Los ciclos y las valoraciones del mercado

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Ilustración: Debby Hudson / Unsplash

Entender los ciclos económicos no ayudará a un inversionista a predecir la dirección de las bolsas de valores a corto o incluso a mediano plazo; pero sí le ayudará a tener una visión más clara del futuro y a mantener la racionalidad cuando el mercado se encuentre eufórico o se hunda en una depresión.


Benjamin Graham solía decir que los inversionistas no deben ver los movimientos del mercado como una guía exacta de qué hacer, sino aprovecharlos, en la mayoría de los casos a contracorriente. De la misma forma, independientemente del momento en el que se encuentre, nadie sabe adónde irá el mercado a corto plazo. Pero sí se sabe que, a largo plazo, 1) el mercado de valores seguirá atravesando ciclos y 2) una mayor valoración en el presente conducirá a menor rendimiento en el futuro y viceversa. Una buena comprensión de estos principios puede ser útil en momentos extremos.

 

La importancia de entender los ciclos

El mercado siempre pasará por períodos de subidas y bajadas. El mayor inconveniente con este desempeño es que el inversionista tiende a olvidar que el sol volverá a salir (durante los momentos que parecen interminablemente oscuros) y que la luz del día no dura para siempre (durante los buenos momentos). Así es el mercado: cíclico. Por esto, las bolsas de valores se pueden comparar con un péndulo que oscila entre los extremos de euforia y depresión, sobrevaloración e infravaloración.

Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, sin considerar la caída reciente, ha habido diez mercados bajistas, definidos como descensos de veinte por ciento o más, y se han atravesado 24 correcciones, definidas como descensos de diez por ciento o más. Los mercados han pasado por igual cantidad de mercados alcistas, con períodos de duplicación sin corrección. La principal razón por la que el mercado se comporta de esa manera es que la economía subyacente es también cíclica, impulsada por el comportamiento humano.

Los inversionistas deben recordar que los ciclos son inevitables y saber dónde están parados. La sobrevaloración en un mercado suele venir acompañada de excesos de inversión y capacidad en las empresas. Los precios de las acciones son sensibles a las malas noticias, cuando la valoración es alta, por lo cual basta muy poco para que se desencadene la caída. La valoración volverá a la media, y el péndulo oscilará en la otra dirección, y el ciclo se iniciará nuevamente.

 

Valoraciones del mercado

Al igual que una acción particular, el mercado en general puede medirse con la relación precio-beneficio (P/E, en inglés); y, al igual que las empresas, toda la economía es cíclica. Durante las recesiones, los márgenes de beneficio se deprimen, por lo que la relación P/E puede dar una falsa indicación de la valoración. La relación P/E «ajustada cíclicamente», del premio Nobel Robert Shiller, es un mejor indicador de la valoración del mercado.

La media histórica de la relación P/E de Shiller es 17. Al cierre de agosto, la proporción era 29,8 veces, alrededor de 75,3 por ciento mayor que la media histórica. La situación actual es más o menos la misma que la del otoño de 2007, antes del desarrollo de la crisis financiera. A lo largo de la historia, la relación P/E ha sido mayor que la actual en muy pocas ocasiones, incluidas el pico anterior a la Gran Depresión y la burbuja tecnológica.

En estos momentos el mercado está significativamente sobrevalorado, pero la parte difícil es la tasa de interés. La tasa de interés nunca ha sido tan baja y, si continúa así, el mercado puede no estar tan sobrevalorado como parece. En esta etapa del ciclo, e independientemente de las consecuencias de la covid-19, los inversionistas necesitan mucha cautela y estar preparados financiera y psicológicamente para un posible descenso cuando se calme la marea.

 

La lección de la historia

Para invertir con éxito y de manera consistente es necesario comprender los ciclos comerciales, el papel de las tasas de interés y las valoraciones del mercado. En la actual etapa tardía del ciclo, con las distorsiones inherentes en la economía global a raíz de la pandemia, es fundamental que los inversionistas mantengan una posición defensiva y estén preparados para el próximo ciclo descendente.

La lección es centrar las inversiones en empresas de calidad que puedan no solo pasar la prueba de los malos tiempos, sino también salir fortalecidas. Hoy más que en cualquier otro momento de la última década es vital invertir en buenas compañías que cuenten con una ventaja competitiva sostenible a largo plazo y barreras de entradas duraderas para sortear los vaivenes del ciclo.


José Miguel Farías, gestor de fondos de Arca Asset Management y gerente de Mercado de MasValor Casa de Bolsa, S.A. Twitter: @Jmfariasu.