Según Vicente Zavarce, el venezolano al frente de la emblemática aplicación de envíos y traslados, Venezuela es un país más avanzado de lo que parece y con una infraestructura que «sigue ahí y puede recuperarse».
«El momento de invertir en Venezuela es ahora, no cuando te des cuenta, porque en ese momento va a ser demasiado tarde». A esa conclusión llegó Vicente Zavarce cuando decidió lanzar Yummy, la primera aplicación de envíos y traslados de Venezuela.
Zavarce es un emprendedor venezolano de 29 años de edad. Aunque reside en Estados Unidos tiene una visión muy clara sobre las oportunidades de Venezuela. A su juicio existe un «prejuicio» sobre el potencial real del mercado venezolano que se explica por la crisis persistente.
Pero Zavarce, con una mirada más global, se centra en las ventajas comparativas que ofrece la economía venezolana. El fundador y presidente de Yummy, que abarca nuevos modelos de negocio y varios países, recuerda:
Los inversionistas más grandes de la aplicación en su mayoría eran extranjeros, porque creyeron en la oportunidad. Creyeron que se podía construir hoy en Venezuela. No cuando se acaben las sanciones, o cuando haya vuelos directos, o cuando estemos produciendo dos millones de barriles de petróleo al día otra vez. Ellos creyeron en el ahora del plan.
Aterrizó en Venezuela con su maleta cargada de valiosas herramientas, acumuladas durante cinco años de preparación y experiencias invaluables; entre ellas haber vivido directamente la guerra entre importantes empresas de despacho de comida en Estados Unidos. Esa circunstancia marcó definitivamente su vida profesional, mientras trabajaba en Postmates, la empresa estadounidense de entrega de comida a domicilio que opera en unas 3.000 ciudades en Estados Unidos.
Zavarce estaba muy claro que quería crear una empresa de tecnología que pudiera ayudar a la sociedad a crear valor donde no lo hay. En medio de un mundo azotado por la pandemia, decidió lanzar Yummy en 2020, sin tener idea de la experiencia colectiva que se viviría con la pandemia.
Son necesarios «superpoderes»
El joven empresario contó su historia de negocios en un encuentro con la Red Global EmprendeTech del IESA. «Creo que todos los que dirigen empresas tienen que ser generalistas, saber un poco de todo y adaptarse a todo, deben tener muchas cachuchas, y superpoderes». Desde temprano Zavarce entendió que, si quería emprender, y sobre todo en el mundo de negocio-a-consumidor (B2C, en inglés), debía prepararse y aprender de mercadeo de crecimiento, mercadeo digital, gestión de relación con los clientes (CRM), gestión de compromiso (EM) y mercadeo con notificaciones impulsivas (push notifications).
Por el lado de las aplicaciones, yo quería entender cómo traquear, cómo saber de dónde vienen mis visitas a una página web, cómo sé que está generando más bajadas. Cómo sé la retención de mis clientes. Cómo evalúo un equipo de adquisición, y todo ese set de herramientas fundamentales, hoy en día, para estos negocios.
«Pelar la cebolla»
Una herramienta que Zavarce practica con énfasis es el estudio de los problemas en todas sus dimensiones. Indica que es como «pelar una cebolla» hasta llegar a la última capa. Cuando se planteó el reto de crear el modelo que daría origen a Yummy, comenzó a evaluar las principales dificultades, una a una, hasta llegar a una aplicación que pudiera resolver efectiva y eficazmente las necesidades de los consumidores, tanto de despacho como de movilidad.
En Venezuela empiezo a hablar con gente y me doy cuenta de que muchos pedían delivery por WhatsApp, descubrían comercios por Instagram, pagaban por Zelle con dificultades. Estaban sometidos a varias verificaciones de pago por cada compra y no había tracking de ningún tipo sobre la llegada del pedido en una hora o en una hora y media. Y, si tenían que pedir el tracking de la orden, entonces el cajero tenía que llamar al motorizado para ver dónde estaba, y esto claramente es superineficiente. El proceso me condujo a generar una plataforma de delivery en Venezuela.
Hizo la misma reflexión en el caso de la movilidad: un sector completamente informal con riesgos de seguridad para los usuarios y los conductores, además de tener graves ineficiencias.
No hay confianza. A la gente le da miedo montarse con estas personas, que no sabes quiénes son o si trabajan en una línea, y no entiendo por qué no había una plataforma de transporte. Lo que veo es gente que vive en Charallave pasando trabajo para llegar a la universidad o el trabajo, montándose en carritos por puesto, y eso no puede ser.
Al desmenuzar estos problemas sin prejuicios, Vicente Zavarce encontró, por ejemplo, una ventaja clave: Venezuela tiene uno de los mayores niveles de bancarización de América Latina y una oferta de avanzada en medios electrónicos de pago. Además, también identificó una gran demanda de empleo con las habilidades necesarias para el servicio, aunque con evidentes necesidades de entrenamiento.
La realidad es que los venezolanos nos hemos metido en la cabeza que no podemos hacer negocios de servicios apalancados en tecnología y, quizás, viendo esto desde afuera, lo percibo como prejuicio. Pero yo termino viendo a Venezuela al igual que los inversionistas que han invertido en Yummy: como un tremendo mercado emergente.
La verdad es que los hechos han dado la razón a Vicente Zavarce, porque Yummy proyecta hacer 18 millones de transacciones anuales en Venezuela, entre viajes de transporte y órdenes de despacho. Cuenta con más de 23.000 conductores y repartidores en la plataforma y debería terminar 2024 con 40.000. Estos conductores y repartidores personas devengan, en promedio, ingresos mensuales 33 por ciento mayores que el salario del sector privado en Caracas, lo que habla no solo de remuneraciones competitivas, sino también de buenos resultados financieros.
En una encuesta reciente que hicimos con Ecoanalítica entrevistamos a 7.000 venezolanos en varias ciudades del país y el 97 por ciento de las personas se siente más segura en la calle gracias a Yummy. Para mí es importante decir que hemos dignificado al motorizado.
La inversión necesaria para montar las plataformas de Yummy ha sido de setenta millones de dólares, captados íntegramente en rondas de capital de riesgo. Solo 1,8 por ciento de estos fondos los aportaron inversionistas venezolanos, insiste Zavarce.
«Vender a Venezuela»
Para Zavarce hay que hacer un esfuerzo por repensar a Venezuela con una óptica menos pesimista, porque es un país más avanzado de lo que parece y con una infraestructura que, si bien está ociosa en un alto porcentaje, «sigue ahí y puede recuperarse».
Cuando hago el speech de Yummy, tengo que vender tres cosas al mismo tiempo. Me tengo que vender a mí como emprendedor y a mi equipo de ejecución, porque las ideas no valen nada, lo que vale es la ejecución. Tengo que vender mi modelo de negocio, mi visión y mi tracción. Y tengo que vender a Venezuela.
Zavarce añade:
Cuando vendo a Venezuela resalto que hoy en día es el país más bancarizado de Latinoamérica. Recientemente Venezuela, sin ningún tipo de noticia, superó a Chile en cantidad de personas que tienen una cuenta de banco. Por eso, en Venezuela es posible el e-commerce y no solo es posible, sino que tiene grandes posibilidades de crecer.
Érika Hidalgo López, periodista.
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