El 6 de noviembre: estancamiento

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En noviembre se realizarán las elecciones de mitad de período en Estados Unidos. De suceder el escenario que muchos esperan —el Partido Demócrata controla la Cámara de Representantes pero no el Senado— se producirá una situación de estancamiento.

Carlos Jaramillo / 25 de octubre de 2018.


El próximo 6 de noviembre serán las elecciones de mitad de período en Estados Unidos. Se elegirán todos los miembros de la Cámara de Representantes (435), 35 de los 100 senadores, 36 gobernadores y otros cargos de elección popular en los estados.

Desde un punto de vista de revelación de información, y en consecuencia de identificación de tendencias de los mercados financieros, históricamente estas elecciones no han ocasionado movimientos importantes de precios; de allí que los especialistas las consideren eventos sin oportunidades de trading. En general, no hay correlación entre el resultado de las elecciones de mitad de período y el desempeño del mercado accionario.

En la actualidad hay una lista corta de temas de interés para los inversionistas, vinculados directamente con el ambiente político que surgirá una vez conocida la composición de las cámaras del Congreso estadounidense. Estos temas son la intención de Estados Unidos de profundizar la guerra comercial con China, la aprobación de un ambicioso plan de inversión en infraestructura, el destino del Obamacare, la permanencia de algunos recortes impositivos aprobados en 2017 con vigencia de nueve años y la continuación de las investigaciones sobre la interferencia de Rusia en las elecciones presidenciales de 2016.

De suceder el escenario que muchos esperan —el Partido Demócrata controla la Cámara de Representantes pero no el Senado— se producirá una situación de estancamiento: los representantes demócratas tendrán poder suficiente para promover investigaciones que conduzcan a una propuesta de remoción del presidente Trump, pero no para removerlo, pues requerirían el apoyo del Senado controlado por el Partido Republicano. En este escenario se hace difícil la aprobación de leyes que requieran el consenso de ambos partidos, por lo que el plan de inversión en infraestructura, que tanto demócratas como republicanos consideran importante, no prosperaría porque ambos grupos no coinciden en los detalles de su formulación.

La política comercial frente a China no se verá afectada por el resultado de estas elecciones, cualquiera que sea. La legislación vigente da al presidente de Estados Unidos la posibilidad de controlar la fijación de aranceles en «situaciones especiales«, y la definición de «especial» es muy amplia y funciona a su favor.

Esta situación de estancamiento no permitiría lograr un consenso para hacer permanentes los cambios en la ley de impuestos a personas y empresas aprobada el año pasado. Los esfuerzos de los republicanos para reformar el sistema de salud, de manera de reducir la carga económica de los empleadores, tampoco tiene mayor posibilidad de prosperar en este contexto.

A partir del 7 de noviembre comienzan los 18 meses que el presidente Trump tiene para promover una agenda de crecimiento, con miras a potenciar sus posibilidades de ser reelecto. Para ello necesita proyectos muy específicos que gocen del apoyo de los demócratas y de una fracción importante de los senadores republicanos, que en su mayoría buscarían su reelección al mismo tiempo que el presidente. En ese período entrará en juego la realpolitik.

Este evento electoral tiene como telón de fondo un incremento de la volatilidad de los mercados financieros internacionales, vivido en las últimas semanas, por temas que no dependen del control del Congreso de Estados Unidos. La recomendación sigue siendo acumular efectivo y vigilar los títulos que se quisiera comprar si se diera una corrección, que seguramente no será provocada por las elecciones estadounidenses de mitad de periodo.


Carlos Jaramillo, profesor del IESA.

Este artículo ha sido publicado en alianza con Arca Análisis Económico.

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