Cómo debe prepararse un emprendedor para conseguir inversionistas

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Imagen de Tumisu en Pixabay

Un emprendedor con potencial de éxito necesita pasión, un equipo fuerte y que se complemente, una idea que resuelva un problema concreto en un mercado potencial definido y capacidad de gestión.


¿Cómo apalancar financieramente una empresa emergente? Este es un tema clave para quien aspira a conseguir el éxito empresarial en mercados complejos y exigentes, sometidos a entornos inestables y no pocas veces volátiles.

La pregunta se complementa con otra: ¿cuáles son las cualidades requeridas para acceder al capital que necesita una empresa en cualquiera de las etapas de su evolución? Para Juan Aguilera, fundador y director de eSource Capital México e integrante del Consejo Directivo del IESA, el financiamiento es un problema que se presenta siempre, pero las opciones dependen de la etapa en la que se encuentra la empresa. Lo primero es el autofinanciamiento.

El uso de fondos propios tiene riesgos personales importantes; no obstante, tiene una ventaja clara, apunta Aguilera:

Si en la etapa inicial usamos recursos propios, la dilución temprana se puede evitar y mantener el control y la propiedad del emprendimiento hasta que se necesiten fondos de mayor envergadura. Otra opción viene dada por los fondos de amigos y familiares, gente que invierte en este tipo de iniciativas. Después están los fondos gubernamentales que permiten hacer procesos de crowdfunding.

 

Aceleradoras y ángeles

Las «aceleradoras» son organizaciones que no financian directamente iniciativas, pero sí prestan asesoría técnica, gerencial y estratégica para que las empresas en fase de inicio puedan acceder a recursos con mayor margen de seguridad.

También están los denominados «inversionistas ángeles», una especie de filántropos de los negocios que constituyen fondos de capital para financiar iniciativas con determinadas características y casi siempre con perfil de trabajo social. Finalmente, para una etapa más madura y consolidada están las alternativas tradicionales de salir a bolsa o acceder al crédito bancario.

Aguilera advierte que obtener financiamiento en etapas tempranas es complejo, porque requiere un proyecto muy sólido y un equipo de trabajo comprometido, además de competencias acreditadas. El riesgo de capital que representa una empresa emergente es generalmente elevado. En este punto, el acompañamiento de aceleradoras es recomendable.

 

Las dimensiones de un negocio exitoso

Aguilera comparte sus reflexiones y experiencias:

Tengo especial predilección por la definición de emprendedor que usa Andy Freire en su libro La pasión de emprender: es una persona que detecta una oportunidad, crea una organización para ponerse al frente de ella y tiene la convicción y el coraje para llevarla adelante. Esta definición permite analizar algunas dimensiones que se perciben como rasgos comunes en los emprendedores exitosos. La primera dimensión es la pasión. Básicamente, muchos emprendedores tienen ideas innovadoras y el deseo de que esa idea se ponga en marcha.

La otra es el liderazgo que debe ser, a un tiempo, profesional y riguroso, pero también entusiasta y motivador: «El liderazgo requiere un conocimiento importante de sí mismo y un claro espíritu de equipo porque saben que ellos no lo pueden hacer todo».

Otra dimensión fundamental es el talento. La idea es crear «fortalezas diferenciales» que permitan dar a la nueva empresa competitividad basada en la creatividad y la eficiencia. Estas fortalezas deben complementarse en un equipo bien integrado, para

… contribuir al mejor desarrollo del emprendimiento. Además, es necesario conseguir una homogeneidad de valores, porque hay temas de transparencia y compromiso social que son importantes y que entran dentro de la dimensión de la razón, del objetivo.

La definición de los objetivos estratégicos de la empresa a mediano y largo plazo «es una dimensión en la que se caen casi todos los emprendimientos, con un porcentaje de éxito que es bastante bajo», advierte Aguilera.

Aguilera hace una precisión sobre la necesidad de equilibrio entre las diferentes dimensiones: «Si el emprendimiento es todo pasión o si solo tienes conocimiento y eres un científico y se conoce la industria, pero no hay pasión, el emprendimiento también falla». Por eso es importante contar con un equipo de alto desempeño, en el cual las fortalezas se complementen en áreas como pasión, conocimiento y capacidad para vender. La capacidad de ejecución es fundamental: no basta solo con planificar.

 

Banderas verdes y rojas

Juan Aguilera convocó a expertos para identificar las banderas verdes y rojas que viabilizan —o no— el financiamiento de un negocio emergente. Tal es el caso de Mario García, fundador y presidente de Ángel Hub, uno de los grupos de inversionistas ángeles más activos de México:

En tan solo tres años ya tenemos cerca de 138 ángeles registrados, porque la idea es salir de México y tener de gente de todos los países latinoamericanos. Estamos encantados de sumar gente que, aparte de capital, cuente con mucho conocimiento y pasión. Estamos llegando a 140 miembros y llegamos a 45 inversiones realizadas. Nuestra tesis es invertir en startups de alto impacto en Latinoamérica. Somos agnósticos en la industria, invertimos entre 50.000 y 200.000 dólares y lo interesante es que uno de los pilares adicionales es que formamos a los ángeles inversionistas.

Para García, la primera luz verde para apalancar una iniciativa empresarial es que resuelva un problema de la industria de una manera creativa.

Eso es detectar realmente una oportunidad, y que sea en un mercado grande es una bandera verde obvia. Si, además, esta solución está soportada por un equipo de emprendedores comprometido y con fortalezas complementarias, definitivamente esa combinación es sumamente positiva. Al final del día, cuando hablamos de inversiones en emprendimientos en etapa temprana el equipo lo es todo, es lo más importante. Mientras más crece el negocio tiene más estructura, más empleados y en ese estadio los fundadores dejan de ser relevantes, pero al principio lo son todo.

La otra bandera verde es que el emprendimiento tenga tracción; es decir, que tenga alto potencial de venta con un mercado claro en el que el inversionista pueda ver el retorno de su inversión en un plazo razonable.

Las banderas rojas son, en buena medida, elementos que contradicen los factores anteriores. Por ejemplo, es difícil invertir en iniciativas cuyos promotores no estén comprometidos a tiempo completo, cuyo foco de negocio no esté bien definido ni exista un mercado objetivo debidamente identificado.

Creo que el éxito es muy subjetivo y relativo. Nos convencemos de que hay que llegar el máximo nivel, pero eso no es necesario. El éxito es lograr las metas que te pones y esa no es una actitud conformista, porque hay que balancear otros factores como la vida familiar; por ejemplo.

 

Lo mejor es emprender en equipo

Según Juan Aguilera, la experiencia muestra que las iniciativas individuales fracasan más frecuentemente que las realizadas en equipos, porque emprender un nuevo negocio es una actividad compleja y exigente.

Una sola persona generalmente no tiene todas las competencias necesarias. Es necesario tener gente que sepa vender, que gestione adecuadamente los temas financieros, que maneje tecnología. En fin, no creo en los llaneros solitarios.

 

Cómo convencer a un inversionista

Aguilera presentó una serie de asuntos básicos que un emprendedor debe conocer antes de reunirse con un potencial inversionista profesional, sea un fondo o un inversionista ángel.

Lo primero es tener la empresa debidamente registrada y cumplir todas las formalidades necesarias. Eso transmite una imagen de seriedad y compromiso.

Lo siguiente es presentar un plan de negocio enfocado en las ventajas competitivas de la empresa y que además sea claro, coherente y contundente, sin metas exageradas ni exceso de datos. Se debe dar evidencia de que se conoce el mercado objetivo.

Luego es fundamental presentar un equipo bien preparado y listo para responder cualquier pregunta posible del potencial inversionista. Por último, debe mantenerse el contacto con el inversionista potencial y estar preparado para solicitudes adicionales de información. Juan Aguilera concluye con una recomendación precisa:

Es realmente muy importante que la presentación sea muy efectiva, que los valores fundamentales del negocio, los factores que lo pueden hacer rentable, se entiendan de manera clara y concreta.


Érika Hidalgo López, periodista.