Riesgos ESG+T: habilitadores o armas letales para los negocios

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La identificación y gestión de riesgos ESG+T cobra cada día más relevancia; las tendencias globales le impregnan sentido de urgencia y complejizan su atención. La correcta gestión de estos riesgos puede ser un habilitador o un arma letal para el negocio.


La estrategia para desarrollar negocios sostenibles —que no se limiten a ofrecer productos y servicios sino que, adicionalmente, contribuyan a la regeneración social y ambiental— implica tener conciencia del impacto de los negocios así como del hecho de gestionarlos: promover organizaciones ágiles, flexibles y resilientes; planificar tras analizar el entorno, las tendencias y las expectativas de los públicos de interés; medir, reportar y comunicar de manera eficiente el propósito empresarial y cómo se transita la ruta de la mejora continua.

En el contexto de la responsabilidad de las empresas de gestionar sus impactos se destaca la identificación y la gestión de un conjunto de riesgos (no financieros) de naturaleza medioambiental, social y de gobierno empresarial, a los que se suman más recientemente los riesgos asociados al uso de la tecnología. Estos riesgos se designan comúnmente con sus siglas en inglés: ESG+T. Según su probabilidad de impacto y ocurrencia, pueden categorizarse como riesgos estratégicos y riesgos reputacionales. La identificación, la ponderación y la gestión de estos riesgos cobran cada día más relevancia, mucho más por las tendencias globales que le impregnan sentido de urgencia y complejizan su atención.

 

Tendencias globales

El tema de la confianza es determinante, apasionante y tiene muchas aristas relevantes para los negocios. El Barómetro de Confianza de Edelman (2021a) analiza anualmente los patrones de confianza; sus resultados han mostrado que el mundo atraviesa una crisis en esta materia: las personas confían cada día menos en autoridades, instituciones públicas, ONG y medios de comunicación. Poco a poco se ha visto un crecimiento en las expectativas de las personas en relación con el comportamiento responsable que se espera de las empresas y sus líderes. Los clientes llegan a tener incluso expectativas de que las empresas fijen posición ante situaciones políticas y sociales relevantes.

Esta tendencia es un factor clave al analizar cómo deben interactuar las empresas con sus públicos de interés, y cómo deben diseñar la ruta para procurar relaciones de confianza que impulsen sus objetivos de negocio. La confianza se refleja en miles de decisiones que las personas toman diariamente: compras, contrataciones de proveedores, permanencia en un trabajo, alianzas, apoyo comunitario, entre otros temas que afectan los resultados de la gestión de una empresa.

Las personas cambian su actitud hacia las marcas y están dispuestas a actuar según el comportamiento percibido del negocio. El Barómetro de 2021 mostró que el 86 por ciento de las personas encuestadas esperan que las marcas emprendan acciones positivas, más allá de ofrecer sus productos, y el 78 por ciento consideran que puede obligar a las marcas a cambiar su impacto social y promover acciones en pro del medioambiente, la diversidad y las prácticas laborales justas, entre otras (Edelman, 2021b). Además, 61 por ciento manifiestan que están dispuestas a defender las marcas en las que confían; asocian confianza con gestión sostenible del negocio, e incluye asuntos medioambientales y sociales, no solo económicos.

Conectadas con la capacidad que tienen hoy los consumidores, colaboradores y líderes comunitarios, entre otros públicos de interés, para sancionar, boicotear o apoyar marcas, existen también tendencias globales como la democratización de la información, el crecimiento de las redes sociales y los cambios de preferencias de consumo de contenido, que hacen a las empresas más vulnerables a ataques y riesgos reputacionales, que podrían traducirse en pérdidas millonarias en cuestión de segundos. Con personas cada vez más informadas y exigentes, la tolerancia de errores es cada vez menor, y las sanciones sociales y legales son mayores. Por ello, privilegiar la obtención de ganancias económicas en detrimento de la creación de valor medioambiental y social es una visión cortoplacista con un altísimo riesgo para el negocio.

Entre las variables que potencian los riesgos a los que están expuestas las empresas se encuentran los avances y el alcance de la tecnología y su impacto en la ciberseguridad, la profundización de la internet de las cosas, el incremento y la permanencia de la virtualidad y la conciencia colectiva sobre los desafíos del cambio climático, o la influencia de los movimientos geopolíticos regionales o mundiales.

Es sumamente importante incluir, en el análisis de riesgos, el peso creciente del capitalismo de actores relevantes (stakeholders), la interconexión de elementos y actores mundiales y la sensibilidad de las personas frente a la falta de transparencia o responsabilidad. Es necesario no solo considerar todo esto al analizar los asuntos relevantes para los negocios, sino también evaluar las posiciones que adoptan frente a ellos y cotejarlas con las expectativas de sus públicos de interés.

 

La gestión de los riesgos ESG+T puede ser un habilitador o un arma letal

La correcta gestión de riesgos ESG+T tiene valor para el negocio porque fortalece la reputación, permite anticipar crisis y mitigar su impacto, coloca a la empresa en la ruta de la sostenibilidad aceptada globalmente y, por lo tanto, le permite conseguir el mejor talento, atraer capitales, facilitar la licencia social para operar, consolidar buenas alianzas y promover organizaciones resilientes.

La única manera de garantizar que la dirección de la empresa está en la ruta correcta y no transita a ciegas por un camino lleno de obstáculos móviles y cambiantes es concretar el análisis de riesgos en temas específicos, ponderarlos, priorizarlos y emprender acciones que aseguren una gestión responsable y apegada a los estándares nacionales e internacionales más exigentes. Gestionar implica medir, reportar y comunicar los resultados para lograr no solo avances concretos, sino también una relación sólida con públicos de interés, basada en la rendición de cuentas y en la escucha activa de sus opiniones para nutrir la estrategia del negocio.

La buena noticia es que actualmente existen estándares, parámetros y herramientas de medición internacionales, disponibles para diferentes organizaciones, que facilitan la ruta de la gestión de impactos de las empresas. Por ejemplo, el Pacto Global, Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS), GRI, SDG Action Manager o la herramienta de medición de Sistema B permiten tener claridad de la ruta de mejora continua del negocio, hacer un diagnóstico e identificar desde posibles nichos de nuevos negocios hasta temas sensibles que deban atenderse para lograr la sostenibilidad basada en el triple impacto: económico, medioambiental y social.

 

Gestión de riesgos ESG+T y reputación

Los riesgos ESG+T están asociados directamente con posibles impactos en la reputación, el intangible más valioso de una empresa. No basta con tener un mapa exhaustivo de riesgos y realizar una gestión efectiva: es necesario socializar, reportar y comunicar posiciones, medidas, políticas, logros y avances.

Comunicar de manera efectiva implica mantener coherencia y consistencia entre lo que se dice y lo que se hace, con el fin de unificar el posicionamiento empresarial y construir relaciones de confianza con públicos de interés. Esto se logra con estrategias robustas de comunicación y relación que garanticen información disponible y confiable en diferentes canales, contenido adaptado a las preferencias de cada audiencia, procesos eficientes de rendición de cuentas y apego a estándares, respaldo de terceros que avalen la gestión y espacios de diálogo con capacidad real de escucha como mecanismo para realimentar la estrategia.

La correcta gestión de estos riesgos se convierte, por una parte, en un blindaje de la reputación empresarial. Andrea Bonime-Blanc, presidenta y fundadora de GEC Risk Advisory, ha mostrado que el riesgo reputacional es un riesgo amplificador que agrega complejidad e impacto a otros riesgos, y asegura que: «La reputación es un concepto poco comprendido, intangible e incluso virtual, considerado durante mucho tiempo el dominio de las relaciones públicas. La reputación y el riesgo de reputación se han convertido repentinamente en temas muy comentados. El riesgo de reputación, según varias encuestas líderes, ahora se considera un riesgo estratégico superior» (Bonime-Blanc, s. f.).

Los pilares ESG representan el 41 por ciento de la reputación de una empresa, según el Informe de riesgos globales, del Foro Económico Mundial de 2020 (World Economic Forum, 2020). Según el Informe de 2021, el cambio climático y la ciberseguridad ocupan el tercero y el cuarto puesto, respectivamente, de los riesgos relevantes para las empresas (World Economic Forum, 2021); mientras que, según el Allianz risk barometer 2021, estos temas ocupan el tercero y el noveno puesto (Allianz, 2021). El análisis de los patrones globales de percepción de riesgos indica que cada día la resiliencia organizacional, la preparación de estructuras para gestión de esos riesgos y la garantía de un liderazgo responsable, empático e inclusivo, son claves para la sostenibilidad de los negocios.

Es preocupante lo que refleja el estudio de Accenture y las Naciones Unidas sobre las conductas de los presidentes de empresas en el mundo: los líderes del sector privado no se sentían preparados para hacer frente a la emergencia climática. Los participantes compartieron como grandes retos el aumento de los presupuestos de sostenibilidad, la diversificación de las operaciones y la fuerza laboral, la aceleración de la innovación, la investigación y el desarrollo de soluciones resistentes al clima y la lucha por satisfacer estándares más exigentes (Accenture y United Nations Global Compact, 2021).

Los resultados de la COP26 mostraron la conciencia colectiva sobre la importancia de asumir los retos del cambio climático como parte de las estrategias de negocios. No tanto por el pensar altruista de garantizar el mejor mundo posible a las nuevas generaciones, sino porque autoridades, clientes, bancos, proveedores y talentos no están dispuestos a trabajar o invertir en empresas que evadan su responsabilidad frente a estos temas (UN Climate Change Conference UK, 2021).

Las empresas son actores sociales y económicos claves para el logro de los retos planteados en materia de sostenibilidad. La conciencia colectiva ha llegado al punto de considerar que mantener relaciones laborales, comerciales o de colaboración con empresas irresponsables es ser cómplices de esos actos, por lo que cada día se cierra más el espacio de actuación a las empresas que no estén dispuestas a incorporar el triple impacto a sus estrategias de negocios.

En los últimos años se ha podido apreciar que se asocia la definición de cuánto, cómo y dónde invertir con temas de sostenibilidad y, por ende, con la gestión de riesgos ESG+T. Tal como lo refleja el informe Latin America Focus 2021, cada día surgen más esquemas y formas de inversión para sectores que impulsen el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, adoptados por las Naciones Unidas en 2015, tales como bonos —verdes, rosados, azules—; en paralelo, diferentes fondos supeditan la asignación de recursos a la demostración del apego a los principios básicos de sostenibilidad: gestión medioambiental, gestión social y gobierno empresarial (White & Case, 2021).

La gestión de riesgos es determinante para el futuro de las organizaciones. El propósito no es lograr un estado perfecto, sino adoptar una cultura de mejora continua que incluya una cultura empresarial resiliente y sensible a la gestión de riesgos, basada en valores comunes a toda la organización e impulsada por líderes responsables y empáticos.


Paulina Rodríguez, socia de Komunika Latam.

Referencias

Accenture y United Nations Global Compact. (2021). Climate leadership in the eleventh hour. The 2021 United Nations Global Compact–Accenture CEO study on sustainability. https://www.accenture.com/_acnmedia/PDF-166/Accenture-UNGC-CEO-Study-Sustainability-2021.pdf#zoom=40

Allianz. (2021). Allianz risk barometer. https://www.agcs.allianz.com/content/dam/onemarketing/agcs/agcs/reports/Allianz-Risk-Barometer-2021.pdf

Bonime-Blanc, A. (s. f.). Implementing a holistic governance, risk and reputation strategy for multinationals: guidelines for boards. Ethical Boardroom. https://ethicalboardroom.com/implementing-a-holistic-governance-risk-and-reputation-strategy-for-multinationals-guidelines-for-boards/

Edelman. (2021a). Why trust? https://www.edelman.com/trust

Edelman. (2021b). 2021 Trust barometer special report: trust, the new brand equity. https://www.edelman.com/trust/2021-brand-trust

UN Climate Change Conference UK 2021. (2021). COP26. Nota informativa. https://ukcop26.org/wp-content/uploads/2021/07/COP26-Explained-SPANISH.pdf

White & Case. (2021). Latin America Focus. Opportunities and challenges in post-COVID-19 Latin America. https://www.whitecase.com/sites/default/files/2021-11/latin-america-focus-fall-2021-thought-leadership-web-v35.pdf

World Economic Forum. (2020). The global risks report 2020. https://www.weforum.org/reports/the-global-risks-report-2020

World Economic Forum. (2021). The global risks report 2021. https://www.weforum.org/reports/the-global-risks-report-2021