienza a reflexionar sobre acciones estratégicas para desarrollar las competencias requeridas. Cada sesión implica retos y tareas específicas, dirigidas al objetivo que se pretende alcanzar. También se ponen en perspectiva los resultados y la experiencia vivida durante el proceso. Este método de intervención permite a la persona reflexionar, pero también la reta a actuar en consecuencia, siempre dentro de un proceso supervisado por los psicólogos a cargo.

El GPS personal faculta al participante, pues fortalece su liderazgo y fomenta su autonomía. Su finalidad es impulsar el dominio de las competencias requeridas y neutralizar los obstáculos para el progreso. El método pone el énfasis en la necesidad de hacerse responsable por las consecuencias de sus acciones, sean las que sean.

Las diez paradas del GPS personal

Cada parada corresponde a una sesión y tiene sus recursos de evaluación y abordaje.

  • Condiciones de riesgo: reevaluar las contingencias diarias que ponen en peligro el desarrollo saludable de la vida. En esta parada se revisa si: a) el discurso cotidiano hace vivir las pruebas diarias de forma traumática, b) la persona sufre una condición vulnerable frente al estrés y c) responsabiliza a la situación adversa de sus dramas internos.
  • Recursos personales: apuntalar los recursos internos para lidiar con la adversidad. En esta parada se evalúa cómo funciona la confianza básica: a) si la persona posee los recursos internos para ser resiliente y b) cómo funcionan sus mecanismos de defensa.
  • Valores cardinales: reconfigurar el sistema de valores cardinales sobre la base de la coherencia interna. En esta parada se busca: a) identificar las cosas que de verdad le importan al participante, b) orientar los objetivos vitales hacia los aspectos que realmente valora y c) construir un proyecto trascendente que le dé sentido a sus esfuerzos.
  • Técnica del semáforo: clasificar las áreas de funcionamiento vital en función de la conformidad o la falta de correspondencia con los objetivos de vida. En esta parada se revisan: a) la conformidad del trabajo actual con los objetivos de crecimiento profesional, b) la conformidad de la vida familiar con la satisfacción personal, c) la conformidad de la relación de pareja con el proyecto trascendente de vida y d) la influencia del grupo de influencia social sobre el estilo de vida.
  • Perfil verde: estimular el desarrollo de capacidades de resiliencia para lidiar con el estrés. En esta parada se fortalecen las capacidades del participante para responder a la adversidad: a) autoconciencia (¿tiene capacidad para observarse, conocerse y ser honesto con respecto a sus recursos personales?), b) autenticidad (¿están sus proyectos personales alineados a un propósito trascendental y conectados con sus recursos personales?) y c) visión objetiva (¿comprende la realidad, la acepta y se adapta?).
  • Perfil amarillo: resolver las áreas de conflicto para establecer la coherencia interna. En esta parada se reconocen las necesidades antagónicas que provocan malestar para construir soluciones de compromiso con las que el participante se sienta verdaderamente conforme. Se hace énfasis en: a) revisar los miedos que impiden tomar decisiones y b) negociar, con las personas pertinentes, las posiciones vitales.
  • Perfil rojo: desactivar los patrones de autosabotaje que se contraponen a los intereses personales. En esta parada se pone el énfasis en neutralizar los hábitos negativos que interfieren con el progreso: a) estrategias que sabotean los proyectos vitales, b) decisiones postergadas y c) adicciones.
  • Cuidado personal: aprender a tomar medidas para conservar la salud mental. En esta parada se estimula al participante a crear las condiciones para: a) descansar, b) cultivar aficiones, c) mantenerse en una buena forma física, d) cuidar la alimentación, el sueño y hacer ejercicio, y e) cuidar la calidad de las relaciones interpersonales.
  • Liderazgo personal: reposicionar los recursos personales con el fin de validar las decisiones. En esta parada se busca: a) enfocar el área de influencia más que el área de preocupación, b) analizar la factibilidad de decisiones según recursos reales y c) romper la parálisis y evitar la procrastinación.
  • Influencia personal: potenciar el impacto positivo sobre el ambiente. En esta parada se busca que el participante: a) logre proyectar el impacto positivo de sus objetivos personales sobre quienes le rodean, b) practique estrategias de comunicación y c) sea un tutor de resiliencia para quienes dependen de su amparo.

Cada persona percibe la adversidad como un reto o como un trauma, según sus condicionamientos. La adversidad puede ser una de las mejores oportunidades que puede tener una persona para fortalecer su carácter y consolidar su liderazgo.

Solo la persona puede reinventarse, asumir con una conciencia clara sus decisiones y darle vital importancia a los proyectos que emprende. Con el GPS personal se acompaña al participante a reconfigurar la ruta para el logro de sus objetivos, con el propósito de posicionarlo de la forma más ventajosa con base en los recursos activos de su salud mental.


Lucía Galota Quevedo, presidente ejecutiva de LiderLab / IG @lucygalota / lucygalota@gmail.com.

María Gabriela Undreiner, consultora empresarial y psicoterapeuta / gabiundreiner@yahoo.com